La familia como espect¨¢culo

El lanzamiento de esta ?pel¨ªcula? es tan ins¨®lito como su tem¨¢tica. La definici¨®n de pel¨ªcula se presta a muchas y heterodoxas explicaciones. Aunque los metrajes de estas se hayan alargado en el cine actual (en muchos casos innecesariamente, imagino que pensando en su exhibici¨®n en las televisiones, ya que entre las dos horas de duraci¨®n de la pel¨ªcula y la insufrible y machacante hora de spots publicitarios que la acompa?an tienen solucionada sin necesidad de alardes imaginativos la programaci¨®n nocturna) soy tan convencional que solo aplico el t¨¦rmino pel¨ªcula a partir de un metraje de noventa minutos y?Carmina o revienta dura setenta. Siguiendo con los benditos t¨®picos incluso exijo eso tan rancio de planteamiento, desarrollo y desenlace.

Etiquetarla en un g¨¦nero que tambi¨¦n resulta problem¨¢tico. ?Es ficci¨®n, es documental, es un falso documental, es una mezcla de todo lo anterior? Los esp¨ªritus libertarios cerrar¨¢n el tema con el interrogante m¨¢s pragm¨¢tico: ¡°Qu¨¦ m¨¢s da lo que sea: ?interesa lo que cuenta, divierte, emociona? Yo responder¨ªa que me he divertido moderadamente, me he re¨ªdo con ganas en tres o cuatro ocasiones, reconozco que el campo magn¨¦tico de esa castiza, guapa, histri¨®nica, lista, c¨ªnica, destroyer, graciosa, excesiva, deslenguada, astuta, surrealista, ferozmente terrenal, tragic¨®mica, profesional de la supervivencia, desgarrada, brutal, manipuladora se?ora llamada Carmina puede enganchar o dejar estupefacto a un variado g¨¦nero de p¨²blico.

De Paco Le¨®n me cuentan que posee una notable carrera en el teatro, pero no lo he podido constatar porque no frecuento ese arte, no s¨¦, no entiendo. Le asocio con un imitador en posesi¨®n de aut¨¦ntica comicidad y tambi¨¦n me hace re¨ªr en la serie Aida, que tanto deleita a los modernos y al pueblo llano. En?Carmina o revienta, adem¨¢s recurre a m¨¦todos tan innovadores, posibilistas o arriesgados en su exhibici¨®n como estrenarla simult¨¢neamente en las salas de cine, en Internet y en DVD. Tambi¨¦n ha explicado con argumentos y sensatez esa decisi¨®n para que su criatura, parida al margen de los habituales sistemas de financiaci¨®n llegue al a mayor n¨²mero de espectadores.

Para su opera prima como director ha recurrido a lo que mejor conoce, a su pintoresca familia. Y esta ofrece bastante juego. De su hermana Mar¨ªa sab¨ªamos a trav¨¦s de la mediocre e impostada?La voz dormida que era una actriz en posesi¨®n de luz, ritmo y verdad. De Carmina, su volc¨¢nica y disparatada madre, no ten¨ªamos noticias, pero es un aut¨¦ntico espect¨¢culo. Con estos elementos el autor no necesita guion. Todo resulta trasparentemente biogr¨¢fico aunque exista el pretexto narrativo de c¨®mo salir a flote utilizando la picaresca cuando la vida te est¨¢ acorralando, cuando el instinto de supervivencia, el coraje y la sabidur¨ªa callejera se imponen al cansancio existencial, a la certeza de que todo est¨¢ amenazado por la ruina. Notas que la improvisaci¨®n es la reina cuando dispones de un material tan explosivo. Me sobra una larga secuencia protagonizada por la escatolog¨ªa, recurso supuestamente naturalista y c¨®mico al que jam¨¢s le he pillado el encanto. Pero tengo la grata sensaci¨®n de que no he perdido el tiempo siendo testigo de las andanzas, discusiones, venturas y desventuras, verdades y mentiras de esta familia tan singular.