Un canon de la narrativa en espa?ol
Anagrama celebra los 500 t¨ªtulos de la serie 'Narrativas Hisp¨¢nicas'
El editor de Anagrama, Jorge Herralde (Barcelona, 1936) ha querido que Antagon¨ªa, la gran obra de Luis Goytisolo ahora reunida en un solo volumen, fuera el n¨²mero 500 de la emblem¨¢tica colecci¨®n Narrativas Hisp¨¢nicas. Una memorable serie que naci¨® a finales de 1983 con el primer Premio Herralde de Novela: El h¨¦roe de las mansardas de Mansard, de ?lvaro Pombo. En total, medio millar de t¨ªtulos que casi por s¨ª solos explican la narrativa contempor¨¢nea en espa?ol.
Cualquiera lo habr¨ªa dicho en 1969, cuando Herralde fund¨® el sello: la ficci¨®n no estaba entre sus prioridades. En aquellos tiempos heroicos, publicaba esencialmente ensayos en la colecci¨®n Argumentos o los famosos Cuadernos, textos con los que apuntalaba utop¨ªas y alimentaba el fuego de la revoluci¨®n que hab¨ªa de llegar pero que nunca lleg¨®.
"La primera d¨¦cada de Anagrama fue precaria, pero tolerable", recuerda, "me parec¨ªa importante publicar lo que publicaba y me divert¨ªa, pero entonces se combin¨® la precariedad con el llamado desencanto, que en el ¨¢mbito pol¨ªtico se materializ¨® con la victoria de Adolfo Su¨¢rez, con la que desaparecen todas las ilusiones revolucionarias de la ruptura, del hombre nuevo y de todo lo dem¨¢s".
Para celebrar el n¨²mero redondo se reedita 'Antagon¨ªa', de Luis Goytisolo
De pronto, la creaci¨®n literaria ya no era algo fr¨ªvolo para evadirse de las condiciones objetivas. En los ochenta Anagrama reduce dr¨¢sticamente la publicaci¨®n de ensayos ¡ª "porque yo mismo me canso de leer textos pol¨ªticos"¡ª y busca una salida en la narrativa, un antiguo amor de su juventud: "la buena literatura".
Publicaba a autores como Thomas Bernhard y enseguida tuvo la suerte de toparse con Patricia Highsmith. Edit¨® primero Extra?os en un tren y en menos de un a?o acumul¨® hasta cinco t¨ªtulos. Y en estas, lleg¨® el gran acierto de La conjura de los necios, de John Kennedy Toole, que vino directamente de la Louisiana University Press. Con ella, Anagrama sale a flote. De La conjura... se vendieron m¨¢s de medio mill¨®n de ejemplares y paralelamente lleg¨® el fen¨®meno Charles Bukowski, otro enorme ¨¦xito editorial. "Lo m¨¢s interesante de estos autores es que se transmiten de generaci¨®n en generaci¨®n y seguimos vendi¨¦ndolos cada a?o y reedit¨¢ndolos", apunta. "Con la colecci¨®n Contrase?as ocurre algo muy peculiar, y es que es uno de los banderines de enganche de nuestra editorial. En Am¨¦rica Latina muchos escritores que conozco se precian de tener desde el primer n¨²mero".
Entrar en la narrativa en espa?ol, explica, se hizo por "ocupaci¨®n del territorio", copado hasta entonces por otras editoriales emblem¨¢ticas. Herralde se propuso incorporar "voces nuevas y tambi¨¦n voces ya consagradas pero que, por la raz¨®n que sea, estaban a disgusto con su antiguo editor". Y piensa, concretamente, en Carmen Mart¨ªn Gaite, "que tuvo una segunda juventud gloriosa en Anagrama, o mujeres que como Ana Mar¨ªa Matute o Josefina Aldecoa hab¨ªan quedado muy en la sombra, al lado de los grandes tenores como Juan Goytisolo, Juan Benet, Ignacio Aldecoa, Luis Mart¨ªn Santos o S¨¢nchez Ferlosio". "Hubo un momento en que algunas de ellas", a?ade, "mediados los noventa, se tomaron una buena revancha, como Mart¨ªn Gaite con Nubosidad variable, Josefina Aldecoa con Historia de una maestra y mi querida Ana Mar¨ªa Matute ¡ªaunque yo no sea su editor¡ª con Olvidado rey Gud¨². Tambi¨¦n ten¨ªamos inter¨¦s en recuperar escritores que hab¨ªan pasado por un Guadiana, que hab¨ªan estado ocultos, como Tito Monterroso, Caballero Bonald, o Esther Tusquets".
El editor m¨ªtico que ha devenido Herralde con los a?os todav¨ªa recuerda los c¨®cteles de la revista Cuadernos para Di¨¢logo en los a?os setenta. "Cuando Juan Garc¨ªa Hortelano dec¨ªa '?Qu¨¦ llegan los catalanes!', que ¨¦ramos Castellet, Carlos Barral, Com¨ªn, Beatriz de Moura, Esther Tusquets y yo". Y c¨®mo en una fiesta se le acerc¨® Mart¨ªn Gaite y le dijo que estaba escribiendo un libro que quer¨ªa presentar al premio Anagrama de Ensayo, titulado Usos amorosos de la posguerra espa?ola. "Yo la escuchaba educadamente, porque era muy persuasiva, pensando que no era un tema muy atractivo, pero ella estaba absolutamente volcada en el libro. Por suerte me equivoqu¨¦, porque fue un ¨¦xito incre¨ªble. Se vendieron m¨¢s de 100.000 ejemplares, una cifra extraordinaria para aquella ¨¦poca".
La serie naci¨® con el primer premio Herralde, que gan¨® Pombo
Se podr¨ªa hablar de otros muchos descubrimientos. Tambi¨¦n, de los que le han abandonado, como Javier Mar¨ªas o Enrique Vila-Matas. O del ¨²ltimo gran escritor del siglo: Roberto Bola?o. "S¨ª, ten¨ªa mucho prestigio ya tras publicar Estrella distante y Llamadas telef¨®nicas, dos libros de culto, pero da el salto con Los detectives salvajes, y se consagra con 2666". Con aquella obra de Bola?o, Herralde hizo exactamente lo contrario que con la nueva reedici¨®n de Antagon¨ªa, que Goytisolo public¨® en cuatro libros separados. Tras la muerte del escritor chileno contradijo su deseo de que se troceara 2666 en varios libros ("por razones econ¨®micas") y forz¨® la edici¨®n en un solo volumen.
Y todo esto con una formaci¨®n autodidacta, la de alguien que "era un lector voraz desde ni?o. "Desde el DDT a Las aventuras de Guillermo, hasta Wodehouse, que lo le¨ªa en las ediciones de Jos¨¦ Jan¨¦s". Ya de joven quiso fundar una editorial con su amigo Carlos Dur¨¢n, cuyo padre era encuadernador, para publicar en de piel las obras completas de Sartre y Camus, porque los censores eran mucho m¨¢s condescendientes con los libros caros que con los baratos. Luego se estrenar¨ªa en el negocio con el sello que formaron el matrimonio Jorge Argento y Esther Tusquets llevando precisamente la colecci¨®n de narrativa, aunque el proyecto se fue a pique al mismo tiempo que el matrimonio de sus fundadores. Y eso que estudi¨® Ingenier¨ªa Industrial, como Juan Benet, pero sin la misma afici¨®n ni amor por este oficio. "No estaba predestinado a ser editor", admite humildemente.
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