Vecinos a la fuerza
El escritor Andrea Molesini narra en 'Entre enemigos' la inc¨®moda cohabitaci¨®n entre los ocupantes austriacos y los italianos invadidos durante la Primera Guerra Mundial
Caporetto es un municipio de unos 4.000 habitantes en la Eslovenia occidental. Para todo italiano ese nombre arrastra adem¨¢s el eco de una de las mayores tragedias de la historia nacional. All¨ª se derrumb¨® en 1917 la resistencia del ej¨¦rcito de Italia, despedazada por los golpes letales de los austriacos en la Primera Guerra Mundial. Y la expresi¨®n "es una [batalla como] Caporetto" todav¨ªa suena a quintaesencia del fracaso en la pen¨ªnsula it¨¢lica. Los Habsburgo penetraron m¨¢s all¨¢ de los Alpes y ocuparon el noreste del pa¨ªs, lo que oblig¨® a los que all¨ª resid¨ªan a una inc¨®moda convivencia con los soldados enemigos. En esa gran tela, el pincel del escritor veneciano Andrea Molesini ha dibujado la mansi¨®n Villa Spada, cuyo d¨ªa a d¨ªa entre la familia que la habita y los oficiales austriacos que la ocupan narra en Entre enemigos (Lumen), que se publica ahora en Espa?a.
"Prefiero las novelas donde los personajes cuentan m¨¢s que la trama", dice el autor
"Esta novela me atormentaba desde 2005", asegura Molesini, ganador hace pocas semanas del prestigioso Premio Campiello a la mejor novela italiana del a?o. En concreto, desde que en su casa y sin que el escritor pueda recordar c¨®mo, apareci¨® un diario de la hermana de su abuelo, Mar¨ªa Spada. Taca?a hasta la m¨¦dula, la mujer escrib¨ªa que no quiso abandonar su villa tras la llegada de los austriacos por miedo a que le robaran todo. El vaso de Entre enemigos ya ten¨ªa su primera gota. Molesini empez¨® a llenarlo con un coloreado c¨®ctel de protagonistas: "Prefiero las novelas donde los personajes cuentan m¨¢s que la trama. A la hora de escribir priman tus emociones y las de los protagonistas. La historia llega despu¨¦s".
La trama tambi¨¦n se asoma despu¨¦s de unos cap¨ªtulos. Es lo que se tarda en empezar a apreciar la relaci¨®n con tintes de s¨ªndrome de Estocolmo entre ocupados y ocupantes. "En el fondo, las familias y los oficiales extranjeros no ten¨ªan muchas diferencias culturales; se parec¨ªan m¨¢s entre ellos que los se?ores con sus granjeros", cuenta el autor. Para acabar Entre enemigos, Molesini tambi¨¦n se sumergi¨® entre cartas, documentos, fotograf¨ªas, museos de la ¨¦poca y un par¨¦ntesis por el pol¨ªgono de tiro. "Fui para probar lo que sentir¨ªa Paolo [el joven hu¨¦rfano narrador de la obra] al apuntar con una pistola", cuenta. A fuerza de remezclar ideas y experiencias, el italiano por fin volc¨® sobre 326 p¨¢ginas una copa peculiar: "Se ha escrito mucho en Italia sobre la Primera Guerra Mundial, pero nunca de los territorios ocupados y de la vida all¨ª".
Molesini asegura que la novela no es autobiogr¨¢fica, pero lo cierto es que la vida mezclada que cuenta en el libro es tambi¨¦n la clave de b¨®veda de su propia existencia. Autor de poes¨ªas y cuentos infantiles, traductor de Ezra Pound y de William Faulkner, profesor de literatura italiana, Molesini creci¨® entre los canales de una ciudad que anula las diferencias sociales: "En Venecia el m¨¢s noble habla con el m¨¢s pobre. Tal vez porque no hay coches y pasamos tanto tiempo caminando". Las callejuelas de su ciudad le ense?aron al joven Molesini tambi¨¦n la lentitud; otra asignatura la aprendi¨® del que define como "el libro de los libros": "Le¨ª La Odisea con 11 a?os. Cuando Ulises en el infierno le pregunta a Aquiles si se alegra de que all¨ª le sigan venerando, este contesta que preferir¨ªa ser el ¨²ltimo de los aprendices con tal de estar vivo. Hay un agarre a la vida que el cristianismo y la creencia en el para¨ªso en parte han arruinado".
El a?o del hambre
A sus ¨²ltimas fuerzas se agarraron los italianos que resistieron tras el fracaso de Caporetto. "Miles de personas murieron. La gente se com¨ªa hasta las ratas y a 1918 se le sigue llamando el a?o del hambre", afirma el autor. Nada comparable con la Italia de hoy, aunque quiz¨¢s s¨ª haya un aspecto parecido. Entonces, "un rey enano [el soberano Vittorio Emanuele era baj¨ªsimo] estaba llevando el pa¨ªs a la deriva", escribe en su web Molesini. Un destino y un protagonista que sugieren comparaciones inquietantes con la actualidad berlusconiana. "Bueno, s¨ª. Supongo que es casual", se r¨ªe el veneciano. Bastante menos gracia le hace la actitud del actual Gobierno hacia la cultura, ya sea human¨ªstica o cient¨ªfica: "Nunca un ejecutivo ha sido tan indiferente. Les da exactamente igual".
Uno de los autores favoritos de Molesini, Tomasi di Lampedusa, hablaba en El Gatopardo de "cambiar todo para que nada cambie". Hoy en d¨ªa, sin embargo, hay un tren que, seg¨²n el italiano, ya corre demasiado r¨¢pido como para pararlo. "El tema de ser hu¨¦spedes en casa propia que trato en la novela es una met¨¢fora del mundo occidental. Estamos invitados a un destino que no hemos escogido. Nos gustaba ser un club de naciones ricas que establec¨ªa las reglas: ahora culturas y pa¨ªses ajenos nos han derrocado y no estamos acostumbrados". Por lo menos, no es una Caporetto.
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