Magazine: 'No thyself'

Un temporal imprevisto chaf¨® en parte la reaparici¨®n de Magazine en el FIB de 2009. Pocos testigos aquella noche atisbaban un disco nuevo de la banda despu¨¦s de 30 a?os. Tampoco sus miembros. Y una vez producido el milagro, la cosa no palidece respecto a sus trabajos fundamentales de finales de los setenta. Vale que con Barry Adamson la grabaci¨®n habr¨ªa ganado en pedigr¨ª (tras las giras prefiri¨® concentrarse en su carrera y en debutar como director de cine). Y roza sin duda lo muse¨ªstico el que el actual responsable de las seis cuerdas (Noko, excompa?ero de Howard Devoto en Luxuria) emplee la guitarra y los pedales del fallecido John McGeoch en busca del sonido que les encumbr¨® en el pospunk. Una exageraci¨®n, aunque entre Noko, el pulso r¨ªtmico de John Doyle en la bater¨ªa y el teclado de Dave Formula, tambi¨¦n productor, lo consigan.

Pero no ser¨ªa justo hablar de recreaci¨®n nost¨¢lgica. M¨¢s bien, de una colecci¨®n de buenas canciones fieles a una identidad. Devoto contin¨²a intrigante como vocalista y se muestra en las letras cada vez m¨¢s obsesionado con la muerte (Holy dotage, Hello Mister Curtis), siempre con el sexo como asignatura de disecci¨®n (Other thematic material). Y toca lo religioso en Physics, cuyo estribillo viene de una frase de Dylan al promocionar su ¨¢lbum de villancicos: ¡°la religi¨®n no est¨¢ hecha para todo el mundo¡±. A Devoto, ateo declarado, le choc¨® que lo dijera alguien creyente como el genio de Duluth. Y dado que la curiosidad del cabecilla de Magazine parece intacta, ser¨ªa un puntazo verle explorar caminos alternativos junto a sus compinches en pr¨®ximas entregas.

Valoraci¨®n: 0 ABERRANTE, el mundo ser¨ªa mejor sin ¨¦l; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordar¨¢ de ¨¦l; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un ¨¦xito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un mill¨®n.