De ida y vuelta
El teatro parece estar viviendo una ¨¦poca de auge mientras que el cine sigue peleando con la crisis. Pero se da la curiosa paradoja de que as¨ª como en un principio el cine era teatro visto en las pantallas, ahora se vuelve a que en buena parte el teatro se alimente del cine, y no solo en su recreaci¨®n de decorados, utilizaci¨®n de proyecciones y uso de efectos especiales, sino tambi¨¦n en los textos. Ahora mismo puede verse en Madrid una adaptaci¨®n teatral de la pel¨ªcula Orquesta Club Virginia (Manuel Iborra, 1992) interpretada por casi el mismo reparto que la hizo en cine, y en gira por Espa?a est¨¢ Sonrisas y l¨¢grimasque, a juzgar por lo mostrado en YouTube, ha acomodado al teatro parte de la iconograf¨ªa de su famosa adaptaci¨®n al cine.
No podr¨ªa ser de otra manera ya que fue en el cine donde estas obras adquirieron relevancia. En los ¨²ltimos tiempos han sido otras pel¨ªculas espa?olas, El pisito, El verdugo, Familia o Solas, las que se adaptaron a la escena, y ampliando el territorio, las estadounidenses El rey le¨®n, D¨ªas de vino y rosas, ?Qu¨¦ fue de Baby Jane?, Johnny cogi¨® su fusil, Siete novias para siete hermanos o El apartamento, sin olvidar la noruega Elling, la francesa El marido de la peluquera, las brit¨¢nicas Spamalot, Billy Elliot y The Full Monty¡ Dentro de poco, rizando el bucle, podr¨¢ verse una versi¨®n en comedia musical de la pel¨ªcula ?Ay, Carmela!, que a su vez se hab¨ªa basado en una obra de teatro.
Pareciera que el teatro puede con todo. Los viejos del lugar recuerdan los espect¨¢culos del famoso Enrique Rambal que, seg¨²n dicen, enriquec¨ªa las pel¨ªculas. Por ejemplo, en su montaje de Rebeca se ve¨ªa el esqueleto de esta bajo el mar, lo que no existe en el filme de Hitchcock, y en Las mil y una noches; El m¨¢rtir del Calvario; Miguel Strogoff, correo del Zar, Isabel la Cat¨®lica madre de Espa?a o 20.000 leguas de viaje submarino, su imaginer¨ªa parece que desbordaba la del cine. L¨¢stima que no se pudieran grabar aquellos espect¨¢culos para poder admirarlos hoy. Pero ello forma parte de la magia del teatro: es ef¨ªmero y tiene la ventaja de que no puede piratearse¡ al menos de momento.
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