Entrevista con Evelio Rosero

El autor colombiano charlar¨¢ sobre la novela 'La carroza de Bol¨ªvar', en el que destroza la imagen del libertador.

1Enrique Pati?o01/02/2012 06:02:13

?Creci¨® con la idea de la supuesta bondad y grandeza de Bol¨ªvar como un mito fundacional desde sus primeros a?os en la escuela? En otras palabras, ?cu¨¢ndo descubri¨® la verdad sobre Bol¨ªvar?

La descubr¨ª en dos momentos de mi vida. De ni?o, cuando escuch¨¦ una conversaci¨®n de mis mayores, en Pasto, alrededor de la figura de Bol¨ªvar, y que no era nada parecida a la semblanza recibida del libertador en el colegio. Y a?os despu¨¦s, ya en la universidad, cuando le¨ª la obra del historiador nari?ense Jos¨¦ Rafael Sa?udo: Estudios sobre la vida de Bol¨ªvar. Esta lectura, y despu¨¦s su relectura, fue el desencadenante de mi inter¨¦s de escritor por Bol¨ªvar.

2Maricl¨¦01/02/2012 06:05:23

Bol¨ªvar no era tan bueno como nos lo pintan. De hecho, usted no es el ¨²nico que nos devela su lado m¨¢s oscuro. ?A qu¨¦ cree que se deba esa necesidad de mostrar al h¨¦roe redentor y ocultar su lado m¨¢s humano? ?Por qu¨¦ la tendencia generalizada a mitificarlo?

Esta tendencia generalizada, me parece, la sustent¨® la historia oficial, en las escuelas y colegios, las estatuas de Bol¨ªvar, en todos los pueblos y ciudades. Pero detr¨¢s de todo esto tambi¨¦n prevalec¨ªa la memoria verbal, que transita de generaci¨®n en generaci¨®n, y que avisaba de la otra cara de Bol¨ªvar, o su cara real. Y sobre todo en el departamento de Nari?o, en Pasto, de donde son mis ancestros, donde mayores desmanes cometi¨® Bol¨ªvar.

3Antonio de La Maza01/02/2012 06:09:31

Se dice que usted en su novela, "destroza" la figura del Libertador y eso me llama la atenci¨®n ?no ser¨¢ la demostraci¨®n de que en algunos colombianos gravita desde 1810 una reacci¨®n santanderina de "envidia" a los venezolanos como en el caso moderno de Alvaro Uribe?

No es mi prop¨®sito "destrozar" la figura del libertador. Invito, sencillamente, a una reflexi¨®n sobre el pasado, sobre la independencia colombiana. Es mi opini¨®n, basada en un estudio serio y veraz, el del historiador Jos¨¦ Rafael Sa?udo, y tambi¨¦n en el de Carlos Marx. No hay ninguna reacci¨®n Santanderina de "envidia". No soy santanderino. Soy colombiano, latinoamericano, y creo que desentra?ando la verdad acerca de nuestro pasado latinoamericano se camina a la aut¨¦ntica libertad del pueblo.

4Jos¨¦ Argento01/02/2012 06:11:33

?Qu¨¦ diferencias y similitudes encuentras entre Bol¨ªvar y San Mart¨ªn?. Gracias

Las diferencias son muchas, y definitivas. La principal de todas: San Mart¨ªn no ambicionaba el poder supremo.

5MARIAHE PABON01/02/2012 06:16:12

Espero que ese libro llegue a Venezuela y lo intercepte su traductor y adorador Hugo Ch¨¢vez. ?De qu¨¦ trata ?

Es un acercamiento a la verdad de Bol¨ªvar. Una propuesta de reflexi¨®n. Pero el libro no es s¨®lo la historia de Bol¨ªvar. Es una novela. Es una ficci¨®n en la que trabaj¨¦ cuatro a?os. Me parece una iron¨ªa que todo, ahora, radique en torno a Bol¨ªvar, y ese sea el com¨²n denominador de las entrevistas. Hay una historia de amor, con un trasfondo hist¨®rico. Soy un escritor, un novelista, no un panfletista. No s¨¦ si ser¨¢ le¨ªdo por los diferentes presidentes de latinoam¨¦rica. Tampoco me interesa.

6Viviana01/02/2012 06:20:52

Desde Gait¨¢n hasta Uribe, hay una tendencia a vanagloriar al que (por fin) nos 'sacar¨¢ de la olla'. ?Considera que la figura mesi¨¢nica de Bol¨ªvar condiciona la b¨²squeda del pueblo colombiano de un l¨ªder que los "salve" de los recurrentes problemas de la sociedad, y en especial del conflicto armado?

S¨ª. Hist¨®ricamente hay esa tendencia, que un l¨ªder lo solucione todo. Y han existido en nuestra historia grandes l¨ªderes. Y, por desgracia, la soluci¨®n de sus opositores, para enfrentarlos, ha sido ¨²nicamente la de asesinarlos. El peor ejemplo de la estupidez humana. No voy a enumerar esos l¨ªderes sacrificados, pero son muchos, y ese es un ejemplo que viene desde la misma independencia: All¨ª gravita la preocupaci¨®n "hist¨®rica" de mi novela.

7Pere Sudera01/02/2012 06:21:38

?Ha le¨ªdo 'En busca de Bol¨ªvar', de William Ospina?

No. Lo siento.

8Pachi01/02/2012 06:26:03

Bol¨ªvar seguir¨¢ siendo tema de ensayos, de poemas, de libelos, de toda suerte, en fin, de pareceres. La verdad campea en algunos, en otros solamente la opini¨®n medrosa, o falsa, halague?a. Muchos de esos mamotretos tuve que leer a la hora de sentarme a trabajar en mi novela. Fue un triste recorrido. Ahora ya no quisiera saber de Bol¨ªvar. Fue suficiente, y lo que tengo que decir lo tengo escrito en mi novela.

9fejamode01/02/2012 06:27:20

?Qu¨¦ motivaci¨®n lo llev¨® a trabajar en el tema de Bol¨ªvar?

Mi memoria de pastuso, que es la de mis padres y mis abuelos. Y el asombro ante tantas mentiras alrededor de Bol¨ªvar.

10Marie-Ange de Montpellier01/02/2012 06:28:49

Buenas tardes, Lo que hace usted al escribir esta novela, ?no le parece contribuir de cierta manera al deber de memoria que tenemos todos y particularmente los escritores e historiadores?

Eso espero, y que as¨ª sea. Contribu¨ªr a lo que usted llama "el deber de memoria". Sobre todo para eso existen los escritores, es su principal explicaci¨®n.

11Ovecha01/02/2012 06:33:44

?Bol¨ªvar era defensor de los derechos de la gente del mundo o solo de los sudamericanos?

En sus proclamas Bol¨ªvar era defensor de todos los derechos. Otras cosas hac¨ªa en la realidad. Quer¨ªa ser presidente vitalicio, monarca de los Andes. Y esto no lo digo yo, lo dice la historia; lo se?alan los documentos de quienes lo escucharon, o actuaron con ¨¦l. Hubo a su lado h¨¦roes realmente h¨¦roes, m¨¢s grandes, m¨¢s significativos, Miranda, Piar, Nari?o, C¨®rdoba, Sucre, y merecen todo el elogio de que disfruta hist¨®ricamente Bol¨ªvar, sin merecerlo.

12Enrique Pati?o01/02/2012 06:36:34

?Y qu¨¦ sensaci¨®n le quedaba de leer los otros textos oficiales, Evelio? ?No le daba rabia, una vez m¨¢s, el arrodillamiento y el enceguecimiento de los colombianos frente a los poderosos y su imposibilidad de cuestionar a sus h¨¦roes? ?Fue ese el detonante que lo motiv¨® a escribir la obra?

S¨ª, fue una de las causas. Pero no escrib¨ª con rabia. No he desconocido la gran energ¨ªa de Bol¨ªvar, como tampoco la desconoci¨® J. R. Sa?udo, el historiador que alienta mi novela. Pero esa gran energ¨ªa no apuntaba al engrandecimiento econ¨®mico y educativo de la rep¨²blica, sino al poder. El poder absoluto, la vanagloria.

13afharnache01/02/2012 06:39:32

?No cree el que recurso de citar a Se?udo de forma tan constante puede quitarle fuerza a la novela? A veces se siente una ruptura grande entre el texto citado y la novela propiamente dicha.

Tiene usted raz¨®n. Ese fue uno de mis mayores temores de novelista. Que la historia escueta, ¨¢rida, interrumpiera el hilo narrativo. Pero tuve que hacerlo a trav¨¦s de la c¨¢tedra de Arca¨ªn Chivo. En cierto modo, el lector y el escritor recibimos una clase magistral de historia, con todo y lo aburridas que son a veces las c¨¢tedras de historia. Por eso desde un principio ped¨ª la paciencia del lector y su indulgencia, con estas p¨¢ginas inevitables. Son imprescindibles, y en todo caso creo que pueden asimilarse sin mayores problemas.

14Vespuccia 01/02/2012 06:41:53

?Ha tenido usted en cuenta la biograf¨ªa de Bol¨ªvar por Salvador de Madariaga, primera biograf¨ªa desmitificadiora despu¨¦s de la invectiva de Carlos Marx?

No, no tuve en cuenta esa biograf¨ªa de manera decisiva. Al igual que otras obras que indagaban la verdad en torno a Bol¨ªvar. La obra de Sa?udo, por ser pastuso, por interesarse sobre todo en el departamento de Nari?o y su capital, respecto al paso de Bol¨ªvar, fue la que me interes¨® mayormente.

15Desorientadoaleste01/02/2012 06:46:02

Buenas tardes, Sr. Rosero. Voy muy perdido con esto de la historia y la cultura de las Am¨¦ricas. ?Me recomienda tres, cuatro o tantos libros como usted quiera para que entienda mejor la Am¨¦rica que habla espa?ol? Y si mete en la cesta un par de obras de ficci¨®n que a usted le hayan dejado muy satisfecho, mejor que mejor. Much¨ªsimas gracias.

Tal como van las cosas, las mejores obras para entender la historia y la cultura de las Am¨¦ricas son las de sus novelistas, y no la de sus historiadores. Recomiendo por eso: La Fiesta del Chivo, los mismos Cien a?os de Soledad -donde se menciona la masacre de las Bananeras-, cualquiera de las novelas del peruano Jos¨¦ Arguedas, y, en fin, lo que m¨¢s descolla de la literatura latinoamericana.

16Gustavo01/02/2012 06:50:57

Los pastusos se opusieron a nuestra independencia de Espa?a, prefer¨ªan seguir obedeciendo al rey, ?Influy¨® esta tendencia regional en tu visi¨®n sobre Bol¨ªvar?

Es un tema delicado. "Con un poco de inteligencia" se?ala Sa?udo, "Bol¨ªvar pudo pasar a su lado a los pastusos". Pero no lo hizo. Despu¨¦s de su derrota en Bombon¨¢, derrotado por pastusos monta?eses y mujeres y ni?os armados, su rencor fue grande. Al final, Pasto no defend¨ªa al rey. Los pastusos defend¨ªan su vida misma, sus tierras, sus haberes. El encono de los "libertadores" en su contra fue grande, y cruel. Fueron enga?ados y encadenados. Tambi¨¦n el departamento, desde los comienzos de la rep¨²blica, fue relegado. No se invert¨ªa un peso del erario en Pasto. Y, con todo y eso, la ciudad y el departamento, su gente pujante, sobrevivi¨®. Hubo muchos factores en su primera actitud: la religi¨®n y los religiosos fueron determinantes. Pero, en ¨²ltimas, la misma actitud de Bol¨ªvar los empuj¨® a defenderse, liderados por el l¨ªder ind¨ªgena Agust¨ªn Agualongo.

17Jorge Garcia01/02/2012 06:53:33

No soy un gran conocedor de la figura hist¨®rica, si bien he tenido la oportunidad de vivir lo que representa en Venezuela. Al margen del estudio del lado humano de Bol¨ªvar ?Que reflexi¨®n le transmite el impacto hist¨®rico de esta figura en la consecuci¨®n de los anhelos anticoloniales y constitucionales de los diversos pueblos de sudam¨¦rica? y volviendo a la actualidad ?Cree justo judgar seg¨²n est¨¢ndares actuales a un militar de inicios del siglo XIX que mas que representar al hombre, representa un s¨ªmbolo que ejerce influencia en millones de personas?

No hay est¨¢ndares para dirimir sobre la verdad, sea del tiempo que sea. Hay que reconocer y verificar los errores, para no volver a repetirlos.