Londres ilumina los claroscuros de Leonardo
Una exposici¨®n "hist¨®rica" junta por primera vez fondos del artista
Hombre del Renacimiento, s¨ª. Artista prol¨ªfico, no tanto. Leonardo da Vinci, inventor de mundos imposibles y quim¨¦rico ingeniero, termin¨® poco m¨¢s de 20 cuadros en su vida. Y por si fuera poco, ni siquiera todos ellos est¨¢n convenientemente atribuidos. La National Gallery de Londres alberga desde hoy una cantidad ins¨®lita en la muestra Leonardo da Vinci: pintor en la corte de Mil¨¢n. Un n¨²mero que convierte esta en una ocasi¨®n ¨²nica, en un momento excepcional, en una conjunci¨®n casi astral de voluntades muse¨ªsticas. Y tras la contemplaci¨®n de la exposici¨®n, que la prensa brit¨¢nica ha anticipado ampliamente y que el p¨²blico londinense (la ciudad amaneci¨® agitada y engalanada con los carteles de la exposici¨®n) ha corrido a agotar como si de un concierto de U2 se tratase, cabe decir que tanta fiebre leonardiana estaba plenamente justificada.
Da Vinci (Anchiano, Italia, 1452-Castillo de Clos-Luc¨¦, 1519), el m¨¢s puro int¨¦rprete de la esencia del Renacimiento, alcanz¨® (o roz¨®) la perfecci¨®n en una obra escasa basada en la observaci¨®n a la que dot¨® de perspectiva y envolvi¨® en juegos de sombras. La exposici¨®n se centra (hasta el 5 de febrero) en el periodo del mayor apogeo de su genio renacentista, las d¨¦cadas de 1480 y 1490, tiempo que estuvo a las ¨®rdenes del gobernador de la ciudad, Ludovico Maria Sforza, el Moro. Es en esta etapa cuando pinta obras como Retrato de un m¨²sico, San Jer¨®nimo, La dama del armi?o, La bella herrera, las dos versiones de La Virgen de las rocas... o el mural de La ¨²ltima cena que concibi¨® en el refertorio de Santa Mar¨ªa de Mil¨¢n, cuyos dibujos y bocetos preparatorios, propiedad de la familia real brit¨¢nica, se muestran al p¨²blico por vez primera. En total se exponen 60 obras entre pinturas y dibujos realizados directamente por Leonardo junto a una veintena de obras de artistas de su entorno. De paso, la exposici¨®n certifica la autor¨ªa de Leonardo en dos de sus obras m¨¢s controvertidas: El salvator mundi y La bella principessa. El gesto representa un sustancial enriquecimiento del exiguo legado pict¨®rico. Y en la sala dedicada a los seguidores de Leonardo, una de las joyas es El salvador adolescente, uno de los cuadros m¨¢s valorados de la Fundaci¨®n L¨¢zaro Galdiano de Madrid.
La ciudad amaneci¨® agitada y engalanada con los carteles de la muestra
Todo rezuma el aroma de lo hist¨®rico en esta exposici¨®n. Luke Syson, conservador de pintura antigua italiana y exultante comisario, lo afirmaba ayer subido en los bancos colocados entre las dos versiones de La Virgen de las Rocas (una prestada por el Louvre y la otra reci¨¦n restaurada por la National Gallery): nadie puede dejar de emocionarse al contemplar esas joyas que, frente a frente, dicen mucho del af¨¢n escult¨®rico de la t¨¦cnica de Leonardo.
En su trabajo, Syson ha querido indagar en las ambiciones de Da Vinci como pintor. Hasta ahora han sido abundantes las muestras dedicadas a estudiar sus aportaciones como inventor, cient¨ªfico e incluso dibujante, pero este es el trabajo expositivo m¨¢s ambicioso dedicado a su obra pl¨¢stica. El conservador ha pretendido tambi¨¦n hacer una aproximaci¨®n a Leonardo y a sus circunstancias biogr¨¢ficas para acabar as¨ª con el halo de misterio (el particular y muy c¨¦lebre sfumato de su pintura) que rodea su vida.
Descrito por sus coet¨¢neos como un hombre de belleza y encanto fuera de lo com¨²n, exc¨¦ntrico y elegante en su vestimenta, solo se le conoce un autorretrato realizado cuando ten¨ªa 60 a?os: un dibujo que se encuentra en la Biblioteca Real de Tur¨ªn, en el que se representa como un anciano bondadoso, con ojos claros y frondosas barbas. Homosexual, vegetariano y zurdo, encontraba en los animales sus mejores aliados. Los caballos, perros y p¨¢jaros formaron parte esencial de su entorno. Sus muchos estudios para un hipot¨¦tico bestiario (patas, hocicos o colas) dan fe del inter¨¦s del artista.
Emocionan las dos versiones de 'La Virgen de las Rocas', vistas frente a frente
El mural La ¨²ltima cena, realizado por encargo de Sforza, prolonga la exposici¨®n con escalofriantes efectos dentro de la colecci¨®n permanente de la National Gallery. Adem¨¢s de la reinterpretaci¨®n de uno de sus disc¨ªpulos m¨¢s brillantes, Giampetrino, se expone la restauraci¨®n del trabajo ideado por Leonardo, as¨ª como bocetos preparatorios que funcionan como desgarradores estudios anat¨®micos. Tambi¨¦n propiedad de los Windsor, son apuntes de personajes reales que Leonardo encontraba por las calles. No sol¨ªan posar para ¨¦l. Prefer¨ªa observarlos el tiempo necesario y entonces corr¨ªa a reproducirlos.
Hombre de ciencia, hizo tambi¨¦n ¨¦l mismo algunas autopsias y los restos analizados se exhiben de una manera tan descriptiva como bella. Como ¨¦l mismo dej¨® escrito: cuantas m¨¢s aproximaciones se efect¨²en hacia el misterio del ser humano, mayor ser¨¢ la posibilidad de abarcarlo, de capturar su alma.
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