El triunfo de la torifactor¨ªa
Seis bombones, seis lidiaron esta tarde de domingo en la Monumental tres artistas, tres, que cortaron nueve orejas, nueve. Seis toros de esos que desear¨ªa cualquier madre de torero que lidiaron sus hijos cada tarde. Ni un mal derrote, ni un feo, sosotes, s¨ª; escasos de fuerzas, s¨ª, pero buena gente. Entre garcigrandes y hern¨¢ndez, a falta de cuvillos, van a conseguir con sus gen¨¦ticas, adn y c¨¦lulas madre, los toros padre. El toro que no necesita ser picado, directo a la muleta, con lo que se har¨¢ felices a toreros, a muchos aficionados y a parte de los visionarios (esos que liberan granjas de visones). Los toros eran bomboncitos y La Monumental bombocilandia, regalando orejas.
DOMINGO HERNANDEZ-GARCIGRANDE / EL JULI, SEBASTIAN CASTELLA, JOS? MAR?A MANZANARES
Toros de Domingo Hern¨¢ndez y Garcigrande.
Al primero, de domingo Hern¨¢ndez, se le pidi¨® el indulto,el sexto fue devuelto al corrales por cojo; el resto fueron Garcigrandes con poco juego en caballos, justos de cabeza y en la muleta, con buen juego;
El Juli: faen¨®n, estocada, aviso, y dos orejas con petici¨®n de indulto al toro; estocada y oreja.
Sebastian Castella: estocada tendida, dos orejas; estocada tendida, dos orejas.
Jos¨¦ Mar¨ªa Manzanares: tres pinchazos, aviso y estocada, aplausos; estocada recibiendo y dos orejas.
La Monumental de Barcelona. Cerca de media entrada, unas 9.000 personas.
Va a cumplir 30 a?os, y ha matado cerca de 3.000 toros y cortado m¨¢s de 1.300 orejas. Al valor de El Juli se le a?ade hoy sabidur¨ªa, consistencia, empaque. Y todo eso lo hace un torero de garant¨ªas. En el primero, de nombre Cascar¨®n confi¨® en ¨¦l desde que acudi¨® bravo al caballo para recirbir la puya y media de rigor. Y con la muleta le tore¨® profundo desde el primer pase de castigo hasta los pases de pecho a c¨¢mara lenta. Con la derecha y con la izquierda, arrastr¨® la muleta y ah¨ª fue siempre el negro cascaron leal, fiel y bravo. Se regode¨® en la faena, porque ni le hizo un derrote ni un paso en falso. Le mir¨® al presidente, pero este le dijo que a matar, nada de indultos. Mat¨® bien y a¨²n muri¨® mejor Cascar¨®n
En su segundo, repiti¨® ganas y porf¨ªa, y alegr¨ªa. El toro no era el mismo, rampl¨®n, manso, pero daba igual con El Juli a los toros solo le quedan dos alternativas, embestir o embestir. Y as¨ª logr¨® una oreja.
A Castella le toc¨® Dardo, un casta?o claro, flojo de carnes, como si siguiera la dieta dunkan, aunque de buena cornamenta. Acudi¨® al caballo a por dos picotazos, porque Castella vio que ah¨ª ten¨ªa otro bomb¨®n. Le acud¨ªa de lejos a los caballos, a las banderillas, a la muleta, donde Castella comenz¨® con unas manoletinas en el tercio y sigui¨® con profundos redondos. Si Cascar¨®n era un chollo, Dardo era un bomb¨®n. Se arrancaba desde 20 metros. Con puyazos o sin ellos, hoy en d¨ªa muy dif¨ªcil de ver. El culmen de su faena fueron unos naturales profundos, lentos, desmayados en el centro del redondel, sin moverse. En el quinto de la tarde,repiti¨® sitio, y el p¨²blico le lleg¨® calentito a la muleta gracias al gran par que coloc¨® su reiletero Javier ambel. El toro le lleg¨® divino a la muleta y ¨¦l lo aprovech¨® con torer¨ªa y calidad. A diferencia de El Juli, Castella dio m¨¢s aire a sus toros, quiz¨¢s para que recuperaran fuerzas, pero el resultado es que se amodorraba y el p¨²blico se le enfri¨®, no lo suficiente para retirarle las orejas.
Manzanares puso arte y cari?o a su primero, pero se excedi¨® su picador un poquito, lo suficiente para que el manso se quedara sin fuerzas y le desluci¨® la faena. En el que cerraba plaza, Manzanares se las vio con Exiliado, que sali¨® al ruedo mientras el p¨²blico gritaba libertad libertad. El toro, un colorado, de ojos tristes, cojo total volvi¨® a corrales, y le sacaron otro colorao pero con 40 kilos m¨¢s. Lancha se encel¨® con el picador dos veces y porque no le dejaron m¨¢s, pero luego se qued¨® en la muleta, irregular, sin que el torero de Alicante luciera su ¨¢ngel en una tanda completa. Pero daba igual, tras 45 segundos esperando a que el toro acudiera a su encuentro, dio la estocada de la noche. Lo mejor de su faena fue la suerte final.
Si no se llevaron m¨¢s orejas fue, casi, porque no hab¨ªa, 9 de 12 no porque los toros fallara. Ni un disgusto les dieron, ni medio susto. Son los toros con garant¨ªa asegurada, como los melones o las sand¨ªas sin pepitas, esto es la torofactor¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.