dOCUMENTA (13) Una crueldad tolerable
La gran cita quinquenal del arte contempor¨¢neo en la ciudad alemana de Kassel es un agotador y excesivo paseo lleno de sugerentes propuestas
Carolyn Christov-Bakargiev, ex conservadora jefe del Museo Castello di Rivoli de Tur¨ªn, directora de la Bienal de Sidney 2008, curadora del PS1 MOMA-Queens y ahora directora art¨ªstica de dOCUMENTA (13), ha introducido en el mundo del arte una cualidad de la que los comisarios suelen carecer, y m¨¢s en esta era inmensamente prol¨ªfica de avances tecnol¨®gicos: su defensa del mundo animal y de todas las especies, ap¨®crifas o reales, fen¨®menos naturales y seres inertes, incluidos los elementos del espacio sideral, como los meteoritos, una actitud que se convierte en un instrumento de persuasi¨®n pero que en realidad resulta una idea de lo m¨¢s ir¨®nica.
Es imposible que uno visite este macroevento y no acabe maltrecho, confundido, perdido, reducido a un vulgar cuerpo extenuado. La comisaria norteamericana ha elaborado un mito particular de la memoria y del presente hist¨®rico y lo ha elevado a la categor¨ªa de profec¨ªa final. Inmersos en semejante exaltaci¨®n de nombres y forzadas analog¨ªas, ?qui¨¦n defender¨¢ de esta expedici¨®n sin tregua, del desconcierto y hartazgo que provoca, a periodistas, cr¨ªticos, comisarios, artistas, todas esas especies vivas que animan o desaniman nuestro entorno f¨ªsico y que han visitado o visitar¨¢n a lo largo de los famosos cien d¨ªas estos Juegos Ol¨ªmpicos del Arte en su versi¨®n m¨¢s globalizada?
dOCUMENTA (13), cuyo lema es ¡°Collapse and Recovery¡± (Derrumbe y Recuperaci¨®n), hace elogio de la confusi¨®n: ¡°La confusi¨®n es algo verdaderamente maravilloso y asumo el riesgo de desconcertar a muchos. Esta edici¨®n carece de concepto. Ante el hecho de que existe una multitud de verdades v¨¢lidas, nos enfrentamos permanentemente a interrogantes insolubles. De ah¨ª la posibilidad de no escoger o de escoger algo que sabemos tambi¨¦n parcial o inevitablemente falso. Lo que veremos en Kassel ser¨¢ arte o quiz¨¢s no¡±. Ante semejante advertencia se podr¨ªa arg¨¹ir que la postura de Christov-Bakargiev es la secularizaci¨®n del arte y de todo artista, expulsarlo de su torre de marfil, que antes era el museo ¡ªel canon¡ª y hoy es el mercado. A partir de ahora, el arte interact¨²a con el mundo. Y aunque se siente muy satisfecha de abandonarnos en medio de ese eclecticismo y absoluta confusi¨®n, su actitud, no exenta de buena fe, va en contra de la habitual autoestima del comisario, pues este pasa de ser un narrador a un demiurgo, un deus ex machina, un ser arbitrario que incurriendo en una falta de coherencia interna decide (de)construir un mundo a la medida de su imaginaci¨®n para crear un espacio de desmesura en el que el visitante nunca tocar¨¢ fondo. Nada que objetar, salvo que en esta historia el resorte narrativo final proviene de la misma comisaria, ignorando la cantidad justa de causalidad que exige toda trama. En dOCUMENTA (13) ella es la hero¨ªna que llega en el ¨²ltimo momento, el oportuno eclipse que nos salva del caos. Esto produce incomodidad, pero tambi¨¦n pude hacer que el conjunto, aun no siendo cre¨ªble, guste a todos los p¨²blicos.
dOCUMENTA (13) suma 300 participantes y colectivos de 50 pa¨ªses, de ellos la mitad son ¡°oficialmente¡± artistas y el resto proviene de otros campos, como la literatura, la f¨ªsica, la biolog¨ªa, la zoolog¨ªa, la econom¨ªa, la psicolog¨ªa, la ecolog¨ªa o el activismo. Con asombrosa energ¨ªa, el equipo de comisarias-agentes de Christov-Bakargiev ha diseminado por toda la ciudad pinturas, esculturas, instalaciones, v¨ªdeos y todo tipo de eventos (hasta 2.000).
En total, 31 sedes, entre museos, la antigua estaci¨®n de tren, un hospital, un sal¨®n de baile, un monasterio benedictino, una panader¨ªa, un b¨²nker, un cine (donde se proyecta diariamente el filme de Albert Serra, The Three Little Pigs, con mon¨®logos de Hitler y Goethe) o un restaurante chino (charlas y t¨¦ con escritores, como C¨¦sar Aira o Enrique Vila-Matas). Solo el paseo por el parque barroco de Karlsaue, donde hay hasta 53 obras (algunas tontamente instaladas en caba?itas prefabricadas), requiere casi un d¨ªa.
El evento tambi¨¦n cuenta con sedes internacionales donde se desarrollar¨¢n actividades simult¨¢neamente a la exposici¨®n alemana, en una nueva voluntad demi¨²rgica de su directora art¨ªstica: saber si la sincronizaci¨®n es posible (como respuesta, el artista sudafricano William Kentridge propone la macroinstalaci¨®n The Refusal of Time (el rechazo del tiempo) en los dep¨®sitos de la antigua estaci¨®n de tren de la ciudad, 28 minutos de vano efectismo a base de videoanimaci¨®n, m¨²sica y esculturas): Canad¨¢, concretamente en el remoto parque nacional de Banff, donde hay un oso por habitante (3.000) y una residencia de artistas; Egipto (El Cairo y Alejandr¨ªa) y las ciudades afganas de Kabul y Bamiyan, que se hacen eco de la consigna de este evento ¡ªel derrumbe tras el cataclismo y el saneamiento de la orilla¡ª en paralelismo con Kassel, donde durante el r¨¦gimen nazi se produc¨ªan torretas para los carros blindados y que acab¨® reducida al desastre por los bombardeos aliados.
dOCUMENTA (13) es un campo de batalla donde se mezclan una po¨¦tica de serenidad atemporal, una est¨¦tica de cielos despejados, errores creativos y alegor¨ªas de la destrucci¨®n. Su directora ha trabajado bajo el s¨ªndrome de Atalante, que tambi¨¦n sufri¨® su predecesor Roger Buergel, en una acumulaci¨®n de formatos y ¨¦pocas generosa y exagerada.
Solo en el Kunsthalle Fridericianum hay concentrados casi 4.000 a?os de historia: princesas bactrianas (Afganist¨¢n), obras de arte deformadas durante la guerra del L¨ªbano transportadas desde Beirut, las vasijas que pint¨® Giorgio Morandi en su refugio bolo?¨¦s durante el asedio fascista, libros esculpidos sobre piedra del valle donde los talibanes provocaron la destrucci¨®n de los budas milenarios, un fragmento de meteorito, cris¨¢lidas, im¨¢genes de cr¨¢teres provocados por las bombas durante la guerra de Vietnam, un laboratorio experimental de f¨ªsica cu¨¢ntica, los autorretratos de Lee Miller tomando un ba?o en los aposentos de Hitler en M¨²nich realizados el mismo d¨ªa en que el dictador se suicid¨®, un dal¨ª paranoico, un archivo de 400 dibujos de manzanas hechos por un p¨¢rroco cat¨®lico confinado en un campo de concentraci¨®n, un gabinete de los horrores que epitomiza el impacto del colonialismo franc¨¦s en ?frica, obras de Julio Gonz¨¢lez expuestas de forma id¨¦ntica a como se exhibieron en 1959, en la dOCUMENTA (2) o el tapiz-mapa que Alighiero Boetti iba a presentar en la Documenta 5 de Harald Szeemann y que finalmente no se lleg¨® a exhibir. Bajo la apariencia de un caos relativamente ordenado, estas obras disfrutan de una ¨ªntima igualdad; en este sentido, se valora el puente que la comisaria tiende a la historia propiamente dicha de este evento, nacido en 1955, y quiz¨¢s sea este el acierto de algunos trabajos distribuidos por las plantas del Fridericianum, un hecho que contrasta con la desmesura y vacuidad de las obras concentradas en la Documenta Halle.
dOCUMENTA (13) es una expedici¨®n por las part¨ªculas elementales de la vida y las ¨¢speras realidades de la guerra, lo cual provoca un desconcierto que es crucial para el trabajo de Christov-Bakargiev, reducido a un puchero de obras y perspectivas que solo sirven para que el p¨²blico se ahogue en ¨¦l. Con todo, hay algunas que triunfan en medio de este caos entr¨®pico, mostr¨¢ndose brutalmente tajantes y confirmando, m¨¢s all¨¢ del esp¨ªritu hol¨ªstico de su comisaria, que no solo la Naturaleza le ha otorgado al ser humano algo que ¨²nicamente ¨¦l posee sino tambi¨¦n que muchas veces el todo no es mayor que la suma de sus partes.
Destacan los tapices realizados en los a?os treinta por la activista noruega Hanna Ryggen como denuncia de la alienaci¨®n humana y el fascismo; los instrumentos de m¨²sica electroac¨²stica del liban¨¦s Tarek Atou¨ª; la impactante pieza teatral del core¨®grafo franc¨¦s J¨¦r?me Bel, Disabled Theatre, representada por actores mentalmente discapacitados; el homenaje del mexicano Mario Garc¨ªa Torres a Boetti y al hotel (One Hotel) que este creo en Kabul en los a?os setenta; la impactante performance de Tino Sehgal, que sit¨²a al visitante en un espacio oscuro rodeado de una veintena de personas que hablan, cantan y bailan; el delicado montaje de Francis Al?s con postales que representan escenas cotidianas de Kabul; las pizarras murales de Tacita Dean, una evocaci¨®n del tiempo interrumpido sobre el sublime nevado de las monta?as afganas; las abstracciones musicales de Susan Philipsz en los escenarios del horror camino de los campos de exterminio; y el v¨ªdeo de Javier T¨¦llez instalado en una gruta artificial que recrea las experiencias de Antonin Artaud en M¨¦xico y sus primeros trabajos para un teatro de impacto violento en el espectador. El autor franc¨¦s fue uno de los ¨²ltimos testigos que desde la lucidez de la alienaci¨®n descubri¨® c¨®mo la Ilustraci¨®n destruy¨® Occidente. Como Artaud, Caroly Christov-Bakargiev cree que la vida y la muerte, lo real y lo imaginario, el pasado y el futuro, lo de arriba y lo de abajo, han de llevarse a una zona del esp¨ªritu donde dejan de percibirse contradictoriamente. Y que solo por la piel puede entrarnos otra vez la metaf¨ªsica del esp¨ªritu. La crueldad.
dOCUMENTA (13). Collapse and Recovery. Kassel. Alemania. 31 espacios expositivos. Hasta el 16 de septiembre.
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