Aleksander Sokurov reina en Venecia
'Fausto', del director ruso, obtiene un discutido Le¨®n de Oro La gran favorita, 'Shame', de Steve McQueen, logra los premios al mejor actor y de la cr¨ªtica
Los designios de un jurado son inescrutables, y por si alguien lo dudaba, solo hace falta echar un vistazo al palmar¨¦s que ayer coronaba a Fausto, la pel¨ªcula de Aleksander Sokurov, como el Le¨®n de Oro de la Mostra cuando todo el mundo (cr¨ªticos incluidos) apostaba por Shame. Bien es cierto que desde que Fausto apareci¨® en el certamen la pel¨ªcula rusa sac¨® la cabeza en todas las quinielas, pero de ah¨ª a lo que finalmente sucedi¨®, que Sokurov le birlara el premio a Steve McQueen, el director de Shame, hay un gran salto.
En realidad no es que Fausto sea una mala pel¨ªcula, pero premiarla por encima de una propuesta tan superior como la de McQueen dista un abismo. Con Fausto Sokurov completa su tetralog¨ªa sobre el poder (antes hab¨ªa hecho otras tres obras sobre Hitler, Hirohito y Lenin), y se pone a regar un lienzo en blanco con toneladas de pintura. Al resultado le sobra di¨¢logo y le falta coherencia (esa actriz que desaparece de repente porque al director solo le gusta su protagonista), aunque sobre todo es un cine rico en textura visual que trata con ella de disimular todo lo dem¨¢s. La mitad de la cr¨ªtica se larg¨® o se qued¨® dormida mientras la otra mitad alababa el gran esfuerzo del cineasta bostezando por lo bajini. En todo caso una pel¨ªcula condenada a vagar de festival en festival y sin m¨¢s carrera que esa. Ni m¨¢s, ni menos.
Shame, que al menos tiene la consolaci¨®n de ver a su actor principal, el gigantesco Michael Fassbender, levantar la Copa Volpi a la mejor interpretaci¨®n masculina es -por el contrario- una pel¨ªcula dur¨ªsima, atrevida y que embiste al espectador sin titubeos. Su director tiene 42 a?os y con un peque?o empuj¨®n hubieran podido colarse en la distribuci¨®n de su filme diversos pa¨ªses, en lugar de tener que esperar a que alguien le descubra o conf¨ªe en su criatura. Con decisiones como esta uno se pregunta para qu¨¦ sirven los festivales de cine si no son capaces de distinguir entre el que necesita una plataforma para aspirar a seguir dirigiendo o el que ya lo ha hecho, dicho y visto todo. M¨¢s sorprendente es a¨²n que el jurado lo presidiera un se?or llamado Darren Aronofsky, a cuyo cine le tom¨® un tiempo despegar y que gan¨® en Venecia con El luchador. En fin, as¨ª son las cosas. En cualquier caso, McQueen puede que vuelva a su arte original: es uno de los videocreadores m¨¢s prestigiosos actuales. Sin embargo, vista su primera pel¨ªcula, Hunger, y esta Shame, ojal¨¢ siga apostando por la pantalla grande. Al menos Shame se llev¨® el gran premio paralelo, el FIPRESCI, que otorga la asociaci¨®n de la cr¨ªtica internacional.
La Copa Volpi a la mejor actriz se la llev¨® con justicia Deanie Yip, una actriz china que brilla con luz propia en el precioso drama familiar Tao jie, de la -legendaria- realizadora de Hong Kong Ann Hui.
El premio especial del Jurado se fue con Terraferma, de Emanuele Crialese, que gust¨® en Venecia pero que en cierto modo puede leerse como la cuota obligatoria que el festival paga al alica¨ªdo cine italiano; el premio Marcello Mastroianni se entreg¨® esta vez en formato ddoble, a los protagonistas Sh?ta Sometani y Fumi Nikaid? por la pel¨ªcula Himizu, de Sion Sono.
Otro premio muy del gusto del certamen fue el galard¨®n al mejor director para el chino Shanjun Cai: en la primera proyecci¨®n de su pel¨ªcula, Ren shan ren hai, los subt¨ªtulos estaban corruptos, y en la segunda se quem¨® el proyector. S¨ª, la pel¨ªcula estaba bien, pero, ?mejor director?
Marco M¨¹ller dice adi¨®s
El momento de la noche fue la despedida de Marco M¨¹ller, quien se tom¨® la libertad de despedirse justo despu¨¦s de haber entregado el Le¨®n de Oro a su amigo Aleksander Sokurov. El director de la Mostra, de negro riguroso, esboz¨® un discurso que son¨® como el adi¨®s que todo el mundo tem¨ªa... al menos en Venecia. El italosuizo dio las gracias a su equipo y afirm¨®: "Sois vosotros los que teneis que juzgar el balance de mis ¨²ltimos cuatro a?os", mientras Paolo Baratta, presidente de la Biennale, le miraba con cara de p¨®quer desde una de las esquinas de la Sala Grande del Lido de Venecia.
M¨¹ller, que lleg¨® a Venecia en 2004, ha conseguido que el festival sobreviviera al gigantismo de Cannes, el cambio de fechas de Toronto (que ahora se solapa al certamen italiano) y a la llegada, cargado de millones, del festival de Roma. Precisamente esto ¨²ltimo es lo que m¨¢s temen los responsables del certamen de la ciudad de los canales: que M¨¹ller se mude a la capital de Italia para armar all¨ª la marimorena con m¨¢s recursos y respaldo pol¨ªtico (algo que la Mostra jam¨¢s ha tenido). Del futuro se hablar¨¢ a partir del lunes, pero el director, un se?or algo intrigante -como han tenido oportunidad de comprobar la gente de Sky, una poderosa cadena de televisi¨®n que despu¨¦s de traer a Kate Winslet al certamen fue vetada de los actos oficiales del festival- y que tiene tantos partidarios como detractores puede irse habiendo dejado a los cr¨ªticos el mejor festival de la ¨²ltima d¨¦cada, con no menos de media docena de pel¨ªculas de gran calado (la de Cronenberg, Polanski, Clooney, Soderbergh, etc.) y un mont¨®n de estrellas pisando el Lido. No son pocos los que creen que este golpe de fuerza ha querido ser un corte de mangas a sus enemigos y un hasta luego... que no un adi¨®s.
Palmar¨¦s
- Le¨®n de oro: Fausto, de Aleksander Sokurov.
- Premio especial del Jurado: Terraferma, de Emanuele Crialese.
- Le¨®n de plata al mejor director: Shangjun Cai, por Ren shan ren hai.
- Copa Volpi al mejor actor: Michael Fassbender, por Shame.
- Copa Volpi a la mejor actriz: Deannie Yip, por Tao jie.
- Osella al mejor guion: Yorgos Lanthimos y Efthimis Filippou, por Alpis.
- Osella a la contribuci¨®n t¨¦cnica: a la fotograf¨ªa de Robbie Ryan en Cumbres borrascosas.
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