Todo comenz¨® con una silla
Canal + estrenar¨¢ en mayo el documental sobre los geniales dise?adores Eames
Esa silla tan bonita con forma de concha que usted tiene en casa, las filas de asientos unidos que ve en los aeropuertos, el c¨®modo sill¨®n en el que Billy Wilder se echaba la siesta¡ Unos son copias y otros creaciones originales de Charles y Ray Eames, la pareja que revolucion¨® el dise?o a mediados del siglo XX desde su estudio en el 901 de Boulevard Washington, en Los ?ngeles. Un documental, Eames, el arquitecto y la pintora, que estrenar¨¢ Canal + Xtra (dial 7 de Canal +) el 21 de mayo, cuenta en hora y media la ingente labor de este d¨²o cuyo lema fue: "Lo m¨¢ximo de lo mejor para el mayor n¨²mero de gente, y por el m¨ªnimo precio".
Charles Eames, que naci¨® en San Luis (Misuri) en 1907, no se licenci¨® como arquitecto. Ray (Sacramento, California, 1912) se presentaba como pintora, aunque apenas pintaba. Se conocieron en 1940 en la academia de arte Cranbrook, referente del dise?o en Estados Unidos. Se gustaron y ¨¦l rompi¨® su matrimonio para iniciar una relaci¨®n de cuatro d¨¦cadas.
La pel¨ªcula, dirigida por Jason Cohn y con narraci¨®n del actor James Franco, cuenta que los Eames se instalaron en un antiguo almac¨¦n que transformaron en su Camelot. Su intenci¨®n era fabricar muebles para la clase media de EE UU que se estaba marchando a vivir a las afueras de las ciudades. Pero su primer gran trabajo fue, en la Segunda Guerra Mundial, fabricar 150.000 f¨¦rulas de madera para los heridos de la Armada. Despu¨¦s llegaron los dise?os innovadores que siete d¨¦cadas despu¨¦s siguen frescos, en especial, una silla de madera contrachapada moldeada, la Plywood, c¨®moda y que se amolda al cuerpo. Este sencillo objeto les dio el ¨¦xito mundial, el reconocimiento del p¨²blico y de los expertos, fue el comienzo de su ascenso imparable.
En la cinta, se suceden testimonios de familiares y profesionales que trabajaron con ellos. Uno de estos subraya el extenuante ritmo de trabajo en aquel "taller del Renacimiento". "Al menos me explotaba el maestro adecuado", bromea. Adem¨¢s, cartas, fotos y v¨ªdeos componen un emotivo retrato de la pareja. As¨ª, se descubre que Ray se sent¨ªa a veces herida porque todo el reconocimiento iba para su marido. Los Eames viv¨ªan en un lugar que era otra de sus optimistas obras, la Casa Puente, una vivienda entre eucaliptos con vistas al oc¨¦ano Pac¨ªfico.
Al cine
De los muebles, pasaron al cine. Su Gobierno les encarg¨® una pel¨ªcula para vender el modelo americano en la URSS en plena guerra fr¨ªa. Dividieron la imagen en siete pantallas que mostraban a gente en transportes p¨²blicos, trabajando... un documental que apelaba al coraz¨®n: "Todos, sovi¨¦ticos y americanos vemos las mismas estrellas cuando miramos al cielo". Luego llegaron obras para compa?¨ªas como IBM, como una cinta de dibujos animados "que humanizase a los ordenadores" o El poder del 10, que se exhibi¨® en colegios para convencer a los escolares de la importancia de las matem¨¢ticas.
Con los a?os, el t¨¢ndem se desgast¨®. ?l, alto, guapo, carism¨¢tico, inteligente¡ tuvo l¨ªos con otras mujeres. Una de ellas cuenta, con cartas de amor en la mano, que ¨¦l le pidi¨® matrimonio pero ella no quiso.
Uno de sus ¨²ltimos trabajos fue su mayor rev¨¦s. En 1976, bicentenario del nacimiento de EE UU, montaron una exposici¨®n para contar la historia del pa¨ªs. Llenaron las salas de textos, fotos, objetos¡ demasiado denso. La cr¨ªtica de The New York Times afect¨® a Charles. Este muri¨® dos a?os despu¨¦s. Ray tom¨® el mando del estudio pero lo acab¨® cerrando. En un ¨²ltimo gui?o de complicidad, ella muri¨® el mismo d¨ªa de agosto que Charles, diez a?os despu¨¦s, en 1988.
Al documental sobre los Eames le seguir¨¢ en Canal + Xtra la trilog¨ªa sobre dise?o del cineasta Gary Hustwit.
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