Zaragoza acoger¨¢ la pr¨®xima edici¨®n del Congreso de Cultura Iberoamericana
El encuentro de Mar del Plata se clausura en el filo entre pol¨ªtica y militancia
Tras M¨¦xico, Brasil, Colombia y Argentina le llega el turno a Espa?a. En la noche del s¨¢bado (hora local) se ha clausurado en Mar del Plata el IV Congreso Iberoamericano de Cultura con el anuncio de que la ciudad espa?ola de Zaragoza acoger¨¢ la cita dentro de un a?o. La tecnolog¨ªa ser¨¢ all¨ª el tema de discusi¨®n. El encuentro que se ha despidido a orillas del Atl¨¢ntico despu¨¦s de tres d¨ªas de coloquios, conciertos y exposiciones llevaba por lema "Cultura, pol¨ªtica y participaci¨®n popular" y ha ratificado un giro que en Am¨¦rica Latina desborda desde hace tiempo tanto las bellas artes como la visi¨®n industrial de la creaci¨®n ligada al consumo de productos (culturales). No en vano las palabras m¨¢s repetidas desde el jueves han sido dos: integraci¨®n social.
El congreso marplatense ha certificado, de Medell¨ªn (Colombia) a Chascom¨²s (Argentina), la casi milagrosa utilidad del hip hop o la m¨²sica cl¨¢sica como ant¨ªdotos contra la violencia en barrios conflictivos. Entretanto, la sombra de un foro que ha reunido a 2.500 participantes de 22 pa¨ªses no ha estado en la difusi¨®n de experiencias concretas y exitosas -adi¨®s a la cultura florero- sino en la simb¨®lica confusi¨®n entre Estado, Gobierno y partido que por momentos ha te?ido el congreso. En un pa¨ªs que el pr¨®ximo 23 de octubre acudir¨¢ a las urnas para elegir presidente, los participantes en el Congreso Iberoamericano eran recibidos por un mural firmado por Brigada Pl¨¢stica y compuesto por un retrato del fallecido N¨¦stor Kirchner al que rodeaban en aureola las efigies de, entre otros, Lula da Silva, Hugo Chavez, Evo Morales, Rafael Correa o su propia viuda, Cristina Fern¨¢ndez, actual presidenta del pa¨ªs organizador.
"Cuando la juventud se pone en marcha, el cambio es inevitable", afirmaban, le¨ªdas por el presentador de los actos de cierre, las conclusiones de uno de los grupos de trabajo, el de los j¨®venes creadores. La frase fue acu?ada, ley¨®, por un "eterno l¨ªder latinoamericano" que "nos identifica a todos y todas". Lo que no se dec¨ªa es que ese l¨ªder era el propio N¨¦stor Kirchner, cuyo poder representativo sigue siendo grande en la rep¨²blica que presidi¨® pero se dir¨ªa un tanto menor en un ¨¢mbito geogr¨¢fico que aglutina a m¨¢s de 500 millones de personas cuya diversidad que no ha parado de loarse estos d¨ªas.
M¨¢s all¨¢ del culto militante a ciertos l¨ªderes por parte de algunos de los congregados en un evento institucional -en el estrado un ni?o ley¨® un folio en el que se ped¨ªa respeto para el derecho de la infancia a "tener ideolog¨ªa"-, del encuentro de Mar del Plata -que, como todos los congresos de este tipo, forman parte desde 2008 de la agenda de las cumbres de presidentes iberoamericanos- ha salido una bater¨ªa de peticiones destinadas a los diferentes Estados. Algunas de car¨¢cter conceptual y salpicadas por t¨¦rminos como integraci¨®n o identidad; otras m¨¢s concretas como la solicitud por parte de los escritores de que se cree el Instituto Rub¨¦n Dar¨ªo para la difusi¨®n en el mundo de la cultura y las lenguas de Latinoam¨¦rica (algo as¨ª como un Cervantes internacional); y otras concret¨ªsimas como la demanda de que los Gobiernes destinen el 0,1% de su presupuesto al apoyo de la cultura popular comunitaria, la que trabaja barrio a barrio, all¨ª donde la ret¨®rica se pone diariamente a prueba.
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