Las piedras llevan medio siglo rodando
Hoy se cumplen 50 a?os del debut de los Rolling Stones en el Marquee de Londres Los miembros de ¡®Mick Jagger and the Rollin¡¯ Stones¡¯ cobraron 20 libras por hacer de teloneros
Ocurri¨® tal d¨ªa como hoy, hace medio siglo. Jueves, 12 de julio de 1962. En el Marquee Club londinense, entonces situado en un s¨®tano de Oxford Street, debut¨® un sexteto, anunciado como Mick Jagger and the Rollin¡¯ Stones. No eran la atracci¨®n principal: serv¨ªan de teloneros al vocalista Long John Baldry. Pero salieron airosos del compromiso y se repartieron veinte libras esterlinas.
Un viajero del futuro no habr¨ªa tenido problemas en reconocerlos. Al menos, al tr¨ªo de la primera l¨ªnea: Mick Jagger al micr¨®fono m¨¢s dos guitarristas, Keith Richards y Brian Jones. Otro asunto ser¨ªa la secci¨®n de ritmo: el bajista Dick Taylor, que alcanzar¨ªa cierta fama con los Pretty Things, y el baterista Mick Avory, que se integrar¨ªa en The Kinks. Y el pianista Ian Stu Stewart, inmortalizado en la particular Historia universal de la infamia de la m¨²sica pop como el leal compa?ero que fue fr¨ªamente expulsado de los Stones ¡ª"no da el tipo", sentenci¨® el manager¡ª pero se mantuvo a su lado como ayudante para todo.
Gracias al minucioso diario de Stu, sabemos el repertorio que tocaron aquella noche. Ni una sola canci¨®n propia: temas de Jimmy Reed, Elmore James, Muddy Waters (el nombre derivaba de su majestuoso Rollin¡¯ stone) y, gran audacia, Chuck Berry. Interpretar piezas del padre del rock and roll supon¨ªa un sacrilegio en el mundillo en que estos chavales se mov¨ªan: fan¨¢ticos del blues, coleccionistas pasados a los escenarios con esp¨ªritu misionero.
En realidad, los Rollin¡¯ Stones (tardar¨ªan unos meses en a?adir la g) nacieron como grupo sat¨¦lite de las m¨¢s prestigiosa agrupaci¨®n de bluesmen del delta del T¨¢mesis: Blues Incorporated, donde Alexis Korner permit¨ªa a Jagger cantar algunos n¨²meros. Cuando Blues Incorporated salt¨® a la BBC, los alevines se encargaron de algunos bolos menores, como las actuaciones de los jueves en el Marquee.
El jefe de aquellos Rolling Stones era Brian Jones, un pillo sexualmente precoz, que destacaba por saber tocar la guitarra con slide (un tubito de metal o un cuello de botella). Jones pon¨ªa los anuncios para buscar instrumentistas, defend¨ªa las virtudes del rhythm and blues en cartas a las revistas y se preocup¨® de meter al grupo en un estudio para grabar una maqueta.
Pero las miradas converg¨ªan en Jagger. En vez de estar tieso como un palo, como (equivocadamente) se imaginaba la gente a los bluesmen de Chicago, Mick sacud¨ªa t¨ªmidamente el trasero y mov¨ªa los brazos, a veces tocando maracas. Los puristas torc¨ªan el gesto pero, maravilla, las chicas se sent¨ªan atra¨ªdas. El blues estaba de moda y los Rolling Stones no ten¨ªan inconveniente en animar las fiestas de algunos reto?os de la alta sociedad.
Al fin y al cabo, Jagger era un s¨®lido producto de la clase media. Tan buen estudiante, tan formal, que su padre, profesor de gimnasia, adelant¨® el dinero necesario para que los chicos pudieran alquilar unos amplificadores que les permitieran sonar decentemente en el Marquee. Por el contrario, Keith Richards parec¨ªa un proletario desubicado, digno de toda sospecha entre los fundamentalistas del blues: a ¨¦l le atribu¨ªan esa debilidad por los tiempos r¨¢pidos, tan propios de los... gamberros.
Charlie Watts, que acudi¨® al concierto del Marquee, asegura que lo pill¨® enseguida. Imitar a los m¨²sicos negros pod¨ªa ser moralmente satisfactorio pero el riesgo ¡ªy la ganancia¡ª resid¨ªa en acercarse al inmenso p¨²blico juvenil. Watts se hab¨ªa negado a juntarse a los Stones: trabajaba en una agencia publicitaria y se desahogaba tocando m¨²sica m¨¢s jazz¨ªstica. Terminar¨ªa entrando en la banda en 1963, cuando ya se hab¨ªa incorporado un bajista serio y maduro, Bill Wyman.
Todav¨ªa les quedaba mucho por aprender: grabar discos, componer temas originales, enfrentarse a los estadounidenses. Obviamente, ninguno de ellos hubiera apostado por medio siglo de longevidad. Es tan inconcebible que ahora no saben muy bien c¨®mo cerrar tan prodigiosa aventura: no necesitan el dinero y se arriesgan a hacer el rid¨ªculo. Este a?o, las altas esferas les tentaron para participar en los actos de los Juegos Ol¨ªmpicos londinenses.
Pero los Rolling Stones son, siempre lo han sido, una maquinaria lenta, que requiere semanas de ensayos para volver a coger el punto. Si vuelven para despedirse, se asegurar¨ªan de hacerlo con la m¨¢xima dignidad. Presentando canciones nuevas y con todos los ases en la manga.
Cinco d¨¦cadas de simpat¨ªa por el diablo
En 1962 forman la banda Brian Jones, Mick Jagger, Keith Richards, Ian Stewart, Geoff Bradford y Dick Taylor. Jones fue despedido en 1969 y falleci¨® ese a?o. En 1975 ingres¨® Ron Wood.
En 1971 lanzan el single 'Brown sugar', Jagger se casa con Bianca P¨¦rez-Mora y en 1972 se publica su 'Exile on main street.
1985 fue a?o de proyectos solistas. Afloran conflictos y muere el cofundador Ian Stewart, mediador entre Richards y Jagger.
En 1994 lanzan 'Voodoo lounge', que les vuelve a encumbrar.
Keith Richards publica en 2010 unas memorias en las que carga contra Jagger y resucita la eterna rivalidad.
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