Robert Glasper: "El jazz es el padre del 'hip hop"
El pianista, 'enfant terrible' del g¨¦nero, act¨²a con su tr¨ªo en Madrid y Badajoz
"Si me tuviera que definir dir¨ªa que soy un m¨²sico de jazz al que le gustan muchas cosas, y no s¨®lo el jazz". Conocido por su capacidad para combinar los sonidos del jazz y el hip-hop, el pianista Robert Glasper (que ha firmado tres discos para el sello Blue Note) vuelve a Espa?a para actuar con su tr¨ªo, ma?ana por la noche en Madrid (teatro Fern¨¢n G¨®mez), y el jueves en Badajoz.
Como tantos otros, Robert Glasper se hizo m¨²sico de jazz en la Iglesia: "mi iglesia era tan peque?a que no cab¨ªa un bajo ni una bater¨ªa, todo lo que hab¨ªa era un piano no demasiado bien afinado, as¨ª que tuve que aprender a apa?¨¢rmelas por m¨ª mismo para conseguir hacerlo todo y que la cosa sonara". De aquellos lodos surgi¨® el enfant terrible que hoy blande la bandera de un jazz felizmente contaminado con los sonidos de la modernidad: "me encanta decir que soy m¨²sico de jazz. Entiendo que hay muchos a los que no les gustan que se les llame as¨ª, porque temen que el p¨²blico no va a ir a escucharles pero no es mi caso. Para m¨ª, el jazz es una reflexi¨®n acerca de la sociedad en la que vives. Cada periodo tiene su tipo de jazz. En los cincuenta, los m¨²sicos de jazz tocaban la m¨²sica del momento en que viv¨ªan. En los sesenta, lo mismo. Pero esa cadena se ha roto. La idea generalizada es que los m¨²sicos de jazz, hoy, tocan m¨²sica vieja. El p¨²blico piensa en el jazz como en una foto en blanco y negro, y siempre los mismos artistas: Thelonious Monk, Charlie Parker, John Coltrane, Miles Davis... luego se quejan de que el jazz no es popular".
Para Robert Glasper, mezclar a Herbie Hancock con Radiohead o a Thelonious Monk con J Dilla es lo mas natural del mundo: "estoy seguro de que si Miles hubiera tenido a Dilla en los cincuenta hubiera tocado su m¨²sica". Glasper se refiere a su m¨²sica como el resultado de un proceso de fusi¨®n org¨¢nico: "hago lo que hago porque me gusta y porque me sale as¨ª, de una forma natural. Toco de habitual con artistas del hip-hop como Mos Def o Bilal, son mis amigos, incluso visto al estilo del hip-hop. Sin embargo soy un m¨²sico de jazz. Lo ideal es combinar ambas cosas. Me encanta cuando veo la audiencia y hay un tipo mayor que ha venido para escucharme tocar est¨¢ndares y, a su lado, un quincea?ero que est¨¢ bailando con una canci¨®n de Dilar. Algo que no ocurre en el caso de otros m¨²sicos de jazz metidos a int¨¦rpretes de hip- hop: no voy a dar nombres, pero Vd. y yo sabemos de muchos que se ven obligados a tocar hip-hop para que no digan que son unos vejestorios... yo no digo que haya que tocar hip-hop para ser moderno, la m¨²sica de hoy tiene otras muchas vertientes. El papel del m¨²sico de jazz es servirse de ellas para crear su propio mundo, pero debe escoger lo que realmente le llegue al coraz¨®n, no sentirse obligado a nada. Para ser moderno lo primero que tienes que ser, es honesto".
El concepto de modernidad
Una y otra vez, Glasper reivindica el concepto de modernidad para la m¨²sica que interpreta: "yo soy moderno por necesidad, porque entiendo el momento en que vivimos, porque es mi momento. Algunos dicen que soy un francotirador porque mezclo las cosas, pero el jazz era as¨ª al principio. Los m¨²sicos de jazz siempre han sido modernos. De hecho, puede decirse que el jazz es el padre del hip-hop".
Para Glasper, si el jazz ya no es lo que era, se debe, en parte, a la cobard¨ªa de quienes lo interpretan: "una de las caracter¨ªsticas del momento presente es que se coloca a los m¨²sicos del pasado en un pedestal tan alto que, quienes vienen detr¨¢s son incapaces de luchar para ser como ellos, y terminan d¨¢ndose por vencidos. Esto es algo que s¨®lo ocurre en el jazz. Si te fijas en el baloncesto, por ejemplo, Kobe Bryant o LeBron James comenzaron intentando parecerse a Michael Jordan y ahora son dos estrellas indiscutibles. El m¨²sico de jazz se ha vuelto cobarde. Peor todav¨ªa: se ha generado un clima en el que decir que uno quiere ser mejor que John Coltrane est¨¢ considerado una insolencia. Me ha pasado a m¨ª. Pero Coltrane, o Parker, o Monk, eran seres humanos. Yo pienso que eso es precisamente lo que uno debe pensar, porque si piensas en grande, llegar¨¢s a algo grande, pero si no lo haces, siempre estar¨¢s en el mismo sitio".
Como el resto de los artistas que integran el programa del XXVIII Festival de jazz de Madrid, Robert Glasper ha renunciado a cobrar su cach¨¦ para depender de la taquilla: "pero ?qu¨¦ otra cosa puedes hacer en un momento como ¨¦ste? El momento que vivimos es terrible para la cultura. No hay dinero para nada, y mucho menos para la m¨²sica, el jazz. Y quede claro que no es una cuesti¨®n de que a la gente le guste o le deje de gustar la cultura: es que la necesita. Pueden recortar todos los fondos que se quiera, no podr¨¢n nunca suprimir la raz¨®n por la que necesitamos la cultura. Ocurre lo mismo en Am¨¦rica. Ya no hay bandas de m¨²sica en los colegios porque no hay dinero, pero cuando la gente va a la gran ciudad, lo primero que hacen es ver d¨®nde se puede escuchar m¨²sica. Por eso estoy aqu¨ª, para servir de inspiraci¨®n y porque creo que es importante dar la oportunidad a la gente de sentir la m¨²sica".
Un sentimiento que, en el caso de Glasper, est¨¢ asociado al de la sorpresa que generan sus conciertos: "una hora antes de salir a escena, no tengo la menor idea de lo que vamos a tocar. Todo depende de las vibraciones que genere la audiencia. Algunos m¨²sicos recorren el mundo tocando cada noche lo mismo, a m¨ª me gusta ver primero c¨®mo reacciona el p¨²blico y s¨®lo entonces decido tocar una cosa u otra, as¨ª que nunca se sabe...cada audiencia tiene su propia lista de canciones".
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.