Sexo y lengua, abiertos en canal
El art¨ªculo del acad¨¦mico Ignacio Bosque sobre la visibilidad de la mujer en los usos del idioma sigue provocando reacciones en el mundo de la Cultura
Ha quedado claro que las palabras tienen vida y una biograf¨ªa. Eso es lo que ha confirmado el rosario de opiniones de toda estirpe que ha generado desde el domingo el informe Sexismo ling¨¹¨ªstico y visibilidad de la mujer, del acad¨¦mico Ignacio Bosque. ¡°Una llamada al sentido com¨²n y buen sentido. Una de las funciones de las academias es aclarar este tipo de cuestiones¡±, asegura Jos¨¦ Ignacio Wert, ministro de Educaci¨®n, Cultura y Deporte. ¡°Todos tenemos que hacer una reflexi¨®n profunda sobre las razones que hacen que la igualdad no avance al ritmo que debiera¡±, afirma Consuelo Ciscar, directora del IVAM.
La labor que hacen las asociaciones de mujeres es indispensable, agrega Ciscar. ¡°Es necesario cambiar la sensibilidad, la educaci¨®n y establecer formas para que hombres y mujeres se expresen, trabajen y elijan con absoluta libertad e igualdad. Por tanto, cualquier avance en el uso correcto de la lengua y la gram¨¢tica sobre estos asuntos nos permitir¨¢n dar un salto de gigante en la conquista de una aut¨¦ntica igualdad¡±.
Se ha conseguido que la sociedad tome conciencia del sexismo de muchas expresiones Ana Caball¨¦, escritora y profesora de la universidad de Barcelona
Para Ana Caball¨¦, escritora y profesora de la universidad de Barcelona, con toda esa labor ¡°se ha conseguido que la sociedad tome conciencia del sexismo de muchas expresiones. Y procure evitarlas¡±. Adem¨¢s, muestra su gratitud por el informe de Ignacio Bosque por haber llamado la atenci¨®n sobre un fen¨®meno ¡°que va en contra del sentido com¨²n de los hablantes¡±. Se han puesto los puntos sobre las ¨ªes, dice la escritora Julia Navarro.
Indudablemente, recuerda C¨¦sar Antonio Molina, director de la Casa del Lector y exministro de Cultura, ¡°la lengua es un ser vivo, que a?ade, quita, inventa y es la Academia la que se dedica al estudio de esto, por lo tanto, hay que acatar sus normas porque sino vivir¨ªamos en una selva¡±.
En una l¨ªnea parecida se ha expresado Victoria Eugenia Mart¨ªnez Moya, subdirectora de la Unidad de Igualdad entre mujeres y hombres de la Universidad de Granada, cuya gu¨ªa ha sido una de las analizadas. Se redactaron ¡°para comenzar una sensibilizaci¨®n y visibilizaci¨®n hacia la igualdad en nuestra comunidad. Siempre vamos en favor de utilizar t¨¦rminos neutrales, porque entienden que hay t¨¦rminos que incluyen ambos g¨¦neros¡±.
Forzar otra manera en el habla es ni m¨¢s ni menos una imposici¨®n pol¨ªtica Elvira Lindo, escritora
No en vano ¡°el lenguaje es el elemento que m¨¢s influye en la formaci¨®n del pensamiento en el ser humano, lo que deriva en la construcci¨®n de esquemas mentales, estereotipos y conceptos abstractos con los que nos desenvolvemos en la vida diaria¡±, explica Nuria Manzano, secretar¨ªa de Igualdad UGT-Madrid. Por lo tanto, un habla sexista influir¨¢ en tener un pensamiento sexista. Deja claro que ¡°no es posible justificar la utilizaci¨®n de un lenguaje sexista en las tradiciones. Cuando las tradiciones son injustas hay que cambiarlas¡±.
La desigualdad entre mujeres y hombres est¨¢ enraizada en las actitudes y comportamientos sociales, afirma Carmen Plaza, directora general para la Igualdad de Oportunidades del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales e Igualdad. ¡°Uno de ellos es la representaci¨®n social de las mujeres y el lenguaje es una forma de representarlas. Siempre se ha defendido la necesidad de que las mujeres se hagan visibles, tambi¨¦n en el habla. Nombrarlas es una manera de asignarles un lugar en la sociedad, de darles el protagonismo que a lo largo de los ¨²ltimos a?os han ido adquiriendo. De ah¨ª la necesidad de usar un lenguaje que se ha llamado inclusivo, siempre desde el respeto a la gram¨¢tica¡±.
Para la escritora Elvira Lindo, ¡°todo el mundo en Espa?a entiende que nuestra lengua diferencia entre sexo y g¨¦nero, por tanto, hay sustantivos de apariencia masculina en los que sabemos que est¨¢n incluidas tambi¨¦n las mujeres. Forzar otra manera en el habla es ni m¨¢s ni menos una imposici¨®n pol¨ªtica, que nada tiene que ver con las reglas filol¨®gicas ni con el uso natural del habla. Lo que no puede ser es que dos mujeres vayan a pedir una subvenci¨®n para j¨®venes emprendedoras y se encuentren con que las obligan a cambiar la redacci¨®n de su proyecto para adecuarlo a un lenguaje no sexista. ?Qu¨¦ es lo que pretendemos entonces: cambiar el lenguaje o cambiar la realidad? Deseo una sociedad en la que los hombres sepan mirar a las mujeres con respeto y sin condescendencia, en la que tengamos derecho al mismo sueldo o al mismo puesto si tenemos el mismo m¨¦rito, en la que no te encuentres a diario unos medios de comunicaci¨®n plagados de comentarios burlescos y faltones hacia las mujeres con presencia p¨²blica. Creo que nuestro pa¨ªs a¨²n tiene mucho camino por recorrer en este sentido, pero censurar y manipular la lengua de los ciudadanos es rid¨ªculo e intrusivo. Son los pol¨ªticos los que generalmente popularizan todas estas tonter¨ªas¡±.
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