Mar¨ªa Garz¨®n rompe su silencio
Es la hija de Baltasar Garz¨®n, el juez espa?ol m¨¢s internacional, hoy defenestrado Ella quiere contar por primera vez el calvario que ha sufrido su padre con el trance procesal
![Mar¨ªa Garz¨®n](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/UUEY7ZAETAOJ5A4NGPXX7B64UY.jpg?auth=874953dba6a9da49f28a7a3dfa72fe4dc42736940c34dd2cabe81062359ca46f&width=414)
Antes de la cita uno ha tomado la decisi¨®n de pasear, quiz¨¢ para tomar distancia previa al encuentro con una persona evidentemente herida. El problema es que el emplazamiento se concret¨® en una cafeter¨ªa vecina de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo, dos organismos clave en el destino del padre de Mar¨ªa Garz¨®n. No resulta extra?o por tanto acabar frente a ambas instituciones, atrapado en el recuerdo de los sucesos que defenestraron al exjuez Baltasar Garz¨®n. Apenas doscientos pasos separan la sede del Tribunal Supremo de los siete pelda?os que suben a la Audiencia Nacional. Solo doscientos pasos median entre el despacho que Baltasar Garz¨®n regent¨® durante 22 a?os en la Audiencia y el majestuoso edificio que alberga al Alto Tribunal, organismo que puso fin mediante sentencia condenatoria, en febrero de este a?o, a la carrera del protagonista de gran parte de la actualidad judicial espa?ola en los ¨²ltimos dos decenios.
Despu¨¦s de la cita y una larga conversaci¨®n, recorreremos de nuevo los mismos doscientos pasos a trav¨¦s del madrile?o parque de la Villa de Par¨ªs en compa?¨ªa de Mar¨ªa Garz¨®n, la hija mayor del hombre que el 14 de mayo de 2010 baj¨® por ¨²ltima vez los siete escalones de la Audiencia Nacional como titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5. Aquel descendimiento final fue consecuencia de la suspensi¨®n de sus funciones jurisdiccionales tras la apertura en el Supremo de juicio oral contra ¨¦l por supuesta prevaricaci¨®n al investigar los cr¨ªmenes del franquismo. Dos a?os despu¨¦s, la respuesta de Mar¨ªa ante la impresi¨®n que le provoca hoy el edificio de la Audiencia Nacional ser¨¢: ¡°Nostalgia¡±.
¨C?Y esa majestuosa sede del Supremo?
¨CRepulsi¨®n.
Evidentemente, Mar¨ªa Garz¨®n es una persona herida por el calvario de su padre. Un v¨ªa crucis judicial desglosado en tres procesos simult¨¢neos que se han decidido en el Supremo, dos por prevaricaci¨®n y uno por cohecho impropio. Ante la petici¨®n de indulto para el exjuez, presentada el mes pasado en el Ministerio de Justicia por la asociaci¨®n Magistrados Europeos para la Democracia y las Libertades, Mar¨ªa Garz¨®n afirm¨® p¨²blicamente que si el indulto tiene como condici¨®n pedir perd¨®n por el delito su padre jam¨¢s har¨¢ tal cosa ¡°porque es inocente¡±. Ella sigue defendiendo hoy con rabia el mismo argumento. Y no cree que pueda prosperar dicho indulto para que se devuelva a su padre la condici¨®n de juez que perdi¨® en febrero, inhabilitado con una pena de 11 a?os por el Tribunal Supremo como consecuencia de la condena por un delito de prevaricaci¨®n al ordenar las escuchas entre acusados y abogados del caso G¨¹rtel, la mayor trama de corrupci¨®n en Espa?a ligada a un partido pol¨ªtico, el Partido Popular (PP). El Alto Tribunal consider¨® por unanimidad que Garz¨®n orden¨® tal intervenci¨®n de las comunicaciones a sabiendas de que era ilegal, a pesar de que fueron avaladas por la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n, prorrogadas por otro juez y respaldadas por un tercer magistrado. ¡°Mi padre ha presentado recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional, pero creo que la soluci¨®n estar¨¢ en [el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de] Estrasburgo. Lo del indulto demuestra que hay jueces que est¨¢n con ¨¦l y lo agradezco. Pero tampoco creo que sea la prioridad del Gobierno ahora mismo¡±.
El caso de las escuchas de la G¨¹rtel deb¨ªa haber sido el ¨²ltimo juicio contra Garz¨®n, tras el proceso por su investigaci¨®n de los cr¨ªmenes del franquismo y otro por unos cursos realizados en Nueva York, pero el Supremo decidi¨® que fuera el primero. Despu¨¦s lleg¨® el archivo por prescripci¨®n del caso de Nueva York y la absoluci¨®n por investigar los cr¨ªmenes del franquismo. El esc¨¢ndalo internacional provocado por la inhabilitaci¨®n del juez molest¨® entonces al presidente del Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos D¨ªvar, quien percibi¨® ¡°cr¨ªticas interesadas¡± y una constancia en los reproches a las resoluciones y actuaciones judiciales. Pero mientras conversamos con la hija del exjuez Garz¨®n en una cafeter¨ªa resulta evidente que el m¨¢ximo representante del Poder Judicial en Espa?a tampoco ha ayudado a mejorar la imagen del colectivo que lidera. El reciente esc¨¢ndalo del dinero p¨²blico gastado sin justificar en 20 viajes a Marbella por parte de Carlos D¨ªvar ha provocado una de las mayores rupturas entre los miembros del CGPJ. Mar¨ªa Garz¨®n dice no haber comentado este reciente esc¨¢ndalo con su padre, actualmente en Colombia. Pero ella tampoco deja de sorprenderse por el archivo que decret¨® en mayo la Fiscal¨ªa General del Estado de una denuncia correspondiente por supuesta malversaci¨®n de caudales p¨²blicos, carpetazo por el que la Fiscal¨ªa dejaba de investigar estos hechos. ¡°Creo que la justicia en Espa?a est¨¢ alejada del d¨ªa a d¨ªa. Existen profesionales que hacen su trabajo, pero el estamento superior est¨¢ m¨¢s cerca del poder que de la realidad¡±.
![Baltasar Garz¨®n y su hija Mar¨ªa leyendo un manifiesto en 2003 contra la participaci¨®n espa?ola en la guerra de Irak.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/EKFGBESZKTU2FVFRSGQPPW4ZLM.jpg?auth=4fd8c942bad1cda15465a7a832ffa8d318a72ab0de16ddabd99caaf3301b82d3&width=414)
Mar¨ªa Garz¨®n ha decidido romper su silencio despu¨¦s de casi treinta a?os callada, pr¨¢cticamente desde que naci¨®. El pasado 9 de febrero, cuando el Supremo conden¨® a su padre por el caso de las escuchas de la G¨¹rtel, envi¨® una carta a los medios de comunicaci¨®n titulada A los que hoy brindar¨¢n con champ¨¢n, en la que advert¨ªa: ¡°Nunca derramaremos una sola l¨¢grima por su culpa. No les daremos ese gusto¡±. Ahora ha decidido contar en el libro Suprema injusticia (Planeta) lo que ha supuesto para ella ser hija de Baltasar Garz¨®n y c¨®mo ¨¦l y su familia han vivido la acometida procesal que ha acabado con su carrera. Una exitosa trayectoria judicial de 31 a?os, 22 de ellos en la Audiencia Nacional (entre 1988 y 2010), durante los cuales desarticul¨® el entramado de ETA y su entorno, combati¨® el narcotr¨¢fico y el blanqueo de capital, orden¨® la detenci¨®n del general Pinochet y persigui¨® cr¨ªmenes contra la humanidad de dictaduras latinoamericanas. Garz¨®n desbarat¨® el crimen de Estado de los GAL durante el mandato socialista, as¨ª como algunas de las c¨¦lulas de terrorismo islamista m¨¢s peligrosas que operaban en Espa?a y la red de corrupci¨®n masiva vinculada al Partido Popular. Los medios acabaron catalog¨¢ndolo de ¡°juez estrella¡±. En un momento dado, intent¨® presentarse a la presidencia de la Audiencia Nacional, pero no tuvo apoyos. Otros colegas de oficio piensan que habr¨ªa sido la forma m¨¢s sencilla de desactivarle, ya que ese cargo carece de funci¨®n jurisdiccional y su capacidad de investigar habr¨ªa quedado mermada. El desenlace ha sido tr¨¢gico para ¨¦l. Pero si como dec¨ªa el juez Giovanni Falcone, azote de la Mafia a quien Garz¨®n tanto admir¨® hasta que la Cosa Nostra acab¨® con su vida hace veinte a?os, ¡°los hombres pasan y las ideas se quedan¡±, hay una idea encarnada por el exjuez Baltasar Garz¨®n que a pesar de todo seguir¨¢, como quer¨ªa Falcone, ¡°caminando sobre las piernas de otros hombres¡±. Ni siquiera el procesamiento y condena de Garz¨®n, escandalosos a ojos de juristas de todo el mundo, podr¨¢ borrar de la memoria colectiva la defensa de la jurisdicci¨®n universal que propuls¨® desde su despacho en la Audiencia Nacional.
Desde la suspensi¨®n de sus funciones jurisdiccionales que le obligaron a abandonar ese despacho, ha trabajado dos a?os, entre otras sedes de relevancia mundial, en la oficina de la Fiscal¨ªa de la Corte Penal Internacional. Ahora, inmerso en su colaboraci¨®n con Estados latinoamericanos, Mar¨ªa Garz¨®n asegura que su padre sigue siendo el mismo hiperactivo de 56 a?os que duerme apenas tres horas y media diarias, escucha siempre que puede discos de Camar¨®n y de ¨®pera y hace gala de un pronto f¨¢cil de quien no concibe perder ni al parch¨ªs. Tambi¨¦n es cierto que en c¨ªrculos judiciales acab¨® granje¨¢ndose fama de autoritario y vanidoso.
¨C?Por qu¨¦ cree que tanta gente termin¨® odi¨¢ndole?
¨CYa sabes lo que ¨¦l dec¨ªa de los ¡°peritos paseantes¡±¡ Hay mucha gente en Espa?a que va a hacer su trabajo y punto. Les fastidia que t¨² vayas a m¨¢s. Luego hay envidias. En la intimidad ¨¦l es t¨ªmido y gracioso, pero impone. Dice las cosas con seriedad y convencimiento. Sencillamente, pienso que mi padre ya no era necesario. Ya se ha acabado el terrorismo de ETA, contra el que estaba muy implicado. Y ha puesto muy nerviosa a la derecha con el tema de la G¨¹rtel y el franquismo, adem¨¢s de sectores progresistas que ten¨ªan algo personal con ¨¦l. Tambi¨¦n ha sido por su manera de hacer las cosas: para bien o para mal, dec¨ªa: ¡°?Hay esta posibilidad de asaltar un barco en alta mar y no se ha hecho nunca? Pero yo lo hago¡±. Hay gente a la que esto le molestaba.
¨C?En ning¨²n momento se le pas¨® a usted por la cabeza que alguno de aquellos retos judiciales que afrontaba quiz¨¢ fueran desmedidos para un solo hombre?
¨CYo me preguntaba: ?por qu¨¦ trabaja tanto, si no hay manera humana de hacerlo? El caso es que ¨¦l lo hac¨ªa. De hecho, el 90% de los casos que investig¨® han sido confirmados en casaci¨®n o en [la Corte de] Estrasburgo. Es un idealista. Cree en la justicia internacional. Si veo una injusticia sobre la que nadie hace nada yo tengo que poder actuar ah¨ª. As¨ª es como lo ve. El crimen organizado ha roto las fronteras. Su obsesi¨®n ha sido perseguir delitos con independencia de d¨®nde ocurran.
Por momentos uno puede pensar escuchando a Mar¨ªa Garz¨®n que es un clon de su padre quien habla. Pero, a pesar de lo mucho que se parecen f¨ªsicamente y de lo mucho que les une, ella asegura que su mirada hacia ¨¦l nunca ha sido ciega. ¡°En muchas cosas no estoy de acuerdo con ¨¦l, es m¨¢s conservador que yo en ciertos aspectos. Y cuando pas¨® lo del caso de los cursos de Nueva York estuve leyendo, habl¨¦ con ¨¦l seriamente, con la persona que le lleva la renta¡ Me dije: s¨¦ que mi padre es honrado, pero voy a asegurarme¡±.
En lo que s¨ª discrepan abiertamente padre e hija es en la afici¨®n que el exjuez profesa por la caza. Mar¨ªa desgrana en el libro Suprema injusticia las consecuencias de la cacer¨ªa en la que Baltasar Garz¨®n coincidi¨® con el entonces ministro de Justicia del Gobierno socialista, Mariano Fern¨¢ndez Bermejo, hecho que ciertos medios de comunicaci¨®n quisieron relacionar con la investigaci¨®n del caso G¨¹rtel ligado al PP. Mar¨ªa no cree hoy que fuera un error de su padre acudir a dicha cacer¨ªa. ¡°Yo ya le dije que lo de la caza no le iba a llevar a nada bueno, pero estuvo antes en otras muchas cacer¨ªas en las que hab¨ªa gente del PP y del PSOE. No se equivoc¨®. Se equivocaron quienes le dieron mayor importancia y dejaron caer al ministro. A partir de aquello fueron al pueblo, preguntaron a la gente¡ Eso es lo que le duele a mi padre, que haya afectados por sus propias decisiones. Por eso hago la broma de los Corleone: ?a ver si somos los m¨¢s mafiosos de Espa?a y no nos hemos enterado!¡±.
Cuando Mar¨ªa menciona a los afectados por asuntos relacionados con su padre puede tambi¨¦n hablar en nombre propio. El juez instructor del caso de Nueva York ampli¨® la causa contra toda la familia de Baltasar Garz¨®n. Ella hab¨ªa fundado una empresa de marketing y publicidad, acorde con sus estudios universitarios, para la que cont¨® con la ayuda de su madre y sus hermanos. Les acusaron de crear una sociedad fantasma para blanquear el dinero que supuestamente recib¨ªa su padre. Algunos tertulianos de la caverna medi¨¢tica llegaron a decir que Emilio Bot¨ªn hab¨ªa asistido a su boda, pagado el convite y la hipoteca de la casa de la pareja. ¡°Eso ya fue un cachondeo¡±, recuerda hoy Mar¨ªa. ¡°A Bot¨ªn no lo he visto en mi vida y mi hipoteca est¨¢ en el BBVA¡±.
Tras aquellas especulaciones sobre la boda de su hija, Garz¨®n recibi¨® una carta que amenazaba con acabar con la vida de ella si en un determinado plazo el entonces juez no liberaba a un preso preventivo a su disposici¨®n por delitos de terrorismo. La misiva puso fecha a la muerte de Mar¨ªa y lleg¨® a necesitar contravigilancia policial. Ella no lleva hoy escolta. Se ha presentado sola a esta cita. Durante la conversaci¨®n resulta imposible no recordar la larga lista de enemigos que su padre tambi¨¦n se ha granjeado en las filas de los principales partidos pol¨ªticos espa?oles, PP y PSOE, cada vez que ha intentado hincar el diente a materias relacionadas con la corrupci¨®n en las que ambas formaciones pudieron verse afectadas. Entre 1993 y 1994, Garz¨®n dej¨® la judicatura y particip¨® en las elecciones legislativas de 1993 con el PSOE. Una filiaci¨®n que acab¨® como el rosario de la aurora tras ocupar el cargo de delegado para el Plan Nacional sobre Drogas. ¡°Nunca me gust¨® que se metiera en pol¨ªtica. Se lo dije y se lo sigo recordando¡±.
¨C?Hay alg¨²n presidente espa?ol con quien su padre no haya mantenido enfrentamientos desde que ejerce como juez?
¨CEs que cuando ha visto algo malo, lo ha dicho. Los GAL, la guerra de Irak con Aznar¡ Con Zapatero ten¨ªamos la esperanza de cambio, y cuando se equivoc¨® con la crisis econ¨®mica tambi¨¦n lo dijo.
¨CDice en su libro que su padre le cont¨® que la X de los GAL era simplemente la inc¨®gnita, como en matem¨¢ticas, que hab¨ªa que despejar.
¨CLo ha dicho siempre: ¡°Yo no acus¨¦ nunca a Gonz¨¢lez de esto¡±. Hab¨ªa una persona por arriba, pero las posibilidades eran muchas. De hecho, mi padre tiene relaci¨®n con Felipe despu¨¦s de aquello. No son amigos, pero cuando coinciden en foros internacionales hablan y hablaron posteriormente de todo lo que pas¨®. Y ya est¨¢. Mi padre le dijo en su carta de dimisi¨®n: ¡°Me voy porque me hab¨¦is utilizado en cierta manera para ganar unas elecciones, pero no me dej¨¢is hacer lo que yo hab¨ªa prometido a los ciudadanos y no veo que se pueda desarrollar el plan contra el narcotr¨¢fico que me hab¨ªais prometido¡±. Hubo una confrontaci¨®n, pero lo han hablado como personas adultas. No creo que haya pasado lo mismo con Aznar.
¨CTambi¨¦n desgrana en el libro la operaci¨®n que su padre llev¨® a cabo en 1995 para evitar un atentado contra el Rey. ?Cree que don Juan Carlos le debe la vida a su padre?
¨CPor lo que ¨¦l me ha contado, s¨ª que estuvo muy al borde de que se perpetrara el atentado. Entonces creo que s¨ª¡ Bueno, a ¨¦l solo no, eso es lo que no debemos decir. Evidentemente, hab¨ªa una polic¨ªa investigando, y en el momento de la detenci¨®n estuvo la polic¨ªa, estuvo ¨¦l¡ Pero s¨ª que hubo un riesgo, al contrario de lo que a veces se ha dicho.
¨C?Sabe si el Rey se lo ha agradecido?
¨CCreo que s¨ª, s¨¦ que alguna vez han hablado, pero lo desconozco.
Mar¨ªa Garz¨®n no pudo escoger ser hija de su padre. Ahora ha elegido, en parte porque siente que se lo deb¨ªa a ¨¦l, romper su silencio. Conserva n¨ªtidos recuerdos de los debates que el entonces juez de la Audiencia Nacional manten¨ªa por la noche con sus tres hijos tras ver el telediario. O c¨®mo ella le ayud¨® a traducir documentos que propiciaron la extradici¨®n del dictador Pinochet. Desde que su padre es exiliado forzoso, ¨¦l y su madre se ven por Skype. ¡°Ahora, ¨¦l est¨¢ en Colombia y Ecuador. A Espa?a que no vuelva de momento. Y aqu¨ª, con el tema de la seguridad¡ Mejor que est¨¦ fuera¡±. Como colof¨®n a la inhabilitaci¨®n dictada por el Supremo, el Ministerio del Interior retir¨® a una de las personas m¨¢s amenazadas de Espa?a el coche blindado y uno de los dos escoltas que ten¨ªa asignados.
Si analiza los ¨²ltimos sucesos relacionados con su padre, Mar¨ªa Garz¨®n concluye que la Transici¨®n a¨²n no ha llegado en Espa?a al poder judicial. ¡°Claro que no ha llegado. Son estamentos heredados de la ¨¦poca franquista y hay que actualizarlos, como tantas cosas pendientes en la Constituci¨®n. Es algo de lo que mi padre me ha hablado¡±. Ella ha llegado incluso a plantearse emigrar ante la situaci¨®n en la que su familia se ha visto envuelta. ¡°Pero ni es algo realista laboralmente ni creo que sea justo. Tenemos que quedarnos y cambiarlo todo desde dentro¡±.
El nacimiento de Aurora, la hija de Mar¨ªa, ha sido el ¨²nico motivo de esperanza del exjuez Baltasar Garz¨®n ¨²ltimamente. A la espera del pronunciamiento del Constitucional, su familia tiene ya la vista puesta en la Corte de Estrasburgo. ¡°All¨ª las cosas se ver¨¢n distintas¡±, reflexiona Mar¨ªa Garz¨®n. ¡°No se va a revisar la condena, pero s¨ª se puede decir si fue o no un juicio justo. Fuera de Espa?a nadie se explica lo que ha ocurrido. Quisieron cargarse a una figura, pero han conseguido lo contrario. Han convertido a mi padre en una especie de m¨¢rtir¡±.
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