15 minutos de fama subacu¨¢tica
El fot¨®grafo Kirk Weddle relata c¨®mo sac¨® la imagen de la portada de 'Nevermind' de Nirvana sin conocer siquiera al grupo
Para Kirk Weddle era sobre todo la oportunidad de dejar de "fotografiar putos coches". Esa era, en el verano de 1991, la ocupaci¨®n principal de este free lance tejano. Hasta que la discogr¨¢fica DGC Records le contrat¨® para otro tipo de trabajo. Se trataba de inmortalizar un ni?o bajo el agua de una piscina, para la portada de un disco de una banda de Seattle. Aunque esa segunda parte Weddle la ignoraba. "No me explicaron nada de que hab¨ªa un grupo de por medio; supongo que fue para que no pidiera m¨¢s dinero", recuerda. De todos modos, el fot¨®grafo admite que por aquel entonces no ten¨ªa ni idea de qui¨¦nes eran. Tardar¨ªa poco en descubrirlo: aquel grupo, Nirvana, y aquel ¨¢lbum, Nevermind, cambiar¨ªan la historia de la m¨²sica.
En realidad, adem¨¢s de los coches, hac¨ªa poco que Weddle hab¨ªa empezado a jugar tambi¨¦n con la fotograf¨ªa bajo el agua. Le hab¨ªa convencido Renta Elden, madre de Spencer, precisamente el ni?o que sale en la portada de Nevermind. As¨ª que cuando hubo que escoger a un beb¨¦, la conclusi¨®n fue obvia. Las complicaciones llegar¨ªan despu¨¦s. "Kurt [Cobain] quer¨ªa un ni?o que naciera debajo del agua pero era demasiado dif¨ªcil de retratar", cuenta Weddle.
Finalmente se apost¨® por un beb¨¦ desnudo tratando de alcanzar un d¨®lar atado a un hilo. Pero no bastaba. O m¨¢s bien, bastaba hasta cierto punto. "Metimos a Spencer bajo el agua y... ?bang, bang ,bang! En cinco segundos ten¨ªa las im¨¢genes. Aunque, claro, no pod¨ªa ir a mi cliente y decirle: 'Mira, tengo la foto de un pene, dame el cheque", sostiene Weddle.
Lo que hizo entonces el tejano fue acudir a una cercana escuela de nataci¨®n y ofrecer entre 50 y 200 d¨®lares a los padres que aceptaran que sus hijos fueran fotografiados al estilo de Spencer. Weddle recuerda en especial a una ni?a: "Era una m¨¢quina. Debajo del agua era un motor". Sin embargo sus fotos no fueron escogidas, por una simple raz¨®n biol¨®gica. "Los discogr¨¢ficos las vieron y dijeron: 'Queremos el pene, queremos el pene", relata Weddle.
Una vez terminado el trabajo, adem¨¢s del pago el fot¨®grafo recibi¨® unas entradas para un concierto de Nirvana para dentro de un par de meses. Fue a verlos y al d¨ªa siguiente, por la ma?ana, hasta pudo conocerles. Aunque Weddle considera que fue el contexto menos adecuado: "Es un error quedar con un grupo de madrugada. Hab¨ªan tocado la noche anterior y estaban muertos. Kurt hab¨ªa dormido dos horas y se qued¨® sobado. Recuerdo que Dave [Grohl] era un buen tipo". Con el grupo Weddle repiti¨® el experimento que hab¨ªa tenido ¨¦xito con Spencer. De esa madrugada salieron cuatro fotos que retratan a los Nirvana tocando bajo el agua.
Luego, los caminos del grupo y del fot¨®grafo se separaron. Nirvana se fue a escalar la historia de la m¨²sica y alcanz¨® la cresta de la ola. Weddle volvi¨® a su anonimato pero con una sonrisa: "Fueron mis 15 minutos de fama".
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