Franz West, alquimista de la abstracci¨®n
Sus esculturas, v¨ªdeos e instalaciones le llevaron a ser considerado uno de los artistas m¨¢s valorados de Austria
Escultor, pintor, dise?ador y, sobre todo, experimentador, Franz West, fallecido ayer en su Viena natal a los 65 a?os, ha sido un aut¨¦ntico explorador en todos los ¨¢mbitos art¨ªsticos. M¨²ltiples veces premiado, fue el ¨²nico artista austriaco que obtuvo el Le¨®n de Oro a toda su carrera, galard¨®n que logr¨® en la ¨²ltima edici¨®n de la Bienal de Venecia, y su obra ha podido ser conocida en Espa?a en varias exposiciones. El Reina Sof¨ªa le dedic¨® una retrospectiva en 2001 en la que se exhibieron v¨ªdeos, pinturas, esculturas e instalaciones. Tambi¨¦n ha expuesto ocasionalmente en la galer¨ªa Juana de Aizpuru.
Considerado uno de los artistas m¨¢s valorados en su pa¨ªs, la ministra austriaca de Cultura, Claudia Schmied, declar¨® ayer que Franz West ha ense?ado una nueva forma de mirar, seg¨²n informa la agencia Efe.
Su primera exposici¨®n se produjo en Viena, en 1970. Sorprendi¨® entonces con unas peque?as esculturas que le har¨ªan famoso en todo el mundo: los Adaptables (Passt?cke), unas piezas destinadas a que el visitante se las colocara sobre su propio cuerpo a modo de pr¨®tesis con las que disimular las taras. Aquella propuesta se mov¨ªa entre el surrealismo daliniano y el mundo de los sue?os freudianos, con apuntes que se?alaban al origen de la histeria y de las neurosis.
Su reconocimiento internacional empezar¨ªa en la Documenta IX de Kassel, en la que expuso rompedores divanes que combinaban armazones met¨¢licas con telas africanas. Hoy pueden contemplarse en galer¨ªas y colecciones del mundo entero.
Sus trabajos posteriores siguieron movi¨¦ndose en la idea del juego, la experimentaci¨®n y el color, como prueban sus esculturas en espacios p¨²blicos. Lo mismo ocurre con sus dise?os de muebles, concebidos como invitaci¨®n permanente a que el espectador participe y abandone su papel pasivo. Quer¨ªa que la gente tocara y se sintiera parte de sus piezas: el arte era para ¨¦l un juego eterno en el que todo el mundo pod¨ªa tomar parte.
Babelia
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