Las delirantes aventuras venecianas de un poeta ucranio
Yuri Andrujovich narra las andanzas del ficticio Stanislas Perfetski en una novela plena de iron¨ªa y erudici¨®n
Pocos personajes de ficci¨®n se nos meten tan de buenas a primeras a los lectores en el bolsillo como Stanislav Perfetski, el inefable poeta ucraniano protagonista de la novela de Yuri Andrujovich Perverzi¨®n (Acantilado, 2012). Es Perfetski, Staj para los amigos, polifac¨¦tico artista, cultur¨®logo, vividor, polemista y cacaseno, una de esas criaturas que merecer¨ªan existir de verdad y que parecen seguir viviendo al margen de la voluntad de su creador. En puridad, cuando empieza la novela todo parece indicar que nuestro hombre ha muerto en Venecia, al parecer ahogado tras precipitarse ¡ª ?suicidio?, ?asesinato?¡ª al Gran Canal desde la ventana de su hotel. Andrujovich sigue el rastro del poeta y de su misteriosa desaparici¨®n aportando una serie de materiales dispersos ¡ªtextos escritos por diferentes manos, reportajes, programas, entrevistas, poemas, una ¨®pera, incluso la transcripci¨®n de una cinta de v¨ªdeo¡ª, un collage a ratos desconcertante con el que vamos reconstruyendo la asombrosa personalidad de Perfetski y sus singulares andanzas.
Al componer el retrato fragmentado del provocador poeta, entre mucho humor, erudici¨®n y considerables dosis de metaliteratura, el autor nos ofrece a la vez una apasionante imagen de su pa¨ªs ¡ªuna verdadera teor¨ªa de Ucrania¡ª y de su propia generaci¨®n art¨ªstica.
Hasta llegar a Venecia, su ¨²ltimo destino, Perfetski, cuenta Andrujovich, ha recalado en Cracovia ¡ª"bacanalizando" los alrededores del Mercado y afirmando estar pose¨ªdo por el legendario t¨¢rtaro que mat¨® de un flechazo al vig¨ªa trompetista de la catedral¡ª; en Viena, donde trabaj¨® de bailar¨ªn de striptease y gigol¨®; Praga, a la que llega disfrazado de mujer; Berl¨ªn, donde se enamora de una camarera griega o M¨²nich. En Venecia participa con otros estrafalarios personajes en el desopilante seminario El absurdo poscarnavalesco del mundo: ?qu¨¦ hay en el horizonte?, un encuentro digno de Kafka que incluye mucho vodka, b¨¢dminton y ¡°ba?o con admiradoras¡±, y la anunciada presencia, entre otros, de Schumacher, Samaranch, Cicciolina y Sinatra.
?Cu¨¢nto hay de real e incluso de autobiogr¨¢fico en Perfetski?, le pregunto a Andrujovich (Ivano-Frankivsk, 1960), un hombre de magn¨¦tica mirada bajo sus cejas mefistof¨¦licas que luce un aro en la oreja y no desentonar¨ªa tocado con el cl¨¢sico papaja en una fulgurante horda de cosacos de Zaporozhia. "Es autobiogr¨¢fico solo en la medida de que constituye una especie de ideal para m¨ª: es quien me gustar¨ªa ser. Toca todos los instrumentos, es pol¨ªglota, mundano¡ En cuanto a sus experiencias, son parecidas a las que hemos tenido los autores ucranianos de mi generaci¨®n". El escritor dice que la novela tiene su origen en una breve visita que hizo a Venecia en 1992. "Viv¨ª la ciudad como un caos hist¨®rico y cultural y tambi¨¦n me perd¨ª irremediablemente por ella, como todos". Andrujovich reivindica la categor¨ªa de novela de su artefacto literario, pese a lo inusitado de la estructura. "S¨ª, la defino as¨ª. Pero, ?qu¨¦ quiere decir escribir una novela sobre Venecia?, ?hay tantas!, no hay nada que no se haya dicho ya sobre la ciudad. As¨ª que he hecho una especie de parodia, con esa situaci¨®n t¨ªpica de los congresos, y tambi¨¦n con una muerte en Venecia, como la de Thomas Mann. Hay muchas citas, muchas alusiones, literarias, art¨ªsticas y musicales".
Un personaje se llama Ada y hay algunas similitudes con P¨¢lido fuego. "Admiro a Nabokov, pero lo de Ada es casual. La novela bebe en muchas influencias: E.T.A. Hoffmann , Gogol, Bulgakov¡ Perfetski proviene tambi¨¦n directamente de una ¨¦poca de efervescencia creativa, libertad y grandes expectativas en la Ucrania de finales de los ochenta y principios de los noventa. Surgi¨® entonces una escena underground muy colorista, vivimos una especie de ebriedad. En ese ambiente prosper¨® mi grupo po¨¦tico Bu-Ba-Bu. Hac¨ªamos cosas tan ins¨®litas como Perfetski. Mi poeta es alguien que estaba en esa escena en que se mov¨ªan tantas cosas".
Uno de los temas que emergen en Perverzi¨®n es el de la identidad ucraniana. "Definitivamente es el problema principal de la sociedad ucraniana. Llevamos ya m¨¢s de 20 a?os de independencia y a¨²n se repite que somos una sociedad en busca de su identidad. Empiezo a pensar que la hemos encontrado hace tiempo. Es dual: tenemos una doble conciencia y una doble visi¨®n, la postsovi¨¦tica y la antag¨®nica, la nacional-patri¨®tica. Hay un conflicto continuo entre ellas".
Andrujovich incluye en su novela unas hermos¨ªsimas p¨¢ginas de genealog¨ªa hist¨®rico-literaria de su pa¨ªs: otras ra¨ªces de la europeicidad en el Este. Referencias al pasado austroh¨²ngaro (una constante en el escritor) y p¨¢rrafos enteros de tribus y pueblos antiguos de evocadora sonoridad: cimerios, s¨¢rmatas, caracalpacos, derg¨®viches, polianos o pechenegos. "Ese juego con la geograf¨ªa y la historia es uno de los leit motiv de mi obra. Ucrania, ciertamente, ofrece a Europa otra perspectiva geogr¨¢fica y cultural, un centro en la periferia, lo que es una paradoja muy interesante".
Sacudida por una crisis y una corrupci¨®n que empeque?ecen las nuestras ("la confianza en el sistema judicial no supera el 8%, el 90% de la poblaci¨®n cobra 300 euros de media al mes"), Ucrania est¨¢ afectada tambi¨¦n por la tendencia masiva de la sus mujeres a emigrar, lo que el novelista, que trata el tema en Perverzi¨®n, califica de cat¨¢strofe. "En todo lo que nos sucede hay algo de masoquismo, no hay que olvidar que somos la patria de Leopold von Sacher-Masoch, que naci¨® en Lviv, entonces Lemberg".
Andrujovich es poeta como Perfetski. "Lo fui, un poco como ¨¦l, esa tendencia burlesca, de bufonada. Luego par¨¦ a los 30 a?os pero los poemas han regresado a m¨ª. Siento necesidad de escribir poes¨ªa, aunque m¨¢s de m¨²sica". El escritor est¨¢ de acuerdo en que en el Este de Europa hay una especial veneraci¨®n por la poes¨ªa y destaca el estatus reverencial que alcanzan algunos poetas. "En Ucrania tenemos a Lina Kostenko, de 82 a?os, que es casi una divinidad. Es la abuela sabia de todos nosotros".
En Ucrania, las heridas de la II Guerra Mundial a¨²n no han cicatrizado. "En mi pa¨ªs nada est¨¢ m¨¢s vivo que la historia de esa contienda. El debate sobre la ocupaci¨®n nazi, la colaboraci¨®n y el Holocausto est¨¢ de plena actualidad. De nuevo se enfrentan las dos ideolog¨ªas identitarias. Hay una visi¨®n sovi¨¦tica sobre la guerra, neoestalinista, y otra nacional patri¨®tica que sostiene que Ucrania tuvo su propio ej¨¦rcito de partisanos que lucharon tanto contra el ej¨¦rcito Rojo como contra los nazis. Eso es verdad solo en parte. Hasta el 42 esas fuerzas colaboraron con los nazis y solo despu¨¦s contra ellos. En estos momentos las dos figuras m¨¢s presentes en nuestra vida pol¨ªtica son, imag¨ªnate, Stalin y Step¨¢n Bandera, el l¨ªder nacionalista asesinado por el KGB en 1959. Ambos est¨¢n muertos pero siguen combatiendo en la conciencia de los ucranianos".
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