Una adopci¨®n dibujada en vivo
Tras el ¨¦xito de la novela gr¨¢fica sobre su paternidad primeriza, Dur¨¢n y Giner publican otra sobre su segunda hija.
Laia llev¨® a sus padres a la terna finalista del Premio Nacional de C¨®mic en 2010. Nacida con par¨¢lisis cerebral, Laia era la protagonista de Una posibilidad entre mil (Sins Entido, 2009) una historia optimista de lucha y superaci¨®n para salir adelante. Y sus padres son los Cristina Dur¨¢n (Valencia, 1970) y Miguel ?ngel Bou (Benet¨²sser, 1969), que decidieron contar su historia en esa novela gr¨¢fica que anda por su tercera edici¨®n espa?ola y la primera francesa. ¡°Fue un c¨®mic a dos manos¡±, advierte Dur¨¢n. ¡°Ambos somos ilustradores, pero decidimos que para este tipo de historias iba mejor mi estilo de dibujo y ¨¦l se ocup¨® del gui¨®n¡±. La historia gr¨¢fica de Laia, que ahora tiene 9 a?os, no acab¨® ah¨ª. Prosigue en La m¨¢quina de Efr¨¦n, una novela con cuarenta p¨¢ginas m¨¢s que la anterior en las que comparte el protagonismo con Selam, una ni?a et¨ªope que ser¨¢ su hermanita. Reci¨¦n publicada por la misma editorial, sus autores han estado firmando ejemplares este domingo en la Feria del Libro de Madrid.
Esta vez es la historia de un largo proceso de adopci¨®n donde Efr¨¦n es el gu¨ªa et¨ªope. Pero es tambi¨¦n la aventura de unos personajes con los que se puede identificar el lector com¨²n, contada de primera mano con esmero narrativo y gr¨¢fico. Podr¨ªa calificarse de narrativa social al ver, por ejemplo, un cap¨ªtulo denominado La ley de dependencia, pero Dur¨¢n y Giner prefieren hablar de ¡°c¨®mic de autor¡±, en tanto que ¡°es una nueva forma de narrar, donde tan importante como lo que se cuenta es la personalidad del autor, c¨®mo trabaja el lenguaje¡±, aclara Miguel ?ngel Giner. ¡°No se adscribe a ning¨²n g¨¦nero, es una obra singular, no est¨¢s limitado en principio por un n¨²mero de p¨¢ginas o un formato¡±, a?ade la ilustradora, que dibuja con trazo grueso similar al de Craig McCracken, el autor de las Supernenas.
¡°La primera diferencia entre la novela anterior y ¨¦sta es que en Una posibilidad entre mil contamos las cosas una vez hab¨ªan pasado¡±, subraya Dur¨¢n. En cambio, con La M¨¢quina de Efr¨¦n, ¡°mientras iba pasando lo ¨ªbamos contando¡±, apunta Giner. ¡°Como autor, la disposici¨®n cambia totalmente, te fijas en todo, lo anotas todo, haces apuntes de todo y, desde luego, hicimos un cuaderno de viaje¡±, cuenta la ilustradora: ¡°Mi capacidad de observaci¨®n ha aumentado considerablemente despu¨¦s de esta historia¡±. ?Cu¨¢ndo salgo yo?, preguntaba Selam impaciente, mientras su madre dibujaba las vi?etas del proceso de adopci¨®n previo a la recogida de la ni?a en Addis Adeba. A posteriori, la p¨¢gina que m¨¢s le ha gustado es la 136, donde salen los zapatos que le compraron en un centro comercial de la capital et¨ªope. ¡°Para nuestro horror elige unos de Hello Kitty y una bolsa de princesas ¡ ?todo rosa!¡± se puede leer en la vi?eta preferida de Selam. ¡°?Haces 150 vi?etas y se queda con la vi?eta de los zapatos!¡±, exclama Cristina Dur¨¢n con cierto asombro.
Babelia
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