La reivindicaci¨®n del juego tradicional como recurso educativo
Los juegos de mesa y las din¨¢micas de juego sin pantallas siguen siendo claves en el desarrollo infantil y los procesos de aprendizaje a todas las edades
Tras el confinamiento provocado por la pandemia, muchos de los j¨®venes que pasaron por la consulta de Silvia ?lava (psic¨®loga, autora y experta en educaci¨®n) le confesaban que ¡°echaban de menos jugar con sus padres¡±, una costumbre que muchas familias adquirieron durante los meses de reclusi¨®n forzada. ¡°Ya se nos ha olvidado que estuvimos muchos meses metidos en casa; parece casi como de otra vida. Entonces las familias rescataron los juegos de mesa porque no quedaba otra, pero eran momentos muy divertidos¡±, sostiene. ¡°Lo que ocurre es que el adolescente necesita que t¨² le invites, y aunque al principio pueda sentarse sin muchas ganas, luego se va a ir picando, se lo llegan a pasar muy bien y adem¨¢s aprenden cosas¡±. Porque, para esta experta, hay una verdad que es universal: nunca se es demasiado mayor para jugar (ni para aprender jugando).
En una sociedad tan digitalizada e interconectada, reivindicar la importancia de los juegos de mesa y los juegos tradicionales tanto en casa como dentro del aula nunca est¨¢ de m¨¢s. Y no viene mal porque, adem¨¢s del componente l¨²dico, el juego sin pantallas ocupa un lugar clave en el desarrollo cognitivo, social y emocional de ni?os y j¨®venes que no puede ni debe ser sustituido por una herramienta tecnol¨®gica que te lo da todo hecho y de forma instant¨¢nea. En el caso de los adolescentes, adem¨¢s, es fundamental porque contribuye a crear un clima de confianza con tu hijo o hija que facilitar¨¢ el que despu¨¦s, cuando pase cualquier cosa y se trate de temas m¨¢s complicados, sepan que pueden recurrir a ti. ¡°En ocasiones, los padres no saben muy bien c¨®mo hacerlo, pero lo ideal es hacerlo desde chiquititos, porque con estas din¨¢micas se genera un clima muy positivo, estamos de risas pero tambi¨¦n aprendiendo y validando emociones¡±, explica ?lava.
?Por qu¨¦ es importante el juego no digital?
No se trata, insiste la experta, de renegar de la tecnolog¨ªa; pero s¨ª de recordar que, a veces, priorizarla tanto puede hacer que se olviden los beneficios que el juego tradicional tiene en la infancia, ¡°porque, cuando los ni?os est¨¢n jugando, no solamente se lo pasan bien, sino que est¨¢n aprendiendo, est¨¢n desarrollando procesos tanto a nivel cognitivo como emocional y se est¨¢ generando ese clima de confianza y afecto que mencion¨¢bamos antes¡±.
Los juegos tradicionales sirven, por ejemplo, para trabajar la memoria, la destreza final, la psicomotricidad gruesa y la atenci¨®n sostenida y selectiva, un aspecto este ¨²ltimo que los juguetes tecnol¨®gicos te dan hecho a trav¨¦s de est¨ªmulos visuales y auditivos, pero que en los juegos tradicionales depende del propio ni?o o ni?a. Juegos como el Tres en Raya, el mismo Hundir la Flota (donde adem¨¢s manejo la coordinaci¨®n visiomanual) o las cartas de toda la vida, que te pueden servir para distintos hitos como el sentido de los n¨²meros con un juego tan sencillito como es el cinquillo, adem¨¢s de un sentido b¨¢sico de la estrategia con el que aprendo a anticipar las consecuencias de mi jugada. O para desarrollar la funci¨®n ejecutiva, el ser capaces de orientarse a una meta. ¡°Es decir, yo tengo claro cu¨¢l es mi objetivo y en funci¨®n de ¨¦l voy a pensar qu¨¦ es lo que necesito, desde cosas materiales a mantener la atenci¨®n e ir supervisando y corrigiendo mi conducta. Empiezo a ser una persona aut¨®noma que se dirige en sus metas¡±, se?ala la psic¨®loga.
¡°Esto empieza a madurar en los ni?os en torno a los tres o cuatro a?itos, y ah¨ª es importante que les demos espacio para el juego libre, para que ellos sean quienes vayan decidiendo con qui¨¦n juego, c¨®mo juego, qu¨¦ tipo de di¨¢logos voy a tener con los mu?ecos con los que estoy y qu¨¦ normas voy a poner¡±, a?ade. Precisamente a partir de los seis a?os cuando se pueden ir introduciendo en mayor medida los juegos de reglas, un factor que facilitar¨¢ la futura integraci¨®n social del ni?o: no solo aprender¨¢ a seguir las normas, sino tambi¨¦n las consecuencias de salt¨¢rselas.
Para Paloma Rey, psic¨®loga y colaboradora de Doctoralia, los juegos de mesa cooperativos ense?an a los ni?os a interactuar de manera saludable con su entorno mediante la colaboraci¨®n, el trabajo en equipo y el uso compartido de recursos: ¡°Durante estas actividades, los ni?os experimentan emociones como la frustraci¨®n y la tolerancia, y ello les brinda la oportunidad, con el apoyo de los padres, de desarrollar estrategias para regular sus emociones¡±.
Por otra parte, el juego es tambi¨¦n un factor protector de la salud mental de los menores porque, al jugar, integra todo aquello que le pasa en la vida. ¡°En ocasiones, conviene escuchar los di¨¢logos que est¨¢n generando con los mu?equitos, al volver de la secuela, porque a trav¨¦s del juego son capaces de expresar e interiorizar cosas que, de forma verbal, todav¨ªa no tienen el suficiente desarrollo metacognitivo para poder cont¨¢rselas a s¨ª mismos e incorporarlas a su memoria narrativa¡±, observa ?lava.
Juegos recomendados por edades
A la hora de escoger un juego (de mesa o de cualquier otro tipo), ?lava recomienda dejarse guiar por el rango de edades que viene siempre especificado en la caja del mismo: ¡°Hay veces que nos pensamos que nuestro hijo es muy listo, pero a lo mejor no te das cuenta de que no lo va a entender y que solo conseguir¨¢s que se frustre. Y luego, por ejemplo, los que est¨¢n orientado a menores de tres a?os tienen unas medidas de seguridad alt¨ªsimas, porque no pueden tener piezas peque?as que se puedan tragar accidentalmente¡±.
En cualquier caso, y en virtud de la edad, ?lava recomienda distintos tipos de juegos:
- Beb¨¦s: las mantas de estimulaci¨®n sensorial, con sonidos y texturas; los encajables, con formas como c¨ªrculos, cuadrados y estrellas; los rompecabezas de piezas grandes y las pelotas blanditas, para que trabajen la psicomotricidad.
- Cuando ya crecen un poco y est¨¢n en edad infantil, puzles para trabajar la memoria de formas y la l¨®gica; todo lo que tenga que ver con las manualidades (como los juguetes de tipo DIY, Do it Yourself) para trabajar la creatividad y las destrezas finas; construcciones de todo tipo (de tipo Lego), adapt¨¢ndolos a la edad; y los disfraces, ¡°pero que sean de cosas que ellos conozcan: disfrazarles de los a?os 80 o 90 es incomprensible para ellos porque no han vivido esa ¨¦poca. Tienen que ser de animales, profesiones... porque en esas edades va a ser muy importante el juego simb¨®lico.
- A partir de los seis a?os, los juegos de reglas.
- Para la preadolescencia y la adolescencia, los juegos de mesa que son estrat¨¦gicos. Desde opciones cl¨¢sicas como el Parch¨ªs o las cartas a otros m¨¢s modernos y populares como, por ejemplo, el Cat¨¢n o el ajedrez.
El juego de mesa, un recurso educativo
¡°Aunque, a priori, usar un juego de mesa tradicional dentro del marco educativo pueda parecer algo fr¨ªvolo, en muchas ocasiones los docentes los usamos en momentos puntuales del curso, ya sea como recompensa a un trabajo bien hecho o como entretenimiento al acabar alg¨²n tipo de tarea¡±, explica Juan Carlos Ruiz, docente de Primaria y Secundaria, creador de m¨¢s de 27 juegos de mesa educativos y experto en el Aprendizaje Basado en Juegos (ABJ), una metodolog¨ªa que se centra en el uso de juegos estructurados y dise?ados para facilitar el aprendizaje.
¡°Lo que est¨¢ claro es que pueden desempe?ar roles significativos dentro del proceso de aprendizaje: para trabajar habilidades sociales; desarrollar funciones ejecutivas; repasar y afianzar distintos conceptos y saberes; y, sobre todo, para motivar¡±. Como afirma el pedagogo Francesco Tonucci, los aprendizajes m¨¢s importantes de nuestra vida se hacen jugando, y en ese empe?o, conviene equilibrar el grado de diversi¨®n con el aprendizaje que se pretende como docente:
¡°?Por qu¨¦ no nos podemos divertir? Por qu¨¦ no podemos jugar a juegos de c¨¢lculo mental en lugar de hacer una ficha de operaciones? Mi consejo es que, como nosotros conocemos nuestra propia aula, debemos establecer un equilibrio mediante el uso de metodolog¨ªas diferentes¡±, explica. Y ofrece un consejo a los profesores que quieran introducir juegos, pero no tengan claro c¨®mo hacerlo: ¡°Es recomendable que conozcan muchos juegos, visionen v¨ªdeos de juegos y se queden con los que puedan servirles para su pr¨¢ctica docente, introduci¨¦ndolos poco a poco y sustituyendo alguna actividad tradicional por un ratito de juego. Probarlos y establecer un feedback¡±.
Incorporarlos a la pr¨¢ctica docente dentro de un aula repleta de alumnos es algo que no solo se puede hacer, sino que debe hacerse: ¡°Podemos usarlos como herramienta complementaria al trabajo de clase, pero siempre teniendo en cuenta que debe estar justificado curricularmente dentro de nuestra programaci¨®n y de las situaciones de aprendizaje propuestas¡±, argumenta Ruiz. ¡°Por ejemplo, podemos utilizar varias unidades de un juego, trabajando en equipos a trav¨¦s de distintas t¨¦cnicas de aprendizaje cooperativo. O, si solo disponemos de una unidad, podemos emplear una c¨¢mara y adaptar las distintas actividades para que las desarrollen tanto a nivel individual como en grupos peque?os o grandes¡±.
Ideas para aprender jugando
Un informe reciente del ministerio de Educaci¨®n finland¨¦s afirmaba que el 70 % de la educaci¨®n que recibimos sucede fuera de las escuelas. Y, dentro de ese amplio espectro, el aprendizaje que se produce en el entorno dom¨¦stico ocupa un lugar importante, ya sea de forma m¨¢s o menos estructurada o aprovechando momentos de ocio en familia, como los que se dan alrededor de los juegos.
Muchos de ellos, como el parch¨ªs, el ajedrez o las cartas, est¨¢n presentes en una gran cantidad de hogares, pero adem¨¢s hoy se pueden encontrar versiones con un componente did¨¢ctico m¨¢s acentuado, como es el caso de Ajedrez con Merybliya (de Zacatrus), un juego para dos personas en el que se proponen distintos retos para todos los niveles y con el que se aprenden todas las din¨¢micas del ajedrez, de la mano de Mar¨ªa Rodrigo, la Reina Enigma: ¡°Con el ajedrez se trabaja la atenci¨®n, la concentraci¨®n, la planificaci¨®n, la priorizaci¨®n de planes, el control de impulsos, la empat¨ªa y la frustraci¨®n. Te ense?a lo importante que es saber perder y ganar (...); es un entrenamiento cognitivo y emocional para la vida¡±, explica en la introducci¨®n al juego. Misi¨®n Cumplida, del mismo fabricante, es un sencillo juego de cartas con retos que sirven para cultivar habilidades como el trabajo en equipo, el pensamiento num¨¦rico, la comunicaci¨®n y la estrategia.
Uno de los juegos m¨¢s populares de los ¨²ltimos tiempos, el Cat¨¢n, tiene desde este a?o una nueva versi¨®n modernizada en el que se introduce la sostenibilidad y la concienciaci¨®n sobre el cambio clim¨¢tico. En Cat¨¢n Energ¨ªas (de Devir), los jugadores (idealmente de tres a cuatro, a partir de 12 a?os) siguen teniendo que recolectar recursos y expandir sus territorios, pero ahora, con la introducci¨®n de las energ¨ªas renovables, han de aprender a gestionar la contaminaci¨®n generada por sus elecciones energ¨¦ticas: si deciden construir plantas de combustibles f¨®siles, el peligro del cambio clim¨¢tico aumentar¨¢, arriesgando no solo su progreso sino el bienestar de toda la isla.
Dejamos para el final una de las propuestas m¨¢s interesantes a nivel educativo: el juego de simulaci¨®n hist¨®rica Espa?a 1936 (Devir) propone una experiencia inmersiva para comprender la complejidad y los eventos de la Guerra Civil Espa?ola. Est¨¢ dise?ada como una herramienta educativa vers¨¢til para casa o en el aula, donde puede servir a los profesores de Historia como un recurso para ense?ar sobre este momento hist¨®rico de forma interactiva y participativa, de manera que los estudiantes entiendan las causas y consecuencias del conflicto, y desarrollen habilidades como el pensamiento cr¨ªtico, la toma de decisiones y la resoluci¨®n de problemas.
¡°La idea era representar el enfrentamiento b¨¦lico desde la distancia del historiador, centr¨¢ndose en los hechos y reflejando las din¨¢micas del conflicto. En ning¨²n caso se cre¨® como ¡°aparato pol¨ªtico¡±, sino m¨¢s bien al contrario¡±, explica Antonio Catal¨¢n, autor del juego. Hacerlo en un formato de juego de estrategia present¨®, adem¨¢s, ventajas adicionales con respecto a c¨®mo se ha tratado este evento en otros medios: ¡°La representaci¨®n medi¨¢tica de los conflictos en otros medios culturales como el cine o las novelas parte siempre de dos premisas: la representaci¨®n del conflicto que hace el autor se hace de manera unidireccional, y la narrativa tiene todos los sesgos, matices y conclusiones que quiera representar su creador; y tampoco puedes interactuar con esa narrativa¡±.
Por contra, explica, en los juegos de mesa (y especialmente en los de estrategia), se presenta una narrativa que ha de ser desarrollada por los jugadores, con lo que se crea una inmersi¨®n y un nivel de comprensi¨®n que depende de ellos para su profundizaci¨®n. ¡°Es una herramienta, no un fin¡±, explica. As¨ª, por ejemplo, el juego Twilight Struggle, que simula la Guerra Fr¨ªa entre EE UU y las URSS, se emplea desde hace una d¨¦cada en el Institut Pau Vila de Sabadell como herramienta para ense?ar y comprender este periodo. ¡°Adem¨¢s, los juegos anal¨®gicos tienen ventajas sobre el videojuego: la presencia f¨ªsica, la materialidad del producto y una representaci¨®n m¨¢s fiel a la realidad¡±, a?ade Catal¨¢n.
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