M. Ward, ' A Wasteland Companion'
"Mientras el problema de muchos m¨²sicos es que se repiten, el suyo es exactamente el contrario. Est¨¢ mucho mejor cuando se mantiene en su sitio, en lo que sabe hacer".
Da la impresi¨®n de que ambici¨®n no es un concepto que M. Ward maneje con soltura. Y que por eso ha estado a punto de patinar con este disco. El modesto cantautor asentado en Portland lleva 10 a?os editando ¨¢lbumes propios con moderado ¨¦xito y participando en proyectos ajenos mucho m¨¢s populares como el supergrupo Monsters of Folk; She & Him con Zooey Deschanel o siendo el escudero de Norah Jones.? As¨ª que le han debido de empujar para que diera el pasito adelante necesario para ser un tipo famoso. Y lo ha intentado.
G¨¦nero: Pop / Folk
T¨ªtulo: ¡®A wasteland companion'
Sello: Bella Union/ Music As Usual
A?o: 2012
Puntuaci¨®n: * * *
Y resulta que mientras el problema de muchos m¨²sicos es que se repiten, el suyo es exactamente el contrario. Est¨¢ mucho mejor cuando se mantiene en su sitio, en lo que sabe hacer. De hecho hay algo profundamente irritante en la primera mitad del ¨¢lbum, la parte en la que le ha dado por probar cosas. Temas acelerados como Primitive girl, con John Parish a la percusi¨®n y grabada en Bristol, que parece m¨¢s un apunte que una canci¨®n acabada. Como si se hubiera dado cuenta de que algo no funcionaba, pero no se hubiera atrevido a dejarla fuera.? A Me and my shadow,? con una letra en la que ironiza sobre su reci¨¦n adquirida fama, le sobra la presencia de su amiga? Zooey Deschanel, el mismo problema que tiene el siguiente tema, una irritantemente limpia y agradable versi¨®n de Sweetheart de Daniel Johnston a la que ha despojado de la crudeza del original alargando su minuto cuarenta segundos hasta casi tres. Cuando suena la quinta canci¨®n del ¨¢lbum, una versi¨®n de I get Ideas, que es a su vez una adaptaci¨®n del tango Adi¨®s Muchachos, da la impresi¨®n de que esto no hay quien lo remonte.
Pero s¨ª, afortunadamente el disco remonta en la segunda mitad. The first time I ran away recuerda al Ward de siempre, que es mucho m¨¢s que un t¨ªo que hace canciones bonitas, es un estado de ¨¢nimo, una forma de melancol¨ªa y de languidez de la que solo ¨¦l conoce la f¨®rmula. Ward es de los que mejor ha entendido la belleza de Nick Drake, pero sin ese dramatismo sobrecogedor del ingl¨¦s. Es la idea que expresa la canci¨®n que da t¨ªtulo al disco, poco m¨¢s que un delicioso interludio de dos minutos en forma de blues ac¨²stico. Atenci¨®n a la letra: "Quiero a mis amigos, ellos saben c¨®mo, y saben cu¨¢ndo. Si llaman les contesto. Y aqu¨ª viene uno, caminando hacia mi puerta. Voy a dejar esta canci¨®n, voy a ver qu¨¦ quiere". Sigue? Watch The show, la historia del trabajador de un canal de televisi¨®n que secuestra la se?al una noche para contar a los espectadores su mierda de vida. El ¨²nico experimento que realmente funciona, un tema cuya melod¨ªa est¨¢ propulsada por el bajo de Tobi Leaman de Dr Dog, con tanta potencia que parece un homenaje folk a Joy Division; A partir de ah¨ª ya est¨¢ todo otra vez en su sitio y el disco circula sin m¨¢s sorpresas que alg¨²n viol¨ªn celta en Crawl after you, hasta un final gozoso en Pure Joy.
Pero lo realmente asombroso es que el recorrido completo apenas dura 37 minutos. Merece el esfuerzo. Considerado en conjunto es un buen disco, como todos los de? M. Ward, aunque no su mejor trabajo.
Valoraci¨®n: 0 ABERRANTE, el mundo ser¨ªa mejor sin ¨¦l; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordar¨¢ de ¨¦l; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un ¨¦xito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un mill¨®n.
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