El regreso de JT pero ?qu¨¦ regreso?
El anuncio de la vuelta a los ruedos de Jos¨¦ Tom¨¢s es, probablemente, la noticia m¨¢s importante del a?o taurino. Aquella grav¨ªsima cogida de la lejana Aguascalientes nos tuvo a todos en vilo y al torero al borde de la muerte. Su recuperaci¨®n al cabo de 15 meses es un motivo de profunda alegr¨ªa. La persona, Jos¨¦ Tom¨¢s, el hombre, vuelve a hacer vida normal. ?Enhorabuena!
Pero lo que se ha anunciado es que vuelve el torero, esa figura de ¨¦poca, ese revolucionario, ese paradigma de la pureza, que provoc¨® una locura colectiva y se convirti¨® en leyenda. Si es as¨ª, lo que se acaba de comunicar no es una recuperaci¨®n, sino una resurrecci¨®n. El tiempo dir¨¢ si ha habido milagro. Ojal¨¢ as¨ª sea; ojal¨¢ Jos¨¦ haya nacido con esa capacidad inhumana para el olvido de dramas inolvidables; ojal¨¢ vuelva a ser el que fue y nos inunde de nuevo con esa extraordinaria capacidad para crear el misterio que tanto puede sacudirnos y que se llama emoci¨®n.
Pero la natural alegr¨ªa que provoca su vuelta no puede ocultar las dificultades que encierra su propia decisi¨®n: ni ¨¦l es el mismo ni la fiesta ha permanecido inm¨®vil durante su larga ausencia. Solo permanece intacta la afici¨®n, aquella que, con una buena dosis de morbo, algo de miedo y radiante de felicidad, lo convirti¨® en mito y lo elev¨® a los altares.
Jos¨¦ Tom¨¢s no es el mismo, aunque pueda parecerlo. La diferencia es una cicatriz en su cuerpo que ha podido dejar una huella indeleble en su alma. Una cogida como la de M¨¦xico no se va de la cabeza f¨¢cilmente, al igual que estar al borde del precipicio de la vida puede imprimir car¨¢cter. Pero anteayer, su apoderado, consciente de la situaci¨®n, quiso poner el dedo en la llaga: "El torero vuelve con el mismo concepto y compromiso que le ha caracterizado siempre". Y lo dijo porque sabe que, si no es as¨ª, la reaparici¨®n, como tantas otras de grand¨ªsimas figuras, ser¨¢ flor de un d¨ªa. Ese p¨²blico que no ha cambiado no admitir¨¢ ni por ensue?o a un torero que no sea el m¨¢s puro y genuino Jos¨¦ Tom¨¢s, el que pisa terrenos incre¨ªbles, el que asusta a los toros y acepta la cornada en su deseo de no defraudar.
Si no es as¨ª, si no vuelve un clon de la leyenda, se habr¨¢ recuperado el hombre, pero no habr¨¢ resucitado el torero. Y la fiesta se lo demandar¨¢. El ser humano individual suele ser generoso y comprensivo, pero la masa es fr¨ªa y rocosa; y aquellos que lo siguieron con pasi¨®n no dudar¨¢n en volverle la espalda si la cicatriz de Aguascalientes no se borra de su mente.
La fiesta ha evolucionado. Sigue en un momento complicado, con un creciente desapego social, y sin ideas claras de lo que deparar¨¢ el futuro, pero hay toreros que se han encaramado a lo m¨¢s alto y que hoy son competidores peligrosos. El Juli, por ejemplo, es un se?or del toreo, una grandiosa figura que se ha labrado un presente deslumbrante; y Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares, due?o absoluto del arte, ha escrito un antes y un despu¨¦s en la fiesta tras su exitoso paso por Sevilla. Y otros hay, envalentonados ellos, que no parecen dispuestos a perder el tren.
Algunas dudas plantea tambi¨¦n la escenograf¨ªa de un anuncio tan esperado. Estar¨¢ en su derecho Tom¨¢s a ser tan herm¨¦tico como quiera -las noticias sobre su convalecencia han sido escasas y poco esclarecedoras-, pero no es aceptable que el misterio envuelva tambi¨¦n la noticia de su vuelta: ?Por qu¨¦ en la plaza de Valencia? ?Por qu¨¦ no se comunican los siguientes compromisos? ?Por qu¨¦ se ha esperado a que transcurra la feria de Sevilla y est¨¦ en marcha la de Madrid para dar la buena nueva? ?Acudir¨¢ a plazas de exigencia o se limitar¨¢ a una campa?a perif¨¦rica? ?No merec¨ªa Barcelona, su plaza m¨¢s carism¨¢tica, mejor trato que el silencio?
No se puede ocultar una cierta decepci¨®n, consecuencia, quiz¨¢, de ese aire entre la mercadotecnia y el mercantilismo que envuelve a quienes rodean al torero y se empe?an en jugar al secretismo para obtener mayor repercusi¨®n p¨²blica. Saben el torero y los suyos que una figura de su categor¨ªa debe a la afici¨®n un gesto de m¨¢xima responsabilidad el d¨ªa de su reaparici¨®n. La plaza de Madrid, por qu¨¦ no. Saben que debe alternar con todos los toreros, especialmente con los que mandan, y en plazas de primera; y que debe abrir el abanico de las ganader¨ªas que lidie. El mundo ganadero de Tom¨¢s no puede comenzar y acabar en N¨²?ez del Cuvillo.
?Bienvenido, JT! Ojal¨¢ se cumplan sus mejores sue?os. Enhorabuena por haber ganado la partida de la vida. Que todos podamos disfrutar con una resurrecci¨®n anhelada. Que as¨ª sea...
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