¡°Entre pel¨ªcula y pel¨ªcula necesito un lavado de est¨®mago¡±
Alberto Iglesias afronta su tercera candidatura a los Oscar El m¨²sico tiene en cartel tres t¨ªtulos: El topo, La piel que habito y El monje
Tiene un poder que no ejerce pero que es innegable. Es algo como pegado a ¨¦l y que va desplegando all¨ª por donde va. Es la placidez, la tranquilidad, la calidez. Y qu¨¦ mejor sitio que respirar eso que en su casa, en medio de una arboleda espl¨¦ndida en la sierra madrile?a. Hasta el gato y los dos perros parecen imbuidos por esta atm¨®sfera de placer silencioso. Alberto Iglesias (San Sebasti¨¢n, 1955) acaba de recibir la noticia de su tercera candidatura a los Oscar de Hollywood por la m¨²sica de la pel¨ªcula El topo, de Tomas Alfredson, el director sueco de aquella sorpresa maravillosa titulada D¨¦jame entrar. Sus dos anteriores candidaturas lo fueron con El jardinero fiel (Fernando Meirelles) en 2006 y Cometas en el cielo (Marc Forster) dos a?os despu¨¦s. Todo lo vive Iglesias con mucha cautela, poniendo en cuesti¨®n muchas cosas. Incluso su nominaci¨®n a los premios Goya, ya tiene nueve estatuillas, por la banda sonora de La piel que habito, de Pedro Almod¨®var. Ahora mismo tiene en cartel en Espa?a tres pel¨ªculas con sus m¨²sicas: El topo, La piel que habito y El monje.
Pregunta. ?A la tercera ir¨¢ la vencida?
Respuesta. ?jala, puede ocurrir. Me encantan las cosas num¨¦ricas, las coincidencias. Me encanta el n¨²mero tres. Me encantar¨ªa que ocurriera pero es muy complicado. Compito con muy buenas bandas sonoras, algo que pasa siempre.
P. ?Con qu¨¦ sensaci¨®n entrar¨¢ en el Kodak Theatre por tercera vez?
R. Pues igual me oriento mejor que la primera vez que fue un poco caos, en esa limusina y frente a esa gran alfombra roja. Lo que est¨¢ claro es que all¨ª sentado es inevitable no tener nervios.
P. Es su tercera candidatura a los Oscar pero ninguna lo ha sido con una pel¨ªcula de Almod¨®var, su gran director.
R. A mi me conocen fuera solamente por Almod¨®var, ¨¦l es el que me ha abierto ese camino. Tomas Alfredson me llam¨® por el trabajo que hab¨ªa hecho con Pedro, aunque tambi¨¦n hab¨ªa trabajado ya en una pel¨ªcula sobre una novela de John le Carr¨¦, El jardinero fiel. Debi¨® de pensar que ya ten¨ªa un pasado Le Carr¨¦.
P. ?Esperabas quiz¨¢s una candidatura por la m¨²sica de La piel que habito?
R. S¨¦ que la partitura de La piel que habito ha tenido repercusi¨®n y me hablaron de la posibilidad de que estuviera nominada. Aunque tambi¨¦n sabemos que es dificil¨ªsimo entrar con una pel¨ªcula de habla no inglesa en la categor¨ªa de m¨²sica.
P. Que fue lo que le decidi¨® a aceptar el encargo de Thomas Alfredson?
R. Ha sido una experiencia estupenda. Dos cosas me decidieron a aceptar. Lo primero el propio Thomas Alfredson porque su pel¨ªcula anterior, D¨¦jame entrar,me hab¨ªa gustado mucho. Y lo segundo la complejidad de la pel¨ªcula. Me gust¨® que detr¨¢s de esa complejidad todo era verdad. O sea que no es una pel¨ªcula impostada, exagerada en cuanto a la acci¨®n. Rememora un tiempo muy dif¨ªcil. Es un ejercicio de elegancia en muchos aspectos, pero creo que es la autenticidad lo que me atrap¨®. Cuando luego vi la pel¨ªcula terminada me atrap¨® m¨¢s. Era una pel¨ªcula bella y est¨¦tica pero m¨¢s importante que todo ello era la autenticidad de la narraci¨®n.
P. Qu¨¦ tipo de m¨²sica le suger¨ªa esa historia tan compleja?
R. Me pareci¨® que la m¨²sica iba a trabajar como un arma secreta, que era parte del propio espionaje. Ten¨ªa que ser muy maleable, ten¨ªa que tener tambi¨¦n secretos dentro, que no fueran evidentes e ir trazando esos secretos para estar cerca del espectador. La m¨²sica deb¨ªa de tener los mismos avances y crecimientos que la propia historia, siempre pensando en la posici¨®n y comprensi¨®n del espectador, al ser una pel¨ªcula tan compleja. Buscaba m¨¢s una armon¨ªa con el espectador, como acompa?¨¢ndole.
P. ?Le pidi¨® algo en concreto Alfredson?
R. En concreto, no. Ocurre con todos los directores, empezamos a buscar y luego vemos lo que m¨¢s favorece a la historia y otras que se desv¨ªan y yo voy corrigiendo. En esta y en todas las pel¨ªculas es el director quien mejor la conoce, o sea que puedo cometer errores. Todas las pel¨ªculas y no solo las de espionaje son un reloj en el que todo est¨¢ planificado y medido para que llegue al espectador. Para m¨ª una parte del proceso de componer la m¨²sica es conocer bien las tripas de la pel¨ªcula. En El topo, adem¨¢s de que hay muchos hilos, tuve que contar con que los esp¨ªas son gente muy callada y que no dicen lo que piensan. Smiley tiene por detr¨¢s la infidelidad de Anne pero nunca la vemos la cara, el otro personaje que es important¨ªsimo para ¨¦l es Carla, el jefe de la inteligencia rusa y nunca le ves la cara, solo su mano. Entonces la m¨²sica est¨¢ entre el misterio de esas ausencias y el poder decir lo que siente.
P. ?La inspiraci¨®n se busca, se encuentra? Hay trabajos colaterales fuera de la m¨²sica para encontrar la clave de cada pel¨ªcula?
R. Muchas veces las cosas que me influyen son casuales. Me puede influir una m¨²sica que oigo en ese momento. Me influye mucho documentarme pero tampoco soy muy pesado con eso. Creo que la inspiraci¨®n existe y la inspiraci¨®n probablemente es el deseo de hacer algo, la curiosidad y el miedo a no saberlo hacer. El miedo tambi¨¦n me inspira, porque me pone en una situaci¨®n de creaci¨®n. En la cabeza de un m¨²sico resuenan sin querer todas las m¨²sicas que has o¨ªdo. Siento que formo parte de la tradici¨®n de la m¨²sica que es muy amplia y muy ca¨®tica porque se me mezclan influencias de todo tipo. Cuando empec¨¦ a componer la banda de El topo hab¨ªa empezado a escuchar m¨²sica hind¨² y de Messiaen como terapia para salirme de La piel que me hab¨ªa dejado la cabeza como un bombo.
P. Entre pel¨ªcula y pel¨ªcula necesita¡
R. Lavado de est¨®mago. Necesito escuchar otra m¨²sica diferente para llenarme la cabeza con otras cosas. Leer tambi¨¦n me influye mucho. Tengo que ejercer una voluntad de desmemoria, de no acordarme de lo que he hecho anteriormente para llegar limpio. A veces es tanta esa voluntad que se me olvidan muchas cosas que he hecho recientemente. No es hartazgo si no porque tengo que pasar a otra cosa. Lo que me est¨¢ ocurriendo ahora es que estoy echando marcha atr¨¢s y empezando a recordar y rehacer piezas de los a?os noventa, las estoy revisitando. Es como cerrar un c¨ªrculo, una manera de mirarme a m¨ª mismo que no hab¨ªa hecho nunca.
P. ?Y a qu¨¦ se ha debido?
R. Es un acto voluntario que me place. No es autocomplacencia. Es como si hasta ahora solo hubiera mirado para adelante y ahora, de repente, estoy echando una mirada hacia atr¨¢s. Es algo misterioso porque encontrarte con algo que escribiste hace quince a?os¡
P. ?Y qu¨¦ se ha encontrado?
R. Todav¨ªa no lo s¨¦. Lo estoy haciendo ahora pero no de manera sistem¨¢tica, como nada de lo que hago. Todo lo he aprendido por fogonazos, tengo como sistema no ser sistem¨¢tico. Me extra?o de cosas que se me hab¨ªan olvidado y otras las escribir¨ªa otra vez porque creo que no di exactamente en el clavo. No es un af¨¢n de correcci¨®n, me resulta estimulante.
P. ?Qu¨¦ elementos cree que debe de tener una buena banda sonora?
R. Lo primero es que no hay que ser un pelma, no atufar como una demostraci¨®n musical. Hay que tener cuenta que es m¨²sica, que se tiene que sujetar por s¨ª misma y al mismo tiempo tiene que tener los o¨ªdos puestos en lo que est¨¢ ocurriendo en la pantalla. Siempre pensar en un espectador inteligente, no creer que hay que educarle. Hay que estimular la imaginaci¨®n y buscar nuevas ideas. En muchas partituras del cine veo muchos clich¨¦s y f¨®rmulas que se repiten. Se agradece m¨¢s la extra?eza que puede producir la m¨²sica que escuchar otra vez lo mismo. Hay m¨²sicos que se creen que los espectadores son tontos utilizando tanto subrayados, si ya se sabe quien es el malo no hay que volver a insistir con la m¨²sica.
P. ?Est¨¢ cansado del cine?
R. No, cada vez me estimula m¨¢s. Pens¨¦ que en un momento dado me iba a apetecer hacer solo m¨²sica y ahora me doy cuenta de que me estoy haciendo cin¨¦filo. Yo no era cin¨¦filo cuando empec¨¦, casi me pillaron porque era el ¨²nico m¨²sico que hab¨ªa en varios kil¨®metros a la redonda. Luego mi persistencia en el cine ha sido por decisi¨®n y cada vez me gusta m¨¢s. Me veo siguiendo en esta profesi¨®n
P. Pero ahora ha hecho un par¨®n. ?no?
R. S¨ª, porque hay que renovar. Hab¨ªa hecho cuatro pel¨ªculas seguidas sin pausas (Tambi¨¦n la lluvia, El monje, La piel que habito y El topo). Estoy trabajando ahora en una pieza basada en cuatro poemas. El central es el poema de Wallace Stevens que se titula El poema que ocup¨® el lugar de una monta?a. Es una pieza l¨ªrica, hay una soprano cantando y la orquesta con dos pianos con una relevancia mayor. La m¨²sica siempre es un viaje, sugiere movimiento, evoca el moverse de un lugar a otro, aunque se escuche sentado. Es una experiencia vital, quiz¨¢s m¨¢s m¨ªa que cuando trabajo en el cine. Hay quiz¨¢s m¨¢s presencia m¨ªa, aunque no mucha porque enseguida cedo los trastos. Me gusta mucho ser el narrador de otro.
P. Hay un estilo Alberto Iglesias?
R. No. Yo no defiendo ning¨²n estilo. Estoy deseando cambiar. Es como estar cuidando una casa temiendo que te la roben, prefiero seguir construyendo casitas nuevas alrededor y no estar aprisionado. Pero tambi¨¦n el estilo es la repetici¨®n, la cadencia de tu hablar, de tu tono de voz, hay veces que es inevitable. Para cambiar tambi¨¦n pienso en entonaci¨®n, terminar las frases acentuando en otro sitio.
P. Cuando oye la palabra pirater¨ªa ?Qu¨¦ le sugiere?
R. Terrible. Nosotros tenemos que seguir como si no pasara nada. Espero que cambie. Cada vez hay menos dinero para pagar a los m¨²sicos. Si no hay dinero habr¨¢ que buscar otras v¨ªas de trabajo. Hay que valorar la m¨²sica como un objeto en el que hay un trabajo detr¨¢s que hay que pagar. La gente se baja la m¨²sica por bajar, lo importante para muchos es solo la cantidad. Lo importante es que tengas tus canciones, las que son parte de tu memoria, de tu vida. Las que forman parte de tu cultura, las que ense?as a tus amigos para compartir, las que marcan tu identidad. Hay un discurso muy radical en Internet que sugiere que tenemos que regalar la m¨²sica. Yo no me subo en el coche de alguien y le exijo que me lleve a un sitio. Le puedo pedir que me lleve, puedo regalar mi m¨²sica pero no me lo pueden exigir. Es un problema tremendo. El mundo no se va aparar porque no haya m¨²sica pero habr¨¢ muchas menos posibilidades de desarrollar nuevos talentos.
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