"Ahora empiezan las cosas serias"
A finales de los sesenta, Jessica Lange solo pensaba en la fotograf¨ªa. Consigui¨® una beca para estudiar Arte en la Universidad de Minnesota. Y lleg¨® a ir a clases. Pero acab¨® en Par¨ªs estudiando interpretaci¨®n y mimo. El cine gan¨® una estrella y durante m¨¢s de dos d¨¦cadas la fotograf¨ªa perdi¨® una perspicaz cazadora de momentos. "Yo no lo echaba de menos. No ten¨ªa mucha disponibilidad para ello. Aun as¨ª, siempre me he encargado, y lo sigo haciendo, de tomar las fotos en los acontecimientos familiares. Y durante estos a?os he coleccionado fotograf¨ªa", cuenta Lange (Cloquet, Minnesota, 1949). A inicios de los noventa, Sam Shepard, su pareja, le regala una Leica M6, y su pasi¨®n resucita: "A¨²n llevo la Leica conmigo y tengo una relaci¨®n muy fuerte con ella sentimentalmente. Es una m¨¢quina, una herramienta fant¨¢stica y muy discreta; un objeto muy personal, y me pregunto c¨®mo podr¨ªa realizar im¨¢genes con otra c¨¢mara. Cuando me la regal¨® Sam me qued¨¦ muy sorprendida, y pens¨¦: 'Ahora empiezan las cosas serias".
Y las cosas serias han acabado en publicaciones de libros con su trabajo y en exposiciones, como la que se inaugura el 10 de septiembre en el Centro Niemeyer de Avil¨¦s, una producci¨®n de diCHromA Photography, comisariada por Anne Morin, que despu¨¦s de la localidad asturiana ir¨¢ a otras ciudades europeas. En la muestra, de 78 fotos, hay bastante material sobre M¨¦xico. "Lo adoro. Primero, por la gente, por su generosidad, su sencillez. Por otro lado, la relaci¨®n con el tiempo es distinta, es m¨¢s distendida. M¨¦xico es como de otro tiempo; siempre pasa algo en las calles de los pueblos. Son como peque?os teatros. Y hay en M¨¦xico una luz extraordinaria, que reviste las escenas de una dimensi¨®n irreal. Cuando empieza a anochecer, el dramatismo de la luz es m¨¢s potente".
La Lange fot¨®grafa se siente "bien" con la c¨¢mara en mano. "Muchas veces hasta me encuentro a m¨ª misma en ellas, mis im¨¢genes me retratan. Cuando salgo a fotografiar siempre voy sola". Y as¨ª, pasea a la caza. "Soy alguien paciente, s¨¦ esperar el momento. No tengo prisa a la hora de disparar; voy al ritmo de mis deambulaciones, con calma, atenta. Mis fotograf¨ªas son combinaciones de varios elementos. Una situaci¨®n, una luz particular, un momento. No lo fomento, lo espero. Cuando un elemento me pod¨ªa fallar, por ejemplo, una escena en una calle o la posici¨®n de una persona en el escenario, he logrado seguir a esta persona hasta que encajaba en la construcci¨®n de mi imagen. Siempre llevo mi c¨¢mara conmigo. La primera cosa, el motivo de captar una imagen, es una emoci¨®n. Esta emoci¨®n puede proceder de una situaci¨®n, un gesto, una mirada, un paisaje, el mundo est¨¢ lleno de pretextos para las emociones. Para revelarlas hay que estar predispuesto a ello, receptivo; creo que requiere una cierta aptitud a la hora de mirar; y me parece que la fotograf¨ªa es un gran ejercicio para mantener viva esta facultad".
Y no hay m¨¢s secreto. Lange responde desde Los ?ngeles, donde rueda -"esta noche saldr¨¦ con la Leica a ver qu¨¦ encuentro"-, y confiesa que toda esa pasi¨®n por el blanco y negro y el grano azotado no esconde grandes pretensiones art¨ªsticas: "Solo quiero retener lo que he visto en un momento preciso; no hay m¨¢s intenci¨®n. Lo que no quiere decir que no sea cr¨ªtica con mi trabajo".
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