El festival de Bayreuth suprime su tradicional gala de sindicalistas

El Festival Richard Wagner de Bayreuth romper¨¢ su tradici¨®n de ofrecer, en medio de su elitista temporada de ¨®pera, dos galas reservadas a los miembros de la Confederaci¨®n de Sindicatos Alemanes (DGB) por considerar que buena parte de esas entradas acaba en el mercado negro de la reventa.

Fuentes sindicales han informado hoy de esta decisi¨®n por parte de la direcci¨®n del festival, que instaur¨® esta tradici¨®n d¨¦cadas atr¨¢s, con Wolfgang Wagner, nieto del compositor, en la direcci¨®n del certamen de esa ciudad b¨¢vara de provincias.

Seg¨²n informaciones del diario S¨¹ddeutsche Zeitung, la decisi¨®n obedece a las denuncias de que parte del contingente de entradas reservadas a los sindicalistas acaba en la reventa ilegal.

El festival de Bayreuth presume de tener listas de espera de hasta diez a?os para las localidades de cada una de sus galas, a excepci¨®n de las dos que cada temporada se ofrecen en exclusiva para miembros de la DGB o sus invitados.

De acuerdo con el rotativo muniqu¨¦s, la pr¨®xima temporada habr¨¢ a¨²n una gala de despedida para los sindicalistas, pero al a?o siguiente se suprimir¨¢ por completo esa tradici¨®n.

El presidente de la DGB en Baviera, Matthias Jena, ha lamentado esa decisi¨®n del festival y recordado que el propio Richard Wagner fund¨® su teatro en la colina de Bayreuth con la intenci¨®n de que su m¨²sica "llegara a los trabajadores y trabajadoras".

La direcci¨®n del festival, al que el estado de Baviera aporta generosas subvenciones, se encuentra bajo presi¨®n porque apenas un 16% de las localidades de sus estrenos salen a la venta, mientras que el resto va a personajes famosos, sean de la pol¨ªtica, la far¨¢ndula o el ¨¢mbito econ¨®mico.

La gala de apertura, la ¨²ltima semana de julio, se convierte as¨ª en un acontecimiento medi¨¢tico animado por la procesi¨®n anual de rostros conocidos, encabezados por la canciller Angela Merkel, incondicional adoradora de Wagner desde antes de llegar al poder.

El festival de Bayreuth fue fundado por Richard Wagner en 1876 y desde entonces sigue consagrado al culto exclusivo de ese compositor. En 1945 qued¨® bajo tutela de los aliados estadounidenses para purgar por las seis temporadas en que, durante el Tercer Reich, se puso al servicio de Adolf Hitler. Wolfgang Wagner lo refund¨® en los a?os 50 e instaur¨® a continuaci¨®n la tradici¨®n de las galas para los sindicalistas.

La primera de esas sesiones se celebr¨® en 1951, auspiciada mano a mano por el nieto del compositor y el l¨ªder de la DGB local, Max Woenner, representante del ala m¨¢s izquierdista del Partido Socialdem¨®crata (SPD). La asociaci¨®n entre el nieto del compositor que idolatr¨® el nazismo y el sindicalista socialdem¨®crata dio como fruto esa tradici¨®n.

Woenner, que adem¨¢s de wagneriano ferviente era miembro del consejo de administraci¨®n de la radio p¨²blica b¨¢vara, transmiti¨® en directo las ¨®peras de Bayreuth y compr¨® el contingente entero de una gala de esa primera temporada del refundado festival.

As¨ª, el 26 de agosto de 1951 el tel¨®n se levant¨® para ofrecer a los sindicalistas "Los cantores de Nuremberg", la ¨®pera preferida de Hitler, que unos a?os atr¨¢s se ofrec¨ªa como recompensa a oficiales y heridos de guerra del Tercer Reich.

Ese contingente para una gala se convirti¨® en dos la temporada siguiente y se apuntal¨® una tradici¨®n que benefici¨® a ambas partes: a la DGB, que repart¨ªa a los suyos entradas del elitista certamen, y al festival, necesitado de limpiar su imagen tras el nazismo.

Hasta la muerte del patriarca, en 2010, la DGB hab¨ªa repartido casi 200.000 localidades entre sus afiliados y afines. Cuando sus hijas, Katharina y Eva Wagner-Pasquier, tomaron las riendas del festival dos a?os atr¨¢s concentraron el aspecto popular en las proyeccones al aire libre, en una explanada de Bayreuth, convertidas en multitudiarios p¨ªcnic con transmisi¨®n en directo de una gala dentro del teatro.