El museo como obra de arte

Las musas, las diosas de la memoria, se reun¨ªan en un templo que, por ellas, se llam¨® museo. El hombre, simple mortal, pas¨® a usar aquel templo como contenedor y punto de recolecci¨®n y difusi¨®n del recuerdo de la memoria art¨ªstica humana, entendida como la materializaci¨®n de su cualidad divina: la capacidad de crear. Tal d¨ªa como hoy, el 18 de mayo, lleva dedicado desde 1977 a celebrar la existencia de estas instituciones que han proliferado hasta alcanzar en ¨¦poca contempor¨¢nea una relevancia y n¨²mero en constante crecimiento. En Espa?a, existen a d¨ªa de hoy m¨¢s de 1.000 museos de titularidad p¨²blica y alrededor de 500 privados. En EE UU, la cifra total asciende a m¨¢s de 17.500. El Louvre de Par¨ªs, por ejemplo, recibi¨® el a?o pasado m¨¢s de ocho millones y medio de visitantes. Y el Prado de Madrid, casi tres millones.

Muchos de los artistas cuyos trabajos residen en el interior de estos edificios han pensado en su funci¨®n social e intelectual ¨Cque nunca es inopinada, y que en ning¨²n caso tiene una lectura un¨ªvoca- y han querido representarla en sus trabajos. Desde los gabinetes de curiosidades y las pinturas de galer¨ªa del siglo XVII, a los movimientos m¨¢s actuales, el museo ha tenido la oportunidad en numerosas ocasiones de ser protagonista y a la vez dep¨®sito del arte. En su d¨ªa especial, realizamos un paseo en im¨¢genes por algunas de esas piezas que han tratado al museo como obra de arte.