Los ni?os de Ellis
Una exposici¨®n descubre la obra del fot¨®grafo estadounidense Lewis Hine, pionero del documentalismo social
Fue uno de los pioneros en entender que el arte es un instrumento perfecto para cambiar la realidad. El trabajo infantil, la emigraci¨®n y las terribles condiciones de vida de los obreros en Estados Unidos a comienzos del siglo XX fueron permanente motivo de inspiraci¨®n de Lewis Hine (Wisconsin, 1874-Nueva York, 1940), fot¨®grafo estadounidense y pionero del documentalismo social. La fundaci¨®n Mapfre dedica al artista una retrospectiva con 170 im¨¢genes que a partir de ma?ana se puede visitar en su sede madrile?a.
Maestro y soci¨®logo de profesi¨®n, la fotograf¨ªa no fue su vocaci¨®n inicial. ?l quer¨ªa cambiar el mundo y buscaba pruebas sobre las que armar sus argumentos. Con un grupo de estudiantes se adentr¨® en las condiciones de vida de los ni?os durante el cambio de siglo. El escenario era la isla de Ellis, el centro de recepci¨®n de inmigrantes en Manhattan.
All¨ª retrat¨® la llegada de embarcaciones cargadas de exhaustas familias europeas que hu¨ªan del hambre de sus pa¨ªses de origen, hombres y mujeres de mirada aturdida, grupos de italianos sentados sobre sus petates a la espera de destino, mujeres dormitando y ni?os, muchos ni?os, con marcas de mugre en la cara y tristeza infinita en la mirada. Esas primeras im¨¢genes le convencieron de la fuerza que la fotograf¨ªa para influir en la opini¨®n p¨²blica. Ya nunca soltar¨ªa la c¨¢mara.
Captur¨® la llegada y quiso seguirles hacia los lugares en los que hacinaban, en los que com¨ªan y en los que trabajaban. Aspir¨® a denunciar el rechazo de la poblaci¨®n americana que les recriminaba el no conocer su idioma, sus costumbres, sus familias numerosas con mujeres siempre pre?adas y cargadas de hijos¡Es un patr¨®n de comportamiento que, como recuerda la comisaria, Alison Nordstr?m, repetimos los pa¨ªses ricos ante la llegada de inmigrantes del tercer mundo.
Los ni?os trabajadores en Estados Unidos, entre 1903 y 1913, fue su segunda serie importante, aunque el tema no lo abandonar¨ªa nunca. Retrat¨® numerosos ni?os y ni?as con expresi¨®n de adultos que trabajaban 14 horas en las f¨¢bricas, como repartidores, lustrando zapatos o colocando bolos para que otros jugaran. Lejos de ir a la escuela, les contrataban para los trabajos m¨¢s penosos por menos dinero que a los adultos y, al igual que los mayores, los peque?os sufr¨ªan accidentes por los que terminaban con las piernas o los brazos amputados y condenados a la mendicidad de por vida. Con estas fotos Lewis Hine luch¨® y logr¨® grandes avances para mejorar las viviendas de los extranjeros y erradicar los talleres de explotaci¨®n infantil.
A finales de la primera Guerra Mundial, Hine viajo a Europa y, empotrado en la Cruz Roja Americana, pudo seguir a los ni?os, las grandes v¨ªctimas tambi¨¦n en las guerras.
La construcci¨®n del Empire State en Nueva York (1930-1931) le dio las oportunidad de denunciar las condiciones de peligrosidad en las que trabajaban los obreros de la construcci¨®n. Hay hombres que parecen volar entre las gr¨²as, otros que se refugian de los cascotes que caen o aguantan el viento paleta en mano.
Lewis Hine empezaba a vivir de la fotograf¨ªa cuando muri¨® de una complicaci¨®n posoperatoria en un hospital neoyorkino. Hab¨ªa recibido encargos de Life o Fortune pero no le pagaron suficiente para evitar el desahucio de su casa. Muri¨® solo y pobre, sin saber que se convertir¨ªa en el maestro de la fotograf¨ªa documental.
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