Mentira
Escucho, por masoquismo o por consuelo, una de las canciones mas l¨²cidas que se escribieron en el siglo XX. Se titula Cambalache. Esa que dice: "Que el mundo fue y ser¨¢ una porquer¨ªa, ya lo s¨¦. Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor, ignorante, sabio o chorro, generoso o estafador. ?Todo es igual, nada es mejor! El que no llora no mama y el que no afana es un gil. Es lo mismo el que labura noche y d¨ªa como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o est¨¢ fuera de la ley". El autor se llamaba Santos Diesc¨¦polo. Quiera el diablo que muriera bien, a pesar de su amargura.
Y hab¨ªa otro, G¨®ngora, que deb¨ªa de ser arribista y ladino, odiado por Quevedo, ese hombre genial que tambi¨¦n debi¨® de ser un bicho, pero que hizo poemas perdurables sobre la verdad y la mentira como: "Todo se vende este d¨ªa, todo el dinero lo iguala, la corte vende su gala, la guerra su valent¨ªa. Hasta la sabidur¨ªa vende la universidad. Verdad". Y a?ad¨ªa: "Pensar que uno solo es due?o de puerta de muchas llaves. Y afirmar que penas graves las paga un mirar risue?o. Y entender que son sue?o las promesas de Marfira. Mentira".
Escucho de pol¨ªticos m¨¢s vulgares, ll¨¢mense Rajoy (de acuerdo, siempre ha sabido lo que quiere el pragm¨¢tico mentiroso) o Rubalcaba (de acuerdo, es inteligente, es serio, ofrece la ¨²nica imagen poderosa en un partido empe?ado en promocionar a cositas impresentabes como Paj¨ªn, Blanco, Trinidad, Chac¨®n), de ese individuo de voz aflautada, imposible de creer, Montoro, tan poco cinematogr¨¢ficos, tan cutremente realista, pero en posesi¨®n de esa cosa al parecer tan opi¨¢cea y definitiva llamada poder, que utilizan cotidianamente los t¨¦rminos verdad y mentira para legitimarse.
Y siento un asco impotente cada vez que unos y otros se justifican utilizando y manipulando esas cosas tan complejas de verdad y mentira. Malditos sean los farsantes, los posibilistas. Esa gente mentirosa que siempre enarbola la verdad.
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