Un plano para los o¨ªdos
Un proyecto permite compartir grabaciones ambientales en la Red - Soinumapa reflexiona sobre la interacci¨®n a trav¨¦s de los sonidos
Una ruta por el mapa sonoro de Euskadi obliga a agudizar todos los sentidos, pero tambi¨¦n requiere no etiquetar los lugares ni encasillar los sonidos. El oleaje del mar en Zarautz, el murmullo de los ciudadanos en el puerto de Bermeo o una sierra cortando madera en Loiola despiertan sensaciones muy dispares en cada individuo. El ejercicio permite el m¨¢ximo de lecturas posibles desde la cultura, la lengua o la pol¨ªtica.
Soinumapa.net se puso en marcha hace cinco a?os con la idea de que cualquier persona pudiese subir a dicha web grabaciones directas de sonidos naturales, urbanos, ambientales, festivos,... La singularidad del proyecto radica en que supone una colaboraci¨®n abierta a los ciudadanos que permite escuchar y reutilizar los archivos con fines creativos, de investigaci¨®n o educativos.
La iniciativa, gestada en el AudioLab de Arteleku, suma ya 600 archivos
Los usuarios disponen de un programa para crear sus propios mapas sonoros
Desde que arranc¨® el proyecto, gestado en el AudioLab del centro cultural donostiarra Arteleku, el mapa sonoro trazado no ha dejado de crecer, sobre todo en verano, cuando las personas parecen m¨¢s receptivas a ir a la caza de sonidos. Actualmente suma 600 archivos sonoros en los que han participado 50 personas. Incluyen desde grabaciones de sirenas a las protestas contra la presa de Itoiz, en Navarra, o interferencias subacu¨¢ticas de la torre de control de Hondarribia.
El proyecto se gest¨® en los a?os noventa, cuando un grupo de artistas y m¨²sicos idearon un m¨¦todo para intercambiar sonidos y trabajar de forma colectiva con el objetivo de a?adir al mapa nuevos archivos y paisajes sonoros.
La propuesta supone m¨¢s que un simple conglomerado de sonidos o ruidos. Soinumapa ha derivado en una concepci¨®n de un mapa de las escuchas, algo m¨¢s conceptual. "Nos hemos dado cuenta del peligro que tiene meter sonidos en un mapa por la capacidad de manipulaci¨®n del propio paisaje sonoro. Corremos el riesgo de hacer de cada sonido un fetiche cuando el sonido va y viene, no est¨¢ fijo en un lugar", explica Xabier Erkizia, coordinador del AudioLab y promotor de la iniciativa.
En estos a?os, el proyecto ha servido para reflexionar sobre c¨®mo el sonido puede construir identidades y c¨®mo condiciona la manera en que se interact¨²a con un lugar y un ruido. "Nuestro objetivo es que cuando alguien pinche en el ma pa se pregunte realmente si identifica ese sonido con la experiencia de haber estado all¨ª. Ese es el debate que nos interesa", apunta Erkizia.
Con la colaboraci¨®n del programador Xavi Balderas, el AudioLab ha desarrollado su propia herramienta para subir las grabaciones a la Red. El siguiente paso es "liberar el programa para que cualquiera pueda crear su mapa sonoro", explica Erkizia desde Burdeos (Francia), donde participa en un proyecto art¨ªstico.
![Xabier Erkizia realiza una grabaci¨®n para el proyecto que promueve.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/VNKXMEL7XQ36R5OPMTM6MQCZXM.jpg?auth=549d4e2471d392bcaab1f18e3e6024100071af623d87fcea646c51eec47821fb&width=414)
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