Se buscan ¡®micromecenas¡¯ para un gran microteatro
La sala Guindalera tiene 40 d¨ªas para recaudar 3.500 euros para financiar su pr¨®ximo estreno Han ideado un sistema que permite a los espectadores aportar de 10 a 500 euros y recibir regalos a cambio
La sala Guindalera es un teatro de barrio, aunque no por ello una sala alternativa, purista, ni de segunda, sino todo lo contrario. Sobre sus tablas se han representado a autores como Cervantes, Shakespeare, Ch¨¦jov (ahora en cartel), Rootney, Brian Friel o Pinter. Juan Pastor dirige y adapta a los grandes para hacerlos enormes y meterlos en este min¨²sculo teatro, que con solo 75 localidades y apenas subvenciones, ya no se puede mantener por s¨ª mismo. ¡°No es que no nos interesen las subvenciones, por supuesto que s¨ª, pero a veces condicionan el cartel o la programaci¨®n: tendr¨ªamos que ofrecer cinco o seis espect¨¢culos al a?o, cuando nosotros hacemos dos o tres, no m¨¢s, porque hacemos un teatro de calidad y de excelencia¡±, explica Pastor, que aclara que Guindalera no es un negocio: ¡°Es una sala de creaci¨®n, y si tiene ¨¦xito es porque no ha renunciado a su estilo particular. Es un teatro familiar, y el p¨²blico es la familia¡±.
Pero ni los vecinos del barrio, ni los amantes del buen teatro se conforman con el cese de los espect¨¢culos de Guindalera. Para el pr¨®ximo estreno, El fant¨¢stico Francis Hardy: El curandero, del irland¨¦s Brian Friel, necesitan un empuj¨®n econ¨®mico, y junto con una plataforma de pago digital dedicada al apoyo de proyectos culturales, la Tahona Cultural, han ideado un sistema de financiaci¨®n alternativa que permite, adem¨¢s, que los espectadores puedan convertirse en mecenas. ¡°El proyecto Tahona nace como un peque?o producto, que ha apostado por una nueva forma de financiaci¨®n por parte de la sociedad civil, que pueda sentirse part¨ªcipe. Es la democratizaci¨®n de la cultura, as¨ª su gesti¨®n no es algo mercantilista, sino que est¨¢ abierta a todo tipo de p¨²blico¡±, explica Conchita Ort¨ª, responsable del plan.
El proyecto de financiaci¨®n consiste en donaciones por Internet. Se pueden aportar desde 10 hasta 500 euros. Los micromecenas reciben algo a cambio: desde una foto firmada por los actores, entradas a las funciones, al preestreno, a los ensayos, hasta una invitaci¨®n a tomar una copa con los actores en el backstage la noche del estreno.
Carlos L¨®pez Terradas es profesor en la Universidad Carlos III y aficionado al teatro. Ha hecho una aportaci¨®n de 50 euros: ¡°Me parece un proyecto entra?able, me da pena que pudiera desaparecer un teatro de tan alta calidad que se hace con tres duros. Esta sala tiene algo especial, la cercan¨ªa, la sencillez¡¡±.
Las expectativas de recaudaci¨®n ascienden a 3.500 euros. Hasta la fecha, y a falta de 24 d¨ªas para que el 3 de marzo finalice el plazo establecido, el proyecto va por un buen camino: ya cuenta con el 77% de los fondos que necesita. Aun as¨ª, si finalmente no se logra este objetivo, no se llevar¨¢ a cabo el cobro de ninguna de las donaciones y el proyecto habr¨¢ fracasado. Para alejar ese espectro, Juan Antonio, un ingeniero de telecomunicaciones y profesor en la Complutense de 52 a?os, ha donado 100 euros: ¡°La petici¨®n econ¨®mica es simb¨®lica, es una forma de rendir testimonio a la herencia de este teatro. Hay que buscar f¨®rmulas para apoyar aquello que merece la pena que siga existiendo. Adem¨¢s para m¨ª es una oportunidad poder aportar algo a esta iniciativa, porque ellos tienen la generosidad de hacernos part¨ªcipes al p¨²blico de ese teatro, por la calidad que hay y la hospitalidad con los espectadores¡±.
La actriz protagonista de la obra ahora en cartel, y de la que se estrenar¨¢ el pr¨®ximo mes de febrero, Mar¨ªa Pastor, explica las virtudes del teatro Guindalera: ¡°Aqu¨ª viene gente que se emociona. Los espectadores est¨¢n cansados de ver otro tipo de espect¨¢culos que les dejan m¨¢s fr¨ªos. Guindalera es un templo necesario. Ahora est¨¢n de moda las moderneces ¡®porque s¨ª¡¯, los cambios ¡®porque s¨ª¡¯, y se ha olvidado la funci¨®n del teatro. A las personas les sorprende que aqu¨ª se muevan tantas emociones, aunque no sean obras tan modernas. Estas compa?¨ªas tan s¨®lidas no existen ya en Espa?a. El p¨²blico est¨¢ creciendo. No solamente es eso de ¡°estoy in¡±, sino que hay algo m¨¢s. Algo m¨¢s ¨ªntimo¡±.
Una intimidad que, seg¨²n el actor Ra¨²l Fern¨¢ndez, coprotagonista de Tres a?os, de Chejov, se puede explicar con un s¨ªmil gastron¨®mico: ¡°Guindalera es como aquel restaurante al que vas porque lo que se come siempre es bueno, y vuelves sin saber el men¨² del d¨ªa, porque la cocina es de calidad y la comida est¨¢ hecha con cari?o. Sabes que vas a salir habiendo disfrutado un buen plato¡±. Es un teatro con encanto, donde a la salida de cada funci¨®n los espectadores son invitados a un licor de guinda y charlan con los actores sobre la obra, intercambiando opiniones e involucrando a los asistentes en el espect¨¢culo. Porque, con subvenciones o sin ellas, el show y la cultura deben continuar.
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