Mosaico europeo de incentivos

El mecenazgo se aplica de formas muy distintas en Europa. Reino Unido es la m¨¢s generosa llegando al 70%, pero en el caso de las empresas, Italia se lleva la palma con un 100% de desgravaci¨®n.

- Reino Unido. Tanto las empresas como los particulares se pueden desgravar del impuesto de sociedades o de la declaraci¨®n de la renta las donaciones dirigidas a financiar actividades art¨ªsticas, siempre y cuando esas actividades no tengan como objetivo producir ingresos directos al donante. Sin embargo, esas donaciones solo supusieron el 16% del gasto en arte en el a?o fiscal 2009-2010, con una inversi¨®n privada total de 658 millones de libras (795 millones de euros), seg¨²n la organizaci¨®n Arts & Business. Las diversas Administraciones p¨²blicas aportaron el 44% de los fondos, la loter¨ªa el 2% y la venta de entradas y productos el 38%. Del total privado, el 55% lleg¨® de donaciones individuales, el 23% de donaciones de empresas y el resto de trusts y fundaciones.

- Italia. Empresas y particulares pueden convertirse en mecenas con grandes ventajas fiscales. Una industria o un banco que decida donar una suma de dinero a un ente p¨²blico para que se encargue de fomentar la cultura o directamente a un teatro, por ejemplo, deduce por completo la cuota en su declaraci¨®n de la renta (100%). Si Ferrari invierte un mill¨®n de euros en sostener una ¨®pera, pongamos, ese dinero se resta de los ingresos y la firma de coches no pagar¨ªa impuesto alguno. Si el patrocinador no es una empresa, sino un particular o una fundaci¨®n, sus inversiones en cultura cargan con un 19% menos de tasas.

Este sistema funciona desde hace 10 a?os y se basa en la coordinaci¨®n entre Hacienda y Cultura. El mecenas presenta su documentaci¨®n al primer ministerio. El segundo supervisa el resto del proceso. El ministerio de "los bienes culturales" cruza los datos con los del fisco, averigua que la donaci¨®n haya servido de verdad para financiar actividades culturales y finalmente da el visto bueno para que aquella suma no pese -o pese menos- en la declaraci¨®n del inversor.

En un pa¨ªs en que el Coliseo romano se restaurar¨¢ gracias a la aportaci¨®n de un empresario de zapatos (Diego della Valle), la palma de la instituci¨®n m¨¢s apoyada por agentes privados se la lleva el teatro de ¨®pera m¨¢s importante de Italia, la Scala de Mil¨¢n, que en 2010 recibi¨® 7,8 millones de euros (frente a los cinco millones del curso anterior). El sector del espect¨¢culo es el ni?o mimado por los inversores: teatros de prosa, de ¨®pera, fundaciones l¨ªricas, instituciones musicales se llevan el 56% de la tarta.

"A pesar de la crisis, registramos una tendencia al alza en los apoyos de privados a la cultura p¨²blica", comenta Anna Maria Trimarchi, responsable del Departamento competente de Cultura. En 2010, empresas, fundaciones y particulares invirtieron m¨¢s de 58 millones, el 12% m¨¢s que en 2009.

- Alemania. Tanto las personas f¨ªsicas como las empresas pueden deducir de los impuestos hasta un 20% de sus donaciones a instituciones o actividades de utilidad p¨²blica. Se incluye a las culturales. En el caso de las empresas, podr¨¢n deducir sus donaciones como gastos de publicidad cuando obtengan una contrapartida de este tipo a cambio del patrocinio.

Las instituciones y las actividades culturales se financian sobre todo con dinero p¨²blico. Seg¨²n c¨¢lculos de la patronal alemana, la financiaci¨®n privada cubre el 6% de los gastos culturales. En 2010, las instituciones p¨²blicas destinaron a cultura 9.600 millones de euros, un 4,1% m¨¢s que en el a?o de la Gran Recesi¨®n de 2009. Las empresas privadas aportan unos 550 millones de euros anuales a actividades culturales.

- Francia. Este pa¨ªs, donde tradicionalmente el Estado est¨¢ muy involucrado en la financiaci¨®n de la cultura, modific¨® por voluntad del entonces presidente Jacques Chirac su legislaci¨®n para fomentar el mecenazgo en 2003, dejando atr¨¢s unas leyes poco generosas. La nueva ley prev¨¦ una reducci¨®n del 66% de la suma de la donaci¨®n en el IRPF en el caso de los particulares, dentro de un l¨ªmite del 20% de la base imponible. Superado ese margen, el excedente se puede revertir en los cinco a?os siguientes. En el caso de las empresas, la reducci¨®n es del 60% en el impuesto de sociedades dentro de un l¨ªmite del 0,5% de la facturaci¨®n sin tasas, y el excedente tambi¨¦n se puede revertir en los cinco siguientes ejercicios. En casos particulares, como la adquisici¨®n de tesoros nacionales para una colecci¨®n p¨²blica, la deducci¨®n se dispara al 90%.