La consagraci¨®n de Agust¨ª Villaronga
'Pa negre' arrasa en los Goya con nueve premios Alex de la Iglesia sentencia en su discurso de despedida de la Academia: "Internet es la salvaci¨®n de nuestro cine"
Agust¨ª Villaronga se levant¨® de la butaca, ya de madrugada, sabiendo que le tocaba afrontar la deseable hora de la consagraci¨®n. Due?o de una de las trayectorias m¨¢s personales e intransferibles del cine espa?ol con t¨ªtulos como El mar, 99.9 o Tras el cristal, el director mallorqu¨ªn sali¨® del Teatro Real como gran triunfador de la XXV edici¨®n de los premios Goya. Pa negre, salvaje reconstrucci¨®n de un feroz drama familiar en la Catalu?a posterior a la Guerra Civil, se hizo con nueve estatuillas, incluidas las grandes guindas: Mejor pel¨ªcula y mejor director. Balada triste de trompeta de Alex de la Iglesia (dos premios) y Tambi¨¦n la lluvia, de Iciar Bollain (tres), fueron las grandes perdedoras de la noche. La cuarta pel¨ªcula en discordia, Buried (Enterrado), de Rodrigo Cort¨¦s, se alz¨® tambi¨¦n con tres premios.
Hab¨ªan asistido las muy engalanadas huestes del cine espa?ol a la noche de los Goya sin tener claro si, sobre el escenario del Real, se iba a representar una amable ¨®pera bufa como L' elisir d' amore, algo estruendoso como El ocaso de los dioses o peor, algo tr¨¢gico como Carmen, cruce de navajas incluido. Los ¨²ltimos acontecimientos hac¨ªan pensar en una mezcla de lo segundo y de lo tercero. Pero no lleg¨® la sangre al r¨ªo. Aunque bufa s¨ª que fue la noche, s¨ª. ?C¨®mo no iba a serlo con Buenafuente de sereno? Por cierto: dio toda la sensaci¨®n de que, como ocurr¨ªa en los tiempos de Rosa Maria Sard¨¢, cada vez que el showman catal¨¢n aparec¨ªa en escena, la gala sub¨ªa de tono. Al final, la cosa declin¨® bastante. Con media horita menos tampoco habr¨ªa pasado nada...
Los Goya de la tormenta (la de lluvia y la otra) arrancaron con una fastuosa exhibici¨®n del mago de El Terrat, que se sac¨® de la chistera mil y una co?as brillantes, empezando por ese hilarante y surrealista cortometraje que mezclaba im¨¢genes de algunas de las pel¨ªculas nominadas ayer con su propio one man show. "Esto ha sido una descarga legal", dijo Buenafuente entre las risotadas del patio de butacas nada m¨¢s descender de los cielos vestido de blanco celestial. Y luego pas¨® a re¨ªrse de la pareja de moda, ?ngeles-Alex. "La ministra ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde... y Alex de la Iglesia... juntos... y creo que hasta han venido en el mismo taxi... con tanto roce, a ver si esto va a terminar...". A Javier Bardem, por su parte, le espet¨®: "Fant¨¢stico lo del ni?o, Javier... ?es una l¨¢stima que lo hayas tenido el a?o en el que han quitado el cheque-beb¨¦!".
La ristra de estatuillas arranc¨® con el Goya al mejor actor de reparto para Karra Elejalde por su soberbia recreaci¨®n de un actor haciendo de Crist¨®bal Col¨®n en Tambi¨¦n la lluvia, de Iciar Bollain. Acto seguido lleg¨® el numerito musical de la noche, que vers¨® sobre las indisimuladas ganas que todo actor tiene de ganar un Goya. Lo protagonizaron Luis Tosar, Asier Etxeandia, Paco Le¨®n, Hugo Silva, Fernando Guill¨¦n Cuervo, Inma Cuesta y Laura Pamplona, no sin alg¨²n que otro gallo altisonante.
Uno de los momentos m¨¢s emotivos lleg¨® de la mano de Pasqual Maragall. "Perdonen los pitidos que salen de aqu¨ª sin parar, son felicitaciones", dijo el exalcalde de Barcelona y ex presidente de la Generalitat ense?ando su tel¨¦fono m¨®vil, cuando recogi¨® junto a su esposa Diana Garrigosa el premio al Mejor documental para Bicicleta, cuchara, manzana, pel¨ªcula que narra su d¨ªa a d¨ªa en manos del alzh¨¦imer.
Y como no solo en Balada triste de trompeta salen payasos, salt¨® feliz y contento al escenario del Real -tocado con su barretina- el inefable Jimmy Jump, ese chisgarab¨ªs que lo mismo interrumpe un partido del Bar?a que un Festival de Eurovisi¨®n o unos premios de cine. Su performance dur¨® segundos. Fue interceptado por el servicio de seguridad y luego Buenafuente le llam¨® imb¨¦cil.
Su aparici¨®n estelar precedi¨® al premio al mejor actor para Javier Bardem por su personaje de Uxbal en Biutiful, de Alejandro Gonz¨¢lez I?¨¢rritu. Bardem dio gracias a sus compa?eros por el apoyo y brind¨® el premio a su mujer, Pen¨¦lope Cruz, y a su hijo: "Por despertame todos los d¨ªas el coraz¨®n y la sonrisa".
Fue una noche de uni¨®n. Imposible saber si en los d¨ªas previos a la gala alg¨²n alma l¨²cida decidi¨® impartir te¨®rica a las atribuladas huestes de nuestro cine, con el fin de construir una unidad, aunque fuera una unidad de cart¨®n piedra... ?Fueron de cart¨®n y de piedra esas im¨¢genes de la ministra de Cultura deslizando su brazo por encima del de Alex de la Iglesia? Fueron, en todo caso, las escenas de la noche.
Pese a salir cinematogr¨¢ficamante derrotado en el podio de los Goya, Alex de la Iglesia fue, con Villaronga, el hombre de la noche merced a su discurso como presidente de la Academia. Un discurso de unidad y de adi¨®s (dejar¨¢ la presidencia en cuanto se convoquen elecciones, de aqu¨ª a tres meses como mucho). "Puede parecer que llegamos a este d¨ªa separados, pero eso es el resultado de la lucha de cada uno por sus convicciones, porque todos estamos en lo mismo, que es la defensa del cine... yo felicito a todos por caminar juntos en la divergencia", dijo en un tono grave.
Ante la atenta mirada de la ministra de Cultura, ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde, y cuando hace unos d¨ªas se conoc¨ªan los desastrosos resultados del cine espa?ol en 2010, Alex de la Iglesia no dud¨® en lanzar un juicio sumar¨ªsimo: "Sin p¨²blico, nada de esto tiene sentido". Tampoco quiso obviar los sucesos recientes en torno a la gestaci¨®n de la ley Sinde (a la postre, el motivo de su inminente adi¨®s a la Academia): "Las reglas del juego han cambiado (...) Internet no es el futuro como creen algunos, es el presente. Ese p¨²blico que hemos perdido no va al cine porque est¨¢ en su casa delante de una pantalla de ordenador". Y zanj¨®: "No tenemos miedo a Internet, es la salvaci¨®n de nuestro cine". La despedida lleg¨® as¨ª: "Quiero despedirme en mi ¨²ltima gala como presidente: qu¨¦ mas da ganar o perder si podemos hacer cine, somos cineastas, contamos historias para que la gente viva en ellas, creamos sue?os".
Fueron m¨¢s de tres horas de una noche en la ¨®pera, de una noche de premios de cine que, pese a las lentejuelas y los mensajes de unidad, no borrar¨¢n la esperp¨¦ntica imagen ofrecida en el pasado reciente por un colectivo, el del cine espa?ol, mucho m¨¢s capacitado para las guerras personales que para la reactivaci¨®n de una industria maltrecha. Preguntas b¨¢sicas siguen sin ser respondidas: ?por qu¨¦ se producen tantas pel¨ªculas al a?o, si no caben en el parque de pantallas?, ?alguien se cree en serio que es la pirater¨ªa en Internet lo que est¨¢ ocasionando da?os tan grav¨ªsimos al cine espa?ol? ?En qu¨¦ nuevas f¨®rmulas de negocio est¨¢n pensando quienes hacen cine y lo venden y aquellos que tienen que procurar las condiciones id¨®neas para que eso se pueda hacer, es decir, el Ministerio de Cultura? A ni una sola de esas cuestiones respondi¨® ayer nadie en la gala de los premios Goya. Eso s¨ª, todo result¨® muy bonito. Tambi¨¦n largo.
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