Premio Cervantes a una poes¨ªa de nuestro tiempo
?Qu¨¦ se premia en la poes¨ªa de este longevo poeta chileno, Nicanor Parra, nacido en 1914? En 1937 hab¨ªa publicado un libro, Cancionero sin nombre, cuyo lenguaje (incluyendo el t¨ªtulo del poemario) dejaba a la vista un modelo, el del Romancero gitano de Garc¨ªa Lorca. Pero no fue trabajando en esta direcci¨®n como Parra dio con el tipo de poema que le permitir¨ªa ocupar un lugar revolucionario en la historia de la poes¨ªa chilena y, m¨¢s all¨¢, en la poes¨ªa en lengua espa?ola. Fueron necesarios otros est¨ªmulos po¨¦ticos y otras experiencias biogr¨¢ficas, a los que se abre con su primer viaje a Estados Unidos (como estudiante de postgrado en f¨ªsica) entre 1943 y 1945, y luego su viaje a Inglaterra (tambi¨¦n como estudiante de postgrado) entre 1949 y 1951. Su gran revelaci¨®n en Estados Unidos fue Whitman y su lenguaje "relaxed", y en Inglaterra, John Donne y los poetas metaf¨ªsicos (William Blake). Fue ah¨ª, en Inglaterra, donde, dice Parra, se hizo "plenamente consciente del oficio de poeta". Todo ello desde luego articulado a la experiencia de un tiempo cotidiano (en ciudades de sociedades modernas desarrolladas), de sus tensiones, de sus implicaciones desde el punto de vista de la cultura, la literatura, el arte.
En 1954 Parra publica un libro inaugural: Poemas y antipoemas. Por supuesto, son los "antipoemas" los que introducen la novedad: un poema fuertemente narrativo, construido a partir del lenguaje de todos los d¨ªas, del que se oye en la calle, o se escribe en los diarios, con su misma sintaxis, suelta, y con un personaje en las ant¨ªpodas del "h¨¦roe". El "anti" remite a la relaci¨®n de ruptura con el lenguaje tradicionalmente "po¨¦tico", y, de una manera m¨¢s definida, a la relaci¨®n subversiva frente a la poes¨ªa de Huidobro y sobre todo de Neruda, que si bien transita por el espacio desconstructor de las vanguardias, no rompe con la idea modernista de lenguaje po¨¦tico. El antipoema desarrollar¨¢ en los a?os siguientes su propia l¨®gica interna, que es la l¨®gica de toda una po¨¦tica. Este desarrollo tiene dos momentos de articulaci¨®n mayor: uno, representado por el libro Artefactos, de 1972, y el otro por los dos libros de Sermones y pr¨¦dicas del Cristo de Elqui, 1977 y 1979. Los "artefactos" llevan al l¨ªmite de la explosi¨®n la discordia con la idea de poema modernista, incluso con la idea misma de libro (Artefactos es una caja llena de tarjetas-los "poemas"-). Los Sermones se instalan ya (en t¨¦rminos de lenguaje, de tono) en un campo conquistado, dominado por la distensi¨®n y la iron¨ªa: un poema ya definitivamente "posmoderno".
No es muy distinta la trayectoria de la antipoes¨ªa a la del arte contempor¨¢neo, ese que va desde Duchamp hasta Warhol. En Chile, Am¨¦rica Hispana, Espa?a, la antipoes¨ªa introdujo un giro, un cambio (tem¨¢tico, est¨¦tico) por cuyos efectos ha pasado no s¨®lo la poes¨ªa posterior, sino tambi¨¦n, en muchos aspectos, la narraci¨®n (pienso en Bola?o, por ejemplo).
Le¨®nidas Morales, experto en Nicanor Parra, es Profesor Titular Literatura Chilena e Hispanoamericana en Universidad de Chile
Babelia
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