Planeta entra en Tusquets
El ¨²ltimo sello cl¨¢sico e independiente ha llegado a un acuerdo de distribuci¨®n con Grupo Planeta, en Espa?a y Am¨¦rica, y queda abierta la posibilidad de una colaboraci¨®n "m¨¢s activa" Desde su creaci¨®n, el sello ha tenido diferentes altibajos econ¨®micos sin perder la calidad editorial Tiene un cat¨¢logo de m¨¢s de 2.300 t¨ªtulos
Planeta Corporaci¨®n entra en el accionariado de Tusquets,? la ¨²ltima editorial cl¨¢sica e independiente espa?ola. Ambos han llegado a una alianza para afrontar los nuevos tiempos: "Un acuerdo de asociaci¨®n por la que Tusquets, que seguir¨¢ liderada por Beatriz de Moura al frente de su equipo editorial, podr¨¢ no s¨®lo acceder a la poderosa y eficaz plataforma de servicios de distribuci¨®n de Planeta, sino a los de administraci¨®n que, con el tiempo y una colaboraci¨®n activa, crean convenientes", dice el comunicado. De Moura no ha precisado el porcentaje que tendr¨¢ Planeta (aunque se dice que es del 50%), y asegura: "Yo sigo independiente. A m¨ª no me ha comprado nadie¡±. Una prueba de ello, seg¨²n la editora, es que el nuevo consejo es paritario, habr¨¢ dos personas de cada editorial.
Para De Moura estas alianzas son consecuencia y signo de los tiempos de crisis en el sector y en el mundo. "Y puede ser el final de un ciclo para las editoriales independientes". Asegura que no pueden seguir as¨ª, sean medianas o peque?as, porque se necesita de apoyos y acuerdos econ¨®micos para sobrevivir. Seg¨²n la editora "quien no vigile la distribuci¨®n y el libro digital va a quedarse fuera del juego editorial¡±. Y env¨ªa un mensaje a sus lectores y autores: "No habr¨¢ cambios en el cat¨¢logo".
Este acuerdo con Tusquets, creada en 1969, se fundamenta en una s¨®lida relaci¨®n personal entre sus accionistas y parte del convencimiento mutuo de que a trav¨¦s del mismo se enriquecen ambas partes. Las dos editoriales, agrega el comunicado, "apuestan por el mantenimiento del ecosistema editorial y librero en Espa?a y en Am¨¦rica, a la vez que se proponen desarrollar proyectos que mejoren su posici¨®n frente a los nuevos entrantes en la distribuci¨®n de libros, tanto impresos como en formato electr¨®nico".
El efecto carambola de la operaci¨®n llegar¨ªa tambi¨¦n al sector de la distribuci¨®n, pendiente aun de su particular proceso de concentraci¨®n. Tusquets tiene un notable peso en la facturaci¨®n de una tambi¨¦n hist¨®rica en su sector, la distribuidora Les Punxes, creada en 1968. La entrada de Planeta podr¨ªa desviar esa distribuci¨®n hacia sus empresas y participadas del sector (Logista y Enlaces Editoriales), que har¨ªan incrementar su presencia en Am¨¦rica Latina. Ello en el libro f¨ªsico porque tambi¨¦n estar¨ªa la vertiente del libro electr¨®nico, donde Tusquets ha sido exprofeso muy cauta, sin traducir a¨²n a sus autores en bits. La entrada de Planeta facilitar¨ªa el volcado y distribuci¨®n de ese goloso cat¨¢logo de Tusquets al mundo digital y, a su vez, reforzar¨ªa al primer grupo editorial espa?ol en ese mercado ante la consolidaci¨®n de operadores globales como Amazon y Google.
El acuerdo entre Planeta y Tusquets va m¨¢s all¨¢ de ambas firmas. Como primera consecuencia, puede leerse como el final de un ciclo en la edici¨®n espa?ola. Tras la venta, a finales de diciembre de 2010, de Feltrinelli en Anagrama que culminar¨¢ en 2015, Tusquets hab¨ªa quedado como el ¨²ltimo gran representante de la clase media editorial independiente, de esos sellos creados a finales de los 60 que encabezaron buena parte de la renovaci¨®n cultural del sector y del pa¨ªs, logrando adem¨¢s la acogida suficiente, tras unos primeros pasos dif¨ªciles, para poder adquirir un volumen de facturaci¨®n notable y rondar as¨ª tranquilamente el centenar de t¨ªtulos publicados cada a?o. La creaci¨®n de un cat¨¢logo muy marcado por la personalidad casi intransferible del editor (Jorge Herralde en Anagrama y Beatriz de Moura en Tusquets) ser¨ªa uno de sus sellos distintivos. En esa franja apenas quedan ahora por volumen, si bien provenientes de estrategias y ¨¦pocas muy distintas, Salamandra y Edhasa.
La segunda lectura pasa por entender el pacto Planeta-Tusquets como un escal¨®n m¨¢s en el lento pero inexorable proceso de concentraci¨®n editorial espa?ol que, ce?ido al marco de esa clase media, se ha acelerado desde hace un par de a?os como consecuencia de la crisis econ¨®mica y que ha llevado, por citar s¨®lo dos casos recientes, a la compra de Siglo XXI por Akal (mayo de 2010) o a la de la divisi¨®n espa?ola de De Vecchi por Edhasa (octubre de 2010).
Los rumores sobre alguna clase de apoyo ha rodado a la editorial desde finales del a?o pasado y arreciaron en los ¨²ltimos d¨ªas. No es la primera vez que Tusquets Editores ha vivido momentos dif¨ªciles a lo largo de sus casi 45 a?os. Creada en 1969 con Cuando Beatriz de Moura la fundo en Barcelona con su primer marido, el arquitecto ?scar Tusquets, en un piso de 70 metros. En 1969, sacaron sus dos primeras colecciones Marginales y Cuadernos ?nfimos. Durante el franquismo les prohibieron 25 t¨ªtulos, les secuestraron uno y censuraron 21. Tiempos complicados, pero con toda la ilusi¨®n y el futuro del mundo. M¨¢s dif¨ªcil fue en 1995.Vendieron el 40% de sus acciones al Grupo Planeta. No funcion¨® y en abril de 1998 las recompraron. En noviembre de ese a?o vendieron el 50% a RBA. Fue aun peor y dos a?os despu¨¦s salieron tarifando. Beatriz de Moura y Antonio L¨®pez Lamadrid, que se uni¨® a Tusquets, en 1977, quedaron muy satisfecho con el trato de Planeta. ¡°Jos¨¦ Manuel Lara Bosch nos trat¨® como un caballero¡±.
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