Cuando el oficio se funde en arte
Descubrimos la cara m¨¢s artesanal del arte escult¨®rico: Las fundiciones art¨ªsticas, una profesi¨®n en peligro de extinci¨®n
Algunas profesiones sobreviven a la sombra de otras que las complementan. Si bien no hay trabajo m¨¢s visible que la obra de un artista, hay pocos oficios m¨¢s discretos y desconocidos que el del fundidor. Como los talleres de alta costura, las fundiciones art¨ªsticas del bronce albergan la cara m¨¢s artesanal, compleja, creativa y oculta del arte. Desde que surge en su mente la idea de la escultura, el artista somete ese concepto inicial a un proceso de evoluci¨®n y moldeado de la forma y el material hasta la obtenci¨®n de la pieza deseada. Un criterio ¨ªntimo y personal que requiere el entendimiento y la conexi¨®n perfecta entre artista y fundidor o, sus equivalentes, intelecto y destreza.
La fundici¨®n es la artesan¨ªa del arte en todas sus percepciones, que conlleva un trabajo en cadena (fundici¨®n, broncista, soldadura, pulido, mecanizado y patinado) para transformar la materia prima (el bronce fundido, a una temperatura de m¨¢s de 1.200 grados cent¨ªgrados, en algo tan imperecedero como la escultura. Uno oficio que apenas ha evolucionado desde los romanos, porque ofrece un t¨¦cnica tan perfecta que consigue la imperfecci¨®n que busca el artista.
¡°Toda mi vida ha estado vinculada al mundo del arte, cada vez que un artista me confiaba una maqueta para reproducirla o ampliarla sent¨ªa que me dejaban uno de sus hijos. Por eso mi dedicaci¨®n a cada obra ha sido una entrega total¡±, cuenta Jos¨¦ Luis Ponce, presidente y fundador de la Plataforma Art¨ªstica Jos¨¦ Luis Ponce, que cumple 50 a?os. Por su fundici¨®n, en el pol¨ªgono industrial Lama, en Paracuellos del Jarama (Madrid), han pasado cientos de artistas, desde Dal¨ª, Eduardo Arroyo, Gerardo Rueda o Rafael Canogar hasta una nueva generaci¨®n de j¨®venes artistas emergentes como Esther Pizarro, Alicia Mart¨ªn o Ricardo Calero.
¡°El v¨ªnculo que se crea con los artistas es tan fuerte que terminan formando parte de tu familia¡±, dice Jorge Corral, director de la Plataforma y yerno de Ponce. La Plataforma art¨ªstica es un negocio familiar, un taller en el que trabajan una veintena de personas y que dirigen ahora Corral y Javier Ponce, uno de los hijos del fundador. Igual que los herreros, los fundidores son sagas, y tiene una explicaci¨®n: El oficio se aprende en los talleres, que se convierten pr¨¢cticamente en el hogar familiar y punto de reuni¨®n de amigos y artistas, y la pasi¨®n por dar forma y malear el metal pasa as¨ª de generaci¨®n en generaci¨®n. ¡°Siempre he querido ser fundidor¡±, dice Javier Ponce, de 23 a?os, ¡°Hay muy pocos chicos de mi edad que controlen el oficio, porque no han nacido vi¨¦ndolo como es mi caso. Pero tambi¨¦n hay poca gente de mi edad tan interesados por el arte como lo estoy yo¡±.
Como los Ponce, los hermanos Capa, tambi¨¦n han continuado con el negocio familiar. De los hornos del taller de La Fundici¨®n Capa, fundada por Eduardo Capa Sacrist¨¢n en 1959, han salido esculturas de Manolo Vald¨¦s, Oteiza, Pablo Serrano, Alberto Coraz¨®n o Fernando S¨¢nchez Castillo por nombrar a unos pocos. En su reci¨¦n inaugurada nave de 11.000 metros cuadrados donde trabajan 44 personas, en Arganda del Rey, Alberto Coraz¨®n exalta el valor de la cercan¨ªa y ambiente familiar de estos fundidores: "Capa conserva los m¨¦todos tradicionales e incorpora la ¨²ltima tecnolog¨ªa", cuenta el artista junto a una impresora digital capaz de reproducir, aumentar y disminuir una escultura en yeso a trav¨¦s de m¨¦todos digitales. "Es una familia de artistas, dan importancia a tus ideas y a tu trabajo".
S¨¢nchez Castillo, que revolucion¨® la ¨²ltima edici¨®n de la feria ARCO de Madrid el desguace de 'El Azor', barco emblem¨¢tico que perteneci¨® a Franco, dice que le gusta estar presente en todo el proceso de elaboraci¨®n de la obra, "Los artistas somos un mar de dudas, y al estar en la fundici¨®n surgen ideas, los trabajadores dan consejos. El maestro fundidor es quien controla el fuego, es quien m¨¢s sabe porque tiene la experiencia de toda una vida trabajando con el material".
Eduardo y Fernando Capa, uno?profesor de metalurgia en la Escuela de Industriales de Madrid y el otro licenciado en Bellas Artes, forman la combinaci¨®n perfecta para, por un lado estar a la ¨²ltima en la t¨¦cnica a trav¨¦s de la tecnolog¨ªa e ingenier¨ªa y, por otro, ser capaz de comprender la demanda del artista. "Nosotros escribimos las notas en el pentagrama", explica S¨¢nchez Castillo, "Pero ellos son los int¨¦rpretes de la m¨²sica". Una comparaci¨®n acertada para descubrir este oficio tan arcaico y artesanal del que resultan las obras de arte que se muestran en las galer¨ªas y los museos de arte contempor¨¢neo. Y es que el arte, por muy conceptual, ha de hacerse con las manos como explica Fernando Capa: "En nuestro mundo la artesan¨ªa es lo ¨²ltimo que podemos perder".
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