Cyndi no se queda atr¨¢s

Se abre el tel¨®n y al fondo, sentada en un taburete y apoyada en una barra, aparece Cyndi Lauper (Nueva York, 1953). El problema es que los chistes pertenecen a un mundo a veces muy alejado de la realidad, y Lauper, efectivamente, no aparece sola: c¨¢maras, fot¨®grafos, asistentes, asistentes de asistentes, los del vodka Belvedere, los de RED¡­ Lauper est¨¢ en Cannes para dar un concierto ben¨¦fico para la fundaci¨®n que apadrina Bono contra el sida infantil: decenas de marcas sacan productos con el sello RED, y el dinero que recaudan se destina a esa lucha. En Cannes le toca a un vodka, y todo lo que rodea a Lauper est¨¢ marcado tanto por la fundaci¨®n como por los responsables de la bebida alcoh¨®lica. La cantante repite sin cesar el mantra ¡°Estamos aqu¨ª por una buena causa. No digo yo que haya que beber, pero por causas as¨ª merece la pena. De esas por las que hay que luchar cada d¨ªa. Por supuesto que es maravilloso estar en Cannes durante el festival; sin embargo, no podemos perder la perspectiva del porqu¨¦ de este concierto¡±.

Ella misma se ha volcado en otras causas: ya era un icono gay cuando su hermana cont¨® a la familia que era lesbiana. ¡°All¨¢ donde haya un acto a favor de los derechos de la mujer y de los gais, ah¨ª estar¨¦¡±. La charla se desmadra. Se suman dos periodistas polacas, alg¨²n brit¨¢nico, otros que no abren la boca. Lauper ha lidiado con avalanchas as¨ª miles de veces: sonr¨ªe a las polacas, que le descubren que el vodka patrocinador es de su pa¨ªs, y con una sonrisa env¨ªa a c¨®rner una pregunta sanguijuela soltada por la pareja: ¡°?C¨®mo se conserva con tanta vitalidad si tiene usted la edad de nuestras madres?¡±. Respuesta: ¡°Voy a tener nuevo material pronto. Trabajo todos los d¨ªas. La vida var¨ªa porque cuando tienes ni?os, cuando construyes una familia, cambian tus ritmos. Como todo el mundo, he tenido altos y bajos, pero mi familia jam¨¢s me ha fallado [lleva casada desde 1991 con el actor David Thornton]¡±.

En los ¨²ltimos a?os, Lauper ha sabido timonear su carrera por la televisi¨®n (con su propio show) y giros en su est¨¦tica y en estilos en sus ¨¢lbumes. En Espa?a ha pisado los escenarios de los festivales de jazz. Curioso retru¨¦cano para aquella chica vividora, nacida en una familia profundamente cat¨®lica (las madres sicilianas marcan mucho). ¡°Bueno, el negocio de la m¨²sica ha cambiado¡­ y no. Han cambiado los medios de transmisi¨®n. Internet ayuda, se convierte en una prioridad como antes fue la televisi¨®n. Pero, hey, yo hago m¨²sica, eso sigue igual¡±. Por supuesto, Lauper, reina del pelo te?ido y vestuario grandilocuente, olfato para ver por d¨®nde van los tiros ¨Cestilo Madonna exacerbado¨C, tiene su propia definici¨®n de Lady Gaga, esa nueva artista. ¡°No es muy nueva, ?no? [el tono duplica la sordina de la respuesta]. Bueno, es fant¨¢stica. Me gusta mucho Kylie Minogue, y en general me parece que la m¨²sica vive un momento realmente bueno hoy d¨ªa. Yo, por ejemplo, act¨²o esta noche con dos dj¡¯s, y creo que ese es un camino a seguir¡±. Su ¨²ltimo disco, Memphis blues (2010), ahondaba en este estilo, aprovechando esa voz que ha regalado himnos poperos como True colors, She bop, Girls just want have fun, I drove all night o Time after time.¡°Me gusta cualquier m¨²sica: pop, rock, disco, blues¡­ S¨ª, es cierto que me gusta que mis temas tengan algo del aliento, de la esencia que los ha inspirado: si es un rock, que se huela el blues¡±. Ahora ha vuelto a un sonido disco m¨¢s cercano a su ¨¢lbum Bring ya to the brink (2008).

Por la noche, en el concierto, uno no deja de pensar en las polacas. Porque la energ¨ªa de Lauper no tiene fin. Promet¨ªan un concierto corto, pero entona con su m¨ªtica voz y sin un ¨¢pice de desfallecimiento vocal sus ¨¦xitos ¨Cy tiene una buena docena de ellos¨C, salta a la pista, se sube a un sof¨¢ para agitar a las masas, el stone Ron Wood toca con ella varios temas¡­ Lauper fue los ochenta, los noventa, y a estas alturas es siglo XXI. Su dep¨®sito parece infinito.