El did¨¢ctico esp¨ªritu libre de Neneh Cherry
La cantante ofrece junto a The Thing un concierto de fusi¨®n de estilos con el free jazz
Tal vez si no fuese por una mujer como Neneh Cherry, con una buena ristra de grandes ¨¦xitos en las listas de m¨²sica pop y rock convencionales -incluyendo la versi¨®n de Love can build a bridge del d¨²o country The Judds, que coloc¨® en el n¨²mero uno del Reino Unido interpretada junto a Cher, Chrissie Hynde y Eric Clapton-, bastantes de sus fans jam¨¢s habr¨ªan escuchado con atenci¨®n un disco que incluyera las palabras free jazz. Y eso es precisamente The cherry thing, el ¨²ltimo trabajo de la cantante de origen sueco junto al tr¨ªo sueco-noruego The Thing, especialista justamente en esas dos palabras y de las que el padrastro de la cantante, el trompetista Don Cherry, fue pionero.
Ayer, la plaza de la Trinidad, en la sesi¨®n de clausura de la 47 edici¨®n del Heineken Jazzaldia, acogi¨® en vivo la alianza entre Neneh y ese tr¨ªo que se bas¨® casi al completo en este nuevo disco. Una atractiva fusi¨®n del hip hop, la electr¨®nica y el pop con las bases experimentales del jazz libre. Cherry es conocida por lo primero: por ejemplo, por sentar ciertos cimientos del trip-hop con su disco de debut Raw Like Sushi que inclu¨ªa ¨¦xitos como Buffalo Stance y Manchild. Pero en el concierto del lunes se dedic¨® a ponerle voz a un concierto que el festival vendi¨® como un tributo a su padrastro.
Cherry comenz¨® desmelenada con Too tough to die, una versi¨®n de un tema de Martina Topley-bird, la cantante que particip¨® como vocalista en Maxinquaye, el primer disco de su por entonces novio Tricky. Y ya desde el principio se not¨® que su uni¨®n con The Thing servir¨ªa un concierto que mezclar¨ªa en varios momentos la aspereza experimental con su aterciopelada voz en otros estilos m¨¢s comerciales.
Continuaron m¨¢s suaves con una nana deconstruida: la versi¨®n de Dream baby dream del d¨²o electr¨®nico de los setenta Suicide. Cherry y sus amigos escandinavos la basaron en las nueve notas de una l¨ªnea de bajo sobre la que fue creciendo y haci¨¦ndose mayor ayudada por lo que parec¨ªan arrebatos improvisados del saxofonista Mats Gustafsson.
Tras una introducci¨®n del bajo, Cherry interpret¨® una versi¨®n de Golden Heart, la ¨²nica m¨²sica de la noche firmada por su padrastro Don Cherry. La voz de la cantante se escuch¨® convenientemente filtrada para que todo adquiera un toque del medio oriente que recordase a una llamada a la oraci¨®n y a aquellos tiempos en los que el sonido Bristol era el ¨²ltimo berrido.
A mitad del concierto y tal vez por una mala interpretaci¨®n del t¨ªtulo que los organizadores hab¨ªan dado al show, Mats Gustafsson se ocup¨® de recordarle al p¨²blico por dos veces que su banda no es un grupo de tributo a Don Cherry. "Nosotros somos nosotros y Don Cherry (trompetista al que el Jazzaldia quer¨ªa homenajear ayer) es Don Cherry", afirm¨® el saxofonista
Neneh cherry explic¨® por su parte que este era el ¨²ltimo concierto de su gira de verano y que por eso estaban "un poco tristes". Tambi¨¦n desvel¨® que la compa?¨ªa a¨¦rea que los hab¨ªa tra¨ªdo desde Barcelona, donde actuaron el d¨ªa anterior, hab¨ªa extraviado el contrabajo de Ingebrigt H?ker Flaten. "Hoy est¨¢ tocando a una chica que no es la suya y echamos de menos a la verdadera, ?mierda!". Sudden moment, Cascack y Call The police, en clave de swing y desenfreno, fueron los ¨²nicos temas propios que tocaron. Unos m¨¢s cercanos al pop y otros al jazz m¨¢s vanguardista.
Dirt y?Accordion, de Iggy and the Stooges y Madvillain respectivamente, tambi¨¦n pasaron por el filtro de lo experimental. La cosa termin¨® con una revisi¨®n muy respetuosa de Wrap your troubles in dreams, un cl¨¢sico de Bing Crosby con la sensaci¨®n general de que lo bien hecho, bien parece. Y de que hasta la vanguardia m¨¢s ruidosa, convenientemente adornada, puede ser un plato para todos los p¨²blicos.
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