La hora de los escapistas
Elisa Palomino y los hermanos I?aki y Aitor Mu?oz abogan por un pasado mitificado en sus colecciones de oto?o/invierno 2012
?C¨®mo debe responder la moda ante la zozobra? ?Sirviendo de espejo a la realidad u ofreciendo una v¨ªa de escape? Es un debate recurrente, una pregunta que hoy sobrevuela cualquier manifestaci¨®n de esta disciplina, que tiene un pie en la creatividad y otro en la industria. La ¨¦tica expresiva tal vez empujar¨ªa al creador a reflejar las tinieblas en las que vive. O, por el contrario, podr¨ªa pedirle a su imaginaci¨®n que alejase de ellas para aportar una brizna de fantas¨ªa en el p¨¢ramo. La l¨®gica comercial alberga pocas dudas: cuando las prendas sonr¨ªen se venden mejor.
A esta dial¨¦ctica han respondido de forma parecida Elisa Palomino y los hermanos I?aki y Aitor Mu?oz, que forman Ailanto. Las colecciones de oto?o/invierno 2012 que ambas firmas han presentado en el certamen Mercedez-Benz Fashion Week Madrid abogan por una evasi¨®n hacia un pasado mitificado, un tiempo que imaginamos m¨¢s exquisito y cargado de referencias culturales. La dise?adora valenciana, afincada en Londres y formada junto a John Galliano durante ocho a?os, desfila en Madrid desde septiembre de 2010 y su propuesta es una de las m¨¢s personales de las que se ven en esta pasarela. Resulta tan ensimismada, tan desentendida del mundo exterior, que esa actitud solo puede ser deliberada. Tres hermanas literarias y art¨ªsticas, las Stettheimer, dejan su rastro en una colecci¨®n de vestidos en la que domina el terciopelo recorrido por an¨¦monas, p¨¢jaros y mariposas. No es que no responda a las urgentes cuestiones de lo cotidiano, es que se empe?a con todas sus fuerzas en no hacerlo.
Los motivos chinescos de Palomino quieren evocar la fascinaci¨®n de Florine Stettheimer por los nuevos materiales. Un poema suyo, Crystal Flowers, da nombre a la colecci¨®n. ¡°Se trata de un homenaje al estilo de vida de unas hermana modernas e inteligentes, furiosamente elegantes¡±, rezan las notas. ¡°Se vest¨ªan para su propia satisfacci¨®n, con entusiasmo e ingenio: el pelo azul, labios carmes¨ª y modelos orientales. Una victoria para la expresi¨®n femenina¡±. El mito de la delicadeza asi¨¢tica es una constante en el trabajo de Palomino desde que en febrero de 2010 creara su propia firma.
Es un tema que esta temporada tambi¨¦n evoca Ailanto. Su ¨¦nfasis est¨¢ en la chinoiserie, movimiento que recorri¨® las artes decorativas europeas del siglo XVIII. Papeles de tapiz, biombos, porcelana y encajes de filigranas recorren una colecci¨®n que se apunta a la tendencia a?os 20 en lo que a las siluetas respecta. Una corriente muy extendida ya para la inminente primavera, que en Madrid parece continuar para la siguiente temporada. El viaje creativo de Ailanto parte de uno real: una visita al Royal Pavilion de Brighton. ¡°Cada sala merece dedicarle una colecci¨®n entera¡±, sostienen. La pompa y el refinamiento que caracterizan la chinoiserie condicionan una colecci¨®n menos folcl¨®rica y m¨¢s nocturna de lo que es habitual en Ailanto surcado por estampados realizados a mano, con motivos de perlas o estanques de nen¨²fares. ¡°Es posible que en este contexto se busquen referentes m¨¢s lejanos, m¨¢s fantasiosos¡±, admiten los Mu?oz.
Acaso no hay paisaje que incite m¨¢s a la algarab¨ªa que la alcoba. Para celebrar el 50 aniversario de la compa?¨ªa, Andres Sard¨¢ convierte el dormitorio en una pista de baile por la que pasa el tango, los bailes latinos, el pasodoble y el vals. Un bustier terminado en una cascada de tul que se abre sobre un conjunto de encaje verde ha cerrado un desfile con est¨¦tica de musical. ¡°Cuando mi padre empez¨®, la ropa ¨ªntima era ortopedia. ?l quiso aportarle ilusi¨®n y fantas¨ªa¡±, explica N¨²ria Sard¨¢, directora creativa de la firma. ¡°Que la mujer pudiera disfrutar con ella. La ropa interior, como la exterior, es un reflejo de la sociedad en la que vivimos¡±.
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