Danza de barro en el arrozal

"Vamos a fusionarnos con la naturaleza, sin miedo al barro. ?Todos al agua!". Los agricultores que cultivan los campos de arroz en Deltebre (Baix Ebre) estaban asombrados de los visitantes que recibieron ayer en su lugar de trabajo. Una multitud de j¨®venes llegados de 35 pa¨ªses se adentr¨® en uno de sus arrozales para descubrir los beneficios del barro y las plantas entre movimientos de baile. La performance era una de las citas m¨¢s radicales y esperadas del Festival Deltebre Dansa.

Josep Bartomeu, Polet, un vecino de 67 a?os, dirigi¨® la actuaci¨®n y anim¨® a los participantes a convertir en fiesta una tarea tan tradicional como plantar granos de arroz. "He nacido y me he criado dentro del barro, mi infancia sin los arrozales no tendr¨ªa sentido, soy un pay¨¦s frustrado, pero quiero ense?aros este lugar centenario y, aunque no sepa, intentar¨¦ seguir vuestros movimientos modernos de baile", explic¨®.Los oyentes le correspondieron entregados y danzaron al sonido de m¨²sica tribal. Mientras se adentraba en el agua con los j¨®venes, les iba explicando la raz¨®n de la actuaci¨®n en un lugar tan at¨ªpico.

"Hasta los 20 a?os trabaj¨¦ en la agricultura, plantando y segando los campos de arroz, despu¨¦s todo se mecaniz¨® y perd¨ª el trabajo; pero si lo damos a conocer, este mundo ya desconocido volver¨¢ otra vez", prosigui¨®. mientras invitaba a los temerosos bailarines a convertir en un torbellino las aguas en calma de la parcela. Explic¨® a los j¨®venes los beneficios del barro en la piel, les anim¨® a ponerse plantas en la cabeza para integrarse con el entorno, a masajearse unos a otros... y tambi¨¦n a deslizarse por el campo."No hay una sensaci¨®n de felicidad tan grande como quedar suspendido en el agua de este paraje tan verde", dec¨ªa entregado.

Los ritmos tribales de la performance convirtieron la escena en una verbena primitiva. "Siempre nos quejamos de que todo est¨¢ demasiado institucionalizado. Hacer una actuaci¨®n en un lugar como este convierte la danza en algo muy humano y acercas el arte a las ra¨ªces", explic¨® envuelto en barro y arena Roberto Oliv¨¢n, director del Festival Deltebre Dansa. Es el octavo a?o que programa esta escuela de danza, que se ha convertido ahora tambi¨¦n en festival. Al principio, se realizaba en Tortosa, pero desde la cuarta edici¨®n se traslad¨® al lugar actual.Cada verano durante 15 d¨ªas acoge a 150 j¨®venes actores, bailarines y artistas de circo venidos de pa¨ªses tan dispares como Jap¨®n, el Reino Unido, Brasil y Francia. Son profesionales o aficionados y reciben clases de creaci¨®n contempor¨¢nea."En 24 horas est¨¢bamos desboradados de solicitudes, pero"Esta vez hemos querido integrar tambi¨¦n a la gente local", relata Oliv¨¢n. Por eso, hasta el 9 de julio las clases se complementan con actuaciones gratuitas cada d¨ªa en el centro c¨ªvico. El lunes actuar¨¢ el colectivo Les Slovaks; el jueves, Samuel Lefeuvre & Peter Jasko, y el s¨¢bado preparan una gran fiesta final en el Parc del Riu con la m¨²sica de Always Drinking Marching Band.