"La Uni¨®n Europea ha sido una ruina en t¨¦rminos democr¨¢ticos"
Vicente Verd¨² profundiza en la sociolog¨ªa de la crisis con una dosis de optimismo en ¡®La hoguera del capital¡¯, ensayo ganador del premio ¡®Temas de hoy¡¯
La crisis. Solo dos palabras para expresar y resumir, sin necesidad siquiera de verbo, los ¨²ltimos cuatro a?os y su devenir econ¨®mico, pol¨ªtico y social. Pero aunque con la simple menci¨®n de la crisis se puede sugerir mucho, tambi¨¦n se hace necesario profundizar; escarbar en sus causas, sus consecuencias y, por necesidad, en sus posibles soluciones. Del lado financiero, estas han sido examinadas por expertos y gur¨²s desde los m¨¢s diversos y divergentes puntos de vista. Las pol¨ªticas se discuten pr¨¢cticamente a diario en los parlamentos, pero tambi¨¦n en los peri¨®dicos, las tertulias de la tele y la radio, en los bares y en medio de las ya comunes manifestaciones populares. Las redes sociales que entretejen y albergan el sistema las ha analizado Vicente Verd¨² en su ¨²ltimo trabajo, La hoguera del capital, con el que el periodista y escritor ha ganado el premio Temas de Hoy de Ensayo, dotado con 60.000 euros.
Las nuevas relaciones familiares, las modernas redes de comunicaci¨®n, las crecientes desigualdades en el poder adquisitivo y el papel de los pol¨ªticos y las instituciones son algunos de los sostenes del constructo sociol¨®gico que Verd¨² edifica para llegar a una conclusi¨®n optimista: vamos a salir de esta. Y lo haremos mejor de lo que entramos, y por ello como una sociedad diferente. ¡°La confianza que expreso es la confianza en la especie humana, que ha sido una especie superlativa en la evoluci¨®n, y que ha prosperado gracias a la cooperaci¨®n¡±, apunta el escritor. ¡°Nos gusta comunicarnos, y esta ¨¦poca hace muy patente el deseo de comunicaci¨®n¡±. Para ello, existe una tecnolog¨ªa sin parang¨®n en la historia, que permite conexiones y asociaciones instant¨¢neas y en todos los rincones del planeta.
La Red, adem¨¢s, ha ejercido una influencia definitoria en los h¨¢bitos de consumo, no solo en lo que se refiere a lo material, sino tambi¨¦n entre individuos. ¡°Ahora, a trav¨¦s de Internet puedes relacionarte con una persona sexualmente, con otra para jugar al f¨²tbol y con otra para hacer negocios¡±, se?ala Verd¨². ¡°Consumes de cada cual la porci¨®n que te aporta bienestar en una reacci¨®n de individualismo. Ante eso, el capitalismo, como organismo vivo, trata de adaptarse al medio¡±. Pero, pese a que ahora resulta m¨¢s f¨¢cil transmitir las ideas, no todo el mundo cuenta con las mismas posibilidades de acci¨®n. ¡°Todas las crisis han coincidido con grandes desigualdades de la renta¡±, sostiene, ¡°lo que est¨¢ dando lugar a una generaci¨®n de gente empobrecida que quiz¨¢ no pueda participar en el cambio¡±.
La tesis de Verd¨² para el nuevo mundo incluye tambi¨¦n una buena dosis de feminismo y democracia participativa: unos valores que ya han promovido fen¨®menos de protesta como el 15-M. ¡°Estos movimientos son positivos, porque representan la encarnaci¨®n de un malestar. Pero al no tener meta, es dif¨ªcil que tengan mucho impulso¡±.
Las mujeres, la mitad del coreado 99%, buscan una igualdad que no representa, opina el autor, un paso adelante para erradicar el agravio milenario al que han sido sometidas. ¡°Tienen que reivindicar la diferencia, que es una bandera mucho m¨¢s firme¡±, propone. Y a la hora de participar en la toma de decisiones comunes, hombres y mujeres con una sola voz, lo mejor es hacerlo desde el ¨¢mbito de lo peque?o. ¡°Instituciones como la Uni¨®n Europea han sido una ruina en t¨¦rminos democr¨¢ticos, porque la participaci¨®n ciudadana es cero¡±.
Para suplir no solo a las organizaciones pol¨ªticas, sino tambi¨¦n a sus integrantes ¡°descompuestos¡±, el escritor propone agruparse en peque?as sociedades independientes e interconectadas, con l¨ªderes con nombre y rostro: ¡°Los partidos pol¨ªticos buscan el poder y sus intereses. Lo racional ser¨ªa que se presentaran personas, y no partidos¡±.
La hoguera del capital ¡ª¡°un nombre que alude al hecho de que nos estamos quemando con unas pol¨ªticas infernales¡±¡ª, cierra sus p¨¢ginas con la reivindicaci¨®n de una mejor Educaci¨®n, ¡°que es indispensable, pero no es la ¨²nica palanca que lo cambia todo¡±. En ese contexto, los m¨¢s j¨®venes se alejan con cada vez mayor rapidez del ideal de conocimiento que se imparte en las escuelas. ¡°El alto fracaso y absentismo se deben a que no hay inter¨¦s por lo que se ense?a, porque las materias son vetustas¡±. Para actualizarlas, no basta con reciclarlas: hay que modificarlas de base. Y con esa transformaci¨®n, llegar¨¢n los primeros resultados: ¡°Hasta que los que tienen ahora 14 o 15 a?os den clase, las cosas no cambiar¨¢n¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.