"Sigo interesado en venir a la ONE"
El joven y talentoso director alem¨¢n David Afkham, que estuvo a punto de sustituir a Pons en la Orquesta Nacional, todav¨ªa piensa en aterrizar en Madrid
Hubo un momento all¨¢ en octubre cuando parec¨ªa que el asunto estaba cerrado. David Afkham (Friburgo, 1983), el joven y talentoso director alem¨¢n, dijo que s¨ª y estamp¨® su firma en el contrato que le convert¨ªa en director titular de la Orquesta Nacional de Espa?a (ONE), formaci¨®n que le esperaba ilusionada para sustituir a Josep Pons (que se marcha al Liceo). Todo cuadraba: director joven en mete¨®rica ascensi¨®n, ganas de trabajar, buena conexi¨®n, costes razonables¡ Todo un fichaje. El problema es que la administraci¨®n espa?ola, que deb¨ªa formalizar la incorporaci¨®n por el otro lado, se ech¨® atr¨¢s en el ¨²ltimo minuto por el adelanto de las elecciones y la paralizaci¨®n de todos los contratos en tr¨¢mite. Desde entonces la ONE sigue sin conocer quien ser¨¢ su director.
El viernes pasado, Afkham, a quien muchos ya se?alan como el nuevo Dudamel europeo ¡ªincluso algunos creen que le sustituir¨¢ en la Sinf¨®nica de Gotemburgo¡ª aterriz¨® en Madrid para dirigir a a la Mahler Jugendorchester. Con solo 28 a?os, y aceptando que tiene todo por delante, es un tipo con las ideas claras. Le gusta Espa?a, cree que la fama de sus orquestas en Europa es buena y chapurrea algo de espa?ol porque su novia es mitad colombiana. Quiz¨¢ le venga bien, porque pese al penoso desenlace de la historia con la ONE, todav¨ªa no descarta hacer las maletas rumbo a Madrid.
¡ªNo tengo noticias de ellos, solo s¨¦ lo que le¨ª una semanas atr¨¢s donde se dec¨ªa que incorporar a un director titular no era una prioridad [lo dijo el secretario de Estado de Cultura, Jos¨¦ Mar¨ªa Lassalle, en una entrevista en EL PA?S y caus¨® cierto malestar en la orquesta]. No s¨¦ m¨¢s. Tenemos conciertos en octubre juntos y el pr¨®ximo a?o.
La batuta no hace m¨²sica, es solo un trozo de madera. Es importante desarrollar tus ideas y crecer en un esp¨ªritu musical
¡ªDespu¨¦s de lo sucedido, ?sigue interesado en venir?
¡ªS¨ª... Realmente disfrut¨¦ con esta orquesta y me gusta mucho Madrid, as¨ª que todo est¨¢ abierto. Nadie sabe qu¨¦ puede pasar. Me gusta el lugar, la energ¨ªa que tienen, las ganas de evolucionar¡ Fue una pena, la verdad.
Afkham es el peque?o de cinco hermanos en una familia de m¨²sicos (uno es violinista de la Filarm¨®nica de Berl¨ªn y mantiene duros debates con ¨¦l). Lo normal en casa, cuenta, era tocar dos instrumentos. Eligi¨® el piano y el viol¨ªn. Algo que, dice, le ayuda ahora a suplir la falta de experiencia en la direcci¨®n de algunas zonas del repertorio. ¡°Empec¨¦ desarrollando mis ideas musicales con el instrumento. La base no es solo la direcci¨®n. Tuve contacto con el material real. La batuta no hace m¨²sica, es solo un trozo de madera. As¨ª que me parece importante desarrollar tus ideas y crecer en un esp¨ªritu musical¡±.
Y sus ideas, por el momento, se basan en rechazar lo que no se ve capaz de hacer todav¨ªa y en pulir la parte del repertorio que m¨¢s le interesa. ¡°Brahms, Beethoven, Wagner, Strauss, la segunda escuela de Viena, tambi¨¦n Bruckner o Mahler... Hago repertorio que conozco, con el que tengo algo que decir. Dirigir no es organizar el aire. Si no tienes un mensaje, si no sabes lo que quieres decir o lo que hay en la D¨¦cima de Shostakovich, o en la Tercera de Brahms¡ ?c¨®mo puedo inspirar o transmitir la m¨²sica? Tienes que decir algo, y eso es lo que cuesta tiempo: madurar la personalidad. Pero eso te lleva toda una vida. Por eso los mejores directores son los viejos¡±.
Si no tienes un mensaje, si no sabes lo que quieres decir ?c¨®mo puedes inspirar o transmitir la m¨²sica
Los que le conocen dicen que va bien de t¨¦cnica, que sabe hacerse respetar y que tiene muy buena comunicaci¨®n con la orquesta. ?l lo asume, pero con matices. ¡°Lo ideal es estar abierto a las ideas y el di¨¢logo, pero al final tiene que haber una decisi¨®n. Juntos seremos m¨¢s fuertes, esa es la idea. No es como los tiempos pasados, cuando los directores eran unos dictadores. Hoy hay que escuchar lo que los m¨²sicos tienen que ofrecer para poderlo moldear. Pero no se trata de que tengamos un ensayo y luego vayamos a discutir durante media hora. No me refiero a eso¡±.
?El futuro? De momento, dice, seguir¨¢ ejerciendo de director invitado all¨¢ donde le llamen. Veremos lo que dura. Barenboim ya le ha hecho llegar su inter¨¦s por conocerle y cada vez m¨¢s orquestas en Europa (Birmingham, Rotterdam, Gotemburgo...) apuestan por un perfil como el suyo para crecer. Pero a ¨¦l le gusta Madrid.
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