C¨¢mara y De Castro, la no tan extra?a pareja

El uno es zo¨®logo; el otro, bi¨®logo. El uno vive subido a un ¨¢rbol; el otro, en mitad de un casquete polar. El uno mantiene la esperanza de la naturaleza, en que un d¨ªa aparecer¨¢ un oso en el bosque que habita; el otro cree que ya no hay vuelta atr¨¢s en el cambio clim¨¢tico. Los dos son hermanos, a uno le da vida Gonzalo de Castro y al otro Javier C¨¢mara, y ambos protagonizan ?Para qu¨¦ sirve un oso?, la segunda pel¨ªcula de Tom Fern¨¢ndez, que inaugura hoy la 14? edici¨®n del festival de cine espa?ol de M¨¢laga. El certamen, sin abandonar su material primigenio, ha sabido abrirse a otros campos con una f¨¦rrea secci¨®n de documentales y otro ciclo principal destinado a cine latinoamericano, que acompa?an al habitual Zonazine, destinado a un cine diferente que no tiene cabida en la secci¨®n oficial.

Pero hoy lo que llama la atenci¨®n en M¨¢laga, con decenas de periodistas que han rebosado los l¨ªmites de la carpa donde se celebraba la rueda de prensa, era la pareja C¨¢mara - De Castro. Fern¨¢ndez descubri¨® su qu¨ªmica en La torre de Suso, y ahora los ha hermanado en una comedia con mensaje ecol¨®gico, con la que el director sigue apegado a su Asturias: "Hay que buscar el equilibrio del planeta entre todos", y remata: "La etiqueta ecologista hay que superarla porque todos lo somos; para m¨ª, ecologismo es ciudadan¨ªa, pero no quer¨ªa olvidar el aire socarr¨®n".

El mismo Fern¨¢ndez apunta: "Vivimos un momento complicado en la Tierra", antes de comentar entre risas, "parecido a los extra?os tiempos del cine espa?ol". A los dos protagonistas les provoca sonrisas de verg¨¹enza la comparaci¨®n con Walter Matthau y Jack Lemmon. "Por favor", confiesa C¨¢mara, "es imp¨²dico, no se puede ni preguntar. Ellos son dioses", aunque es cierto que en pantalla los espa?oles parecen bastante engrasados en sus 'gags'. Su compa?ero confiesa: "Yo no me canso de que trabajemos juntos, y seguiremos lo que haga falta". O, en palabras de C¨¢mara, "para decir que s¨ª hab¨ªa muchos incentivos, uno era otra Gonzalo, desde luego; otro que por fin iba a trabajar con mi vecina en Madrid Emma Su¨¢rez".

Mientras ellos hablaban, primero en rueda de prensa, luego en entrevistas personales, los turistas desfilaban a sus espaldas, visitando el teatro romano que serv¨ªa de fondo provisional a la charla (desde ma?ana, las comparecencias ser¨¢n en la sede central del festival, el teatro Cervantes). Las masas que saludaban eran el ejemplo perfecto de un certamen que vive de hordas de p¨²blico que grita a sus ¨ªdolos, que pide aut¨®grafos, que rompe cierres de restaurantes con tal de ver un rostro conocido. "A m¨ª", confiesa Tom Fern¨¢ndez, "me hace especial ilusi¨®n inaugurar el certamen, es un honor; es un festival de nuestro cine y hay que sacar pecho y defenderlo. M¨¢laga es un festival que est¨¢ haciendo crecer al cine y el cine est¨¢ creciendo con M¨¢laga". Y esta noche, ba?o de multitudes en la gala de inauguraci¨®n.