La fot¨®grafa que se arrima a Jos¨¦ Tom¨¢s

Saliendo a hombros en la Monumental de Barcelona, serio y concentrado antes de la corrida, sentado en las tablas... La fot¨®grafa alemana Anya Bartels-Suermondt (D¨¹sseldorf, 1965) se ha pegado a Jos¨¦ Tom¨¢s desde 1996 -el a?o en que el torero confirm¨® su alternativa-, le ha hecho desde entonces miles de fotos a quien considera "mucho m¨¢s que un torero" y ahora ense?a medio centenar de ellas, en blanco y negro, en la exposici¨®n Torear es vivir, en la sala Anto?ete de Las Ventas, hasta el 12 de junio. Esta muestra llega a poco m¨¢s de un mes de que el torero reaparezca en Valencia, el 23 de julio, tras la grav¨ªsima cogida que sufri¨® en Aguascalientes (M¨¦xico) el a?o pasado. Su regreso ser¨¢, seg¨²n Salvador Boix, su apoderado, "con el mismo compromiso de siempre".

La autora ha escogido para la muestra una mayor¨ªa de fotos de la plaza Monumental de Barcelona

"Es como un torero antiguo, parece que viene de otro tiempo, por sus miradas, sus gestos", dice la fot¨®grafa

?Pero c¨®mo es que a una alemana le gustan los toros y se convierte en la sombra de Jos¨¦ Tom¨¢s? Ella explica que en esta cuesti¨®n no se trata de ser de un pa¨ªs u otro. "Me enamor¨¦ del mundo del toreo desde que vine a vivir a Espa?a en 1995". Esa fascinaci¨®n entronc¨® con "un espect¨¢culo muy fotog¨¦nico, ante el que la indiferencia es imposible".

Bartels-Suermondt qued¨® fascinada por Jos¨¦ Tom¨¢s desde la primera vez que lo vio. Para definir al diestro emplea palabras como "empaque". "Es mucho m¨¢s que un torero; los hay muy buenos, pero luego est¨¢ ¨¦l. Parece de otro mundo". Esta descripci¨®n de alguien venido de otro planeta se aprecia perfectamente en una de las fotograf¨ªas, en la que se le ve despeinado, con la mirada perdida y el rostro ba?ado por el sudor y la arena. Eso fue en la Monumental de Barcelona, hace dos a?os, y es una de las tomas favoritas de la autora, que ha escogido para la muestra una mayor¨ªa de fotos de la plaza barcelonesa porque le "duele en el alma" que las corridas vayan a desaparecer de Catalu?a. Adem¨¢s, "los aficionados saben que Barcelona es especial para Jos¨¦ Tom¨¢s".

Encantador y culto

En las im¨¢genes de Anya se aprecia que no solo ha hecho fotos de un torero, sino que lo conoce, que se ha acercado a ¨¦l tanto como el diestro a los toros. Por eso puede detallar su car¨¢cter, el de "un hombre encantador, muy culto, lector y discreto con su vida". Alguien que prefiere "el silencio, y eso se refleja en la plaza. Su mirada tiene gran intensidad y es una persona que no tiene dobleces y dice lo que piensa". Esta reportera explica que escogi¨® el blanco y negro para sus fotos por la estampa de Tom¨¢s. "Es como un torero antiguo, parece que viene de otro tiempo, por sus miradas, sus gestos y la fuerza del rostro". Esa pasi¨®n por Tom¨¢s le ha llevado a dedicarle ya dos libros de fotos -uno en 2002, otro en 2009-. Algunas de esas im¨¢genes est¨¢n en la exposici¨®n.

Cuenta Bartels-Suermondt que cuando fotograf¨ªa a Jos¨¦ Tom¨¢s en el patio de cuadrillas, "¨¦l est¨¢ a su aire, son los momentos previos a salir a la plaza, de tensi¨®n, y le noto si est¨¢ m¨¢s o menos nervioso, por eso prefiero trabajar con respeto". Una excepci¨®n a esos instantes en los que "el torero no quiere ni que se le hable" se produjo en la plaza de Algeciras, en 2007, cuando el patio estaba vac¨ªo "y de repente vi que Tom¨¢s pon¨ªa cara de 'pero esto qu¨¦ es' y all¨ª estaba un ni?o tir¨¢ndole del capote de pase¨ªllo". Ese momento especial, el del torero sonriendo al peque?o que se hab¨ªa soltado de la mano de sus padres, es una de las fotos m¨¢s queridas por la periodista. Tambi¨¦n est¨¢ entre sus favoritas la del diestro cansado, con una rodilla en la tierra y su rostro enfocado entre los pitones, mirando fijamente al animal. "Es la imagen del drama del toreo, en aquella tarde cort¨® tres orejas y tuvo tres cogidas, el 15 de junio de 2008, en Madrid".

En la sala Anto?ete, quienes cuidan de la exposici¨®n afirman que la instant¨¢nea que m¨¢s gusta a los visitantes es aquella en la que se ve en primer plano una estocada certera y al fondo al torero desenfocado, en una corrida en El Puerto de Santa Mar¨ªa en el a?o 2008.

Al final, tras pasear por la exposici¨®n Torear es vivir -una frase de Tom¨¢s- lo que queda m¨¢s grabado en la retina son las huellas de la lucha entre el hombre y el toro. Como ese primer plano del torero con las cicatrices de las cornadas, o la que le muestra con cara, pu?o y acero ensangrentado, a punto de entrar a matar o a morir.