Amanda Mair, la Lolita salida del fr¨ªo

Enero es tiempo de buenos prop¨®sitos y de apuestas. La jovenc¨ªsima cantante sueca Amanda Mair podr¨ªa pertenecer a ambas categor¨ªas. Con todos los medios amplificando la opini¨®n de la industria en busca de la siguiente sensaci¨®n, reconforta hablar de una gran promesa de 17 a?os que no est¨¢ llamada en un principio a romper la baraja y que, por tanto, no corre el peligro de salir destrozada de las fauces de los cazadores de tendencias en pocos meses.

Labrador, el sello que la descubri¨® por pura casualidad, hist¨®rica casa de artistas como Acid House Kings, Club 8 o The Radio Dept., la presenta inteligentemente como una ¡°Dusty Springfield producida por Kate Bush¡±. Una comparaci¨®n que encaja con su estupenda voz, que emociona naturalmente sin necesidad de hip¨¦rboles virtuosistas, y con la rom¨¢ntica producci¨®n a cargo de Philip Ekstr?m del grupo The Mary Onettes. Sus dos fant¨¢sticos sencillos de adelanto, House y Doubt, le abrieron las puertas de las publicaciones con sesgo m¨¢s pop, que la acogieron con entusiasmo. En primavera se publicar¨¢ su ¨¢lbum de debut, Amanda Mair. El sonido final es m¨¢s cl¨¢sico y menos provocador de lo anunciado, lo que abrir¨¢ la horquilla de su p¨²blico objetivo. La alt¨ªsima calidad de sus diez canciones evitar¨¢ que la excitaci¨®n de sus primeros seguidores decaiga lo m¨¢s m¨ªnimo.

La historia, seg¨²n sus palabras, ¡°empieza hace tres a?os, cuando mi madre me pregunt¨® si quer¨ªa grabar tres versiones por pura diversi¨®n. El novio de mi hermana conoc¨ªa a Tom Steffensen, que hab¨ªa tocado la bater¨ªa con Club 8 y tiene un estudio en Estocolmo. Tom ense?¨® las canciones a Johan Angerg?rd ¨Cdue?o de Labrador y l¨ªder de Acid House Kings, Club 8, The Legends y Pallers-. El pasado invierno firm¨¦ un contrato con Labrador Records. Estoy muy agradecida a mi madre por haber hecho aquella llamada¡±, recuerda.

Aunque est¨¦ a punto de cumplir la mayor¨ªa de edad y no pueda ser considerada una artista infantil, sorprende el aplomo de las interpretaciones de Mair, y c¨®mo hace suyas unas letras que van bastante m¨¢s all¨¢ de la t¨ªpica representaci¨®n de las inquietudes juveniles. ¡°Quiero convertirme en lo que la gente se convierte, pero s¨¦ que me quedar¨¦ aqu¨ª¡±, canta en la devastadora Doubt.

Con su aire inocentemente sexy y sus dientes separados, es dif¨ªcil no pensar en los inicios de la francesa Vanessa Paradis, una comparaci¨®n que reconoce haber escuchado ¡°m¨¢s de una vez¡±. Inspirada musicalmente por artistas como Melody Gardot, Feist, Sufjan Stevens y Bon Iver¡±, demuestra tener en mente una carrera inalienable, cuando reconoce admirar a una artista en principio muy diferente estil¨ªsticamente como su compatriota Robyn. ¡°Siempre ha hecho las cosas a su manera y ha conseguido el ¨¦xito de esa forma. Su trayectoria me ha inspirado desde muy peque?a¡±, explica.

Tras haberse presentado en Espa?a anoche en M¨¢laga, Amanda Mair actuar¨¢ hoy en Madrid en el Caf¨¦ Berl¨ªn junto al grecoespa?ol Evripidis and his Tragedies, que exhibir¨¢ las canciones de su esperado nuevo disco. Acompa?ada ¨²nicamente por su piano, esta visita ser¨¢ la primera oportunidad de ver en directo a una adolescente que va camino de convertirse en un peque?o fen¨®meno.