Argentina da marcha atr¨¢s en la ¨²ltima traba a la importaci¨®n de libros

Parec¨ªa un desatino surrealista. Y, afortunadamente, solo dur¨® unos d¨ªas. La secretar¨ªa de Comercio del Gobierno argentino contact¨® ayer con las principales asociaciones de la industria editorial para comunicarles que las ¨²ltimas disposiciones hab¨ªan sido malinterpretadas por el servicio de Aduanas y en unas horas todo volver¨ªa a la normalidad. Con esa decisi¨®n, el ciudadano com¨²n no se ver¨¢ obligado cada vez que reciba un libro por servicio de mensajer¨ªa desde el extranjero a pagar el equivalente a unos 50 euros en concepto de tasas y a viajar al aeropuerto internacional de Buenos Aires para retirar su mercanc¨ªa. Y los editores no tendr¨¢n que contratar los servicios de un despachante de aduana cada vez que reciban por mensajer¨ªa unos cuantos libros.

La medida se puso en pr¨¢ctica a ra¨ªz de que el pasado 12 de marzo entrase en vigor una resoluci¨®n por la que se prohib¨ªa la publicaci¨®n y difusi¨®n de libros que posean en sus tintas un contenido de plomo superior al 0.06%. El pretexto justificado en la propia norma era proteger la salud de la poblaci¨®n. Pero en realidad se pretende fomentar la impresi¨®n de libros en el pa¨ªs y reducir la salida al exterior de d¨®lares.

Esta ¨²ltima disposici¨®n ven¨ªa a sumarse a otras que durante el ¨²ltimo a?o han dificultado la llegada de libros impresos en el extranjero. Varios editores hab¨ªan advertido a los responsables de la Secretar¨ªa de Comercio de que se iba a generar un gran rechazo en la sociedad cuando los ciudadanos tuvieran que retirar los libros en el aeropuerto de Ezeiza, a 35 kil¨®metros de Buenos Aires. Sin embargo, la norma sali¨® adelante. La semana pasada fue adelantada por?La Naci¨®n y poco a poco se fueron generando cientos de protestas en las redes sociales. Un grupo de intelectuales agrupados bajo la marca Plataforma 2012 emiti¨® un comunicado contra la medida: ¡°Causa estupor que el mismo Gobierno que acepta la utilizaci¨®n de sustancias qu¨ªmicas contaminantes en la megaminer¨ªa a cielo abierto, que traba investigaciones respecto de los perniciosos efectos que causa el glifosato en la salud humana usado en las 18 millones de hect¨¢reas sembradas de soja, que no hizo jam¨¢s alg¨²n intento de paliar el esc¨¢ndalo ecol¨®gico del Riachuelo, alegue ahora razones de ¨ªndole sanitaria para tomar una medida tan enga?osa como falsa¡±.

El escritor argentino Hern¨¢n Casciari escribi¨® un art¨ªculo que tuvo gran resonancia en la opini¨®n p¨²blica y cre¨® la etiqueta de Twitter #liberenloslibros. Ah¨ª se pod¨ªan leer tuits como: ¡°La idiotez es una enfermedad extraordinaria. No es el idiota el que sufre por ella sino los dem¨¢s (Voltaire)¡±. ¡°En el tema editorial, este Gobierno est¨¢ dejando una p¨¦sima impresi¨®n¡±. ¡°Este a?o, por el peligro de la contaminaci¨®n, en lugar de la Feria del Libro se har¨¢ la Feria de la Miner¨ªa a Cielo Abierto¡±. ¡°Se supo: lo que hizo chocar al tren del Sarmiento fue el exceso de plomo en las tintas de un libro importado¡±. ¡°Me hace gracia que tenga alg¨²n tipo de popularidad el hash #liberenloslibros ac¨¢ en Twitter. Es como fumarse un porro en comisar¨ªa¡±.

El viernes pasado, algunos responsables de Comercio informaron a los profesionales del sector editorial de que todo se deb¨ªa a una interpretaci¨®n de la ley demasiado estricta del servicio de aduanas. Pero tuvieron que transcurrir varios d¨ªas y varias portadas de los principales peri¨®dicos del pa¨ªs hasta que ayer, la secretar¨ªa de Comercio comunicase a la C¨¢mara del Libro y la de Publicaciones que ya no ser¨¢ preciso ¡°intervenir¡± los libros y revistas importados dirigidos a los usuarios y que el problema se solucionar¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas. El diario La Naci¨®n reproduce hoy la carta que el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, envi¨® ayer a Gladys Morando, la responsable de la Direcci¨®n de T¨¦cnica de Importaci¨®n de la Aduana: "No resulta necesaria la intervenci¨®n previa de la Direcci¨®n de Lealtad Comercial ni la presentaci¨®n de certificaci¨®n ni de declaraci¨®n jurada ni documentaci¨®n alguna por parte del importador para su liberaci¨®n a plaza, siempre que la mercader¨ªa ingrese para uso o consumo del destinatario y su finalidad no sea la comercializaci¨®n".

No obstante, las trabas a la importaci¨®n de libros no han terminado. La resoluci¨®n que impide la publicaci¨®n de libros con un contenido de plomo superior al 0,06% sigue vigente. Y en los pr¨®ximos meses se podr¨¢ utilizar para retener en las aduanas grandes partidas de libros destinados al comercio. Algunos libreros se quejan de que, aunque no existe ninguna prohibici¨®n de importar nada, las restricciones impuestas desde el a?o pasado por la secretar¨ªa de Comercio han reducido de forma considerable el volumen de libros importados. La directora de la Feria del Libro de Buenos Aires, Gabriela Adamo, advert¨ªa ayer en este peri¨®dico sobre el da?o que las ¡°improvisaciones¡± del Gobierno est¨¢n infligiendo en la industria editorial argentina: ¡°Han sido varias las medidas que se han anunciado y luego se da marcha atr¨¢s. Con cada una de ellas las c¨¢maras del libro van y tratan de resolverla. Pero es un proceso de desgaste bastante complicado. Esto ya viene desde el a?o pasado¡±.