Nieve
Ya sabemos los resultados de las elecciones andaluzas. El proceso ha estado capitalizado por el jugoso esc¨¢ndalo de los ERE fraudulentos. Con un calendario oportuno, cada detalle de la instrucci¨®n salpicaba la campa?a con la utilizaci¨®n del dinero del Estado sin rendir cuentas, clientelismo y favoritismo. No dista demasiado de otros rasgos de la pol¨ªtica que sacuden nuestra buena fe. Cada d¨ªa una nueva noticia sobre c¨®mo los partidos transforman el poder en una oficina de colocaci¨®n. M¨¢s consejos de administraci¨®n y asesor¨ªas, difusos empleos en grandes empresas que aparentan no rendir cuentas a otro curr¨ªculo que la cercan¨ªa a los partidos o el formar parte de la familia directa de los altos cargos. Sin cejar en la irritante utilizaci¨®n de los indultos y las medidas de gracia para favorecerse a s¨ª mismos, con el agravante de que se presume de inocencia cuando lo que se logra es la anulaci¨®n de la pena y se dice defender la justicia cuando en realidad se tira por tierra el trabajo esforzado de investigadores y jueces.
El director general ahora encarcelado preventivamente aparenta ser un curioso ejemplar de Robin Hood. Repart¨ªa dinero sin finura entre vicios y paisanos. Los socialistas se han empe?ado en distanciarse de ¨¦l, con el mismo esfuerzo con el que los populares simulan que el reci¨¦n condenado Jaume Matas nunca ha pertenecido al partido, ni como ministro ni como presidente de comunidad. Las declaraciones del ch¨®fer y compadre en las juergas del ex alto cargo andaluz han sido celebradas por los medios pese a la exagerada afirmaci¨®n de que gastaban 25.000 euros al mes en coca¨ªna. Seguramente el camello que los surt¨ªa pudo enviar a sus hijos a la London School of Economics, pero cualquier perito en coca¨ªna dictaminar¨ªa que eso implica meterse m¨¢s de 20 gramos al d¨ªa, algo f¨ªsicamente imposible, a menos que tiraran al aire m¨¢s de la mitad de lo que compraban.
Puede que sea la ¨²nica nieve que ha ca¨ªdo sobre Andaluc¨ªa en estos a?os. Ojal¨¢ que a partir de hoy los tiros vayan por otro lado. Es clave que los pol¨ªticos entiendan que el oficio necesita un ataque de responsabilidad urgente y un c¨®digo de buenas maneras, transparencia y honestidad que la ciudadan¨ªa no percibe.
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