El hombre del gesto helado y la m¨²sica abrasadora
El finland¨¦s Mika Vainio actu¨® en el Festival L.E.V de Gij¨®n y charl¨® sobre su trabajo m¨¢s reciente
Entre las fuentes de inspiraci¨®n para su m¨²sica rese?a formas visuales. ¡°Lo que veo en la calle, a mi alrededor, pel¨ªculas, pinturas¡±. Y sin embargo, su concierto en el Festival L.E.V, que explora la combinaci¨®n de im¨¢genes con sonidos electr¨®nicos y que se celebr¨® entre el 27 y el 28 de abril en la LABoral de Gij¨®n, fue uno de los pocos que se hizo a pelo, sin acompa?amiento para uso y disfrute del ojo. ¡°Combinar im¨¢genes y sonidos es aburrido e imitativo. Puede tener una carga de poder, pero tristemente eso no pasa siempre. No quiero hacer audiovisuales en mi espect¨¢culo¡±. Mika Vainio, hasta 2009 la mitad de Pan Sonic, una banda de electr¨®nica experimental, y desde entonces ¨¦l mismo, genio y figura, habl¨® sobre su trabajo desde su hotel en la ciudad asturiana unas horas antes de subirse al escenario de La Nave de la Laboral, otrora centro de pr¨¢cticas profesionales de empuje franquista, hoy sala de conciertos de vanguardia.
Con el gesto moh¨ªno, impert¨¦rrito, tan indolente como la lluvia que reg¨® Gij¨®n durante todas y cada una de las 24 horas del s¨¢bado, el veterano m¨²sico finland¨¦s hizo un somero repaso por su actividad actual, fuera del d¨²o completado por Ilpo V?is?nen en el que desarroll¨® su carrera desde principios de los a?os noventa. Con base en Berl¨ªn, aunque seg¨²n cont¨® no muy integrado en la escena de la ciudad, Vainio, que tambi¨¦n ha trabajado bajo los nombres de??, Philus o Tekonivel, contin¨²a investigando los l¨ªmites f¨ªsicos de la producci¨®n sonora como medio de expresi¨®n de su mundo interior. ¡°Cuando tengo un cierto tipo de emoci¨®n, algo que quiero expresar, busco los sonidos adecuados para hacerlo; sonidos que vienen de instrumentos y sintetizadores, pero tambi¨¦n de fuentes ac¨²sticas, o de guitarras el¨¦ctricas. Por ejemplo, el directo que har¨¦ esta noche est¨¢ basado en guitarras el¨¦ctricas¡±.
Llegada la hora del concierto, poco se pod¨ªa adivinar una m¨²sica de tal capacidad de abrasi¨®n tras esa fachada de hombre esculpido en hielo. El auditorio literalmente vibr¨® al son de los graves que sal¨ªan de su mesa de mezclas, que hac¨ªan temblar las rodillas con sus ondas expansivas y rebotaban en el coraz¨®n confundi¨¦ndose con un principio de infarto. Con una intensidad y una furia de dif¨ªcil parang¨®n, el paisaje sonoro, semirr¨ªtmico, creado por Vainio recordaba a los aullidos del heavy metal m¨¢s extremo pasados por el tamiz enlatado de un ordenador, una influencia que el propio Vainio reconoci¨®. ¡°?ltimamente tambi¨¦n escucho a compositores del siglo XIX y m¨²sica africana. Pero es verdad que est¨¢n ocurriendo cosas interesantes en la escena del heavy y el nu metal, tanto a nivel de ideas, como de t¨¦cnicas de grabaci¨®n¡¡±.
¡°??Pero qu¨¦ haces, quieres matarnos?!¡±, grit¨® entre risas alguien del p¨²blico en plena actuaci¨®n de Vainio, tal fue la brutalidad auditiva y material que alcanz¨® el concierto. ¡°Puede ser un poco molesto tocar en el lugar equivocado, en un sitio donde la gente no sabe a lo que va. De todos modos, no espero que la gente extraiga ning¨²n significado o sentimiento de mi m¨²sica. No espero que la gente tenga la misma idea que yo, aunque es importante obtener una reacci¨®n¡±, dijo antes el finland¨¦s. A lo que se dedica tampoco es tan novedoso o rompedor, apuntill¨®. No hay de qu¨¦ sorprenderse. ¡°La m¨²sica electr¨®nica existe desde hace 150 a?os, m¨¢s que el rock, por ejemplo. El primer ¨®rgano electr¨®nico se fabric¨® por entonces, aunque yo no estoy tan interesado en los instrumentos, que son meras herramientas, sino en las personas que hay detr¨¢s¡±.
Esa calidad humana es lo que le tira a la hora de colaborar con otros artistas, como ya ha hecho con figuras como Bj?rk, Chicks on speed, Alva Noto, Alan Vega o John Duncan. ¡°Conozco a un mont¨®n de m¨²sicos, y con algunos colaboro por el reto que ello supone, pero lo que es interesante es la qu¨ªmica entre dos personas¡±. En el pasado tambi¨¦n se ali¨® con un artista visual, aunque ahora reniegue de la pr¨¢ctica. ¡°Un amigo realiz¨® unas im¨¢genes a medida para m¨ª, y aquello fue perfecto para ambos, era algo muy abstracto, sincronizado en tiempo real con la m¨²sica¡±. Y aunque siempre se aprende algo nuevo de los otros, la experiencia cooperativa, dice, tambi¨¦n puede convertirse en un proceso frustrante. ¡°Sobre todo cuando tocas con gente en directo e improvisas¡±, concreta. ¡°De todos modos, cuando das un concierto para 500 personas, es como si dieras 500 conciertos diferentes, porque cada cual tiene su percepci¨®n. Es por eso por lo que, para m¨ª, nunca ha tenido demasiado sentido la opini¨®n de los dem¨¢s sobre mi m¨²sica. Hago lo que siento que tengo que hacer, no lo que se supone que es aceptable¡±.
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