La radio pagar¨¢ 98 euros por partido

Despu¨¦s de una temporada entera recluidas en los estudios, las radios podr¨¢n acceder a los estadios de f¨²tbol para narrar la Liga y la Copa. Pero no ser¨¢ completamente gratis. Cada emisora deber¨¢ pagar 98 euros por partido como compensaci¨®n por el uso de las cabinas, lo que equivale a 89.474 euros para toda la campa?a 2012-2013, seg¨²n las tarifas acordadas ayer por la Comisi¨®n Nacional de la Competencia (CMT), que ha adoptado una decisi¨®n salom¨®nica aunque provisional. Y lo ha hecho de manera urgente, ya que quedan menos de tres semanas para el inicio de la competici¨®n futbol¨ªstica.

Los operadores ¡ªp¨²blicos y privados¡ª acatan la resoluci¨®n, pese a que la cantidad que deber¨¢n abonar ¡°por los costes de generados por las retransmisiones¡± excede sus propias emisoras. De hecho, a cuenta de los 913 partidos de Liga (380 de Primera, 468 de Segunda) y de Copa (65), hab¨ªan ofrecido menos de un tercio de la cantidad acordada ahora por el ¨®rgano regulador. Las sumas, para toda la temporada, oscilaban entre los 18.534 euros de Radio Marca y los 25.344 de Onda Cero y la SER. No obstante, la cuota que de manera cautelar establece la CMT es infinitamente menor de la que exig¨ªa la Liga: 519.216 euros. Y eso que rebaj¨® la tarifa inicial de 708.000 euros.

Los clubes aspiraban a cobrar por entrevistar a los jugadores

Con esta resoluci¨®n, la CMT pone fin al largo conflicto que han mantenido las radios, la Liga Nacional de F¨²tbol Profesional y la productora Mediapro, que explotaba los derechos audiovisuales. El veto al despliegue de micr¨®fonos en los campos oblig¨® a los locutores a buscar alternativas para narrar los partidos: se apostaron en los bares, se subieron a las azoteas de edificios pr¨®ximos, se infiltraron entre el p¨²blico con un tel¨¦fono m¨®vil o los siguieron por televisi¨®n.

Para acabar con este desatino, el Gobierno del PP dict¨® un real decreto en el que se reconoc¨ªa el derecho de los operadores a informar sin tener que pagar por ello. Pero s¨ª reconoc¨ªa a la Liga que pudiera cobrar por el uso de las instalaciones de los clubes. Esta compensaci¨®n econ¨®mica deber¨ªa ser fijada por acuerdo entre las partes. Pero la CMT afirma que se han producido ¡°discrepancias insalvables¡±. La Liga plane¨® inicialmente cifras estratosf¨¦ricas. Cuantific¨® el coste por usar una cabina de comentarista (para un m¨¢ximo de tres personas) con conexi¨®n telef¨®nica en 456.000 euros para todos los partidos de Primera y 252.000 para los de Segunda.

Algunos equipos ped¨ªan 108.000 euros por usar su mobiliario

Esta tarifa no inclu¨ªa otros servicios ¡°adicionales¡±, como la entrada en la zona mixta, el terreno de juego, el antepalco o las entrevistas en el t¨²nel de vestuarios. La Liga, de hecho, aspiraba tambi¨¦n a cobrar por permitir a los locutores el libre movimiento por tales dependencias. Pero la CMT discrepa radicalmente y sostiene que los costes que generan los operadores radiof¨®nicos son ¡°cero¡±. Y aclara: ¡°Al contrario de lo que sucede con las cabinas, existe una multitud de agentes que utiliza esas zonas comunes y, por tanto, no se entiende que la presencia o no de los operadores radiof¨®nicos en las mismas generaran un coste adicional¡±.

A la hora de poner precio, la CMT ha tenido en cuenta factores como el mantenimiento de las cabinas, consumo electrico, limpieza, vigilancia y amortizaci¨®n del mobiliario. Las radios calculan que estos gastos oscilan entre 20 y 28 euros por partido y estadio, mientras que la Liga dispara la factura hasta los 569.

No ha sido f¨¢cil llegar a la media de los 98 euros. Los clubes hab¨ªan presentado una gigantesca horquilla de costes. Por ejemplo, en el concepto ¡°inversi¨®n mobiliario y otros elementos de las cabinas¡±, las divergencias son abismales: 108.00 euros en unos equipos y 16.00 en otros. Para salvar estas distancias, la CMT ha eliminado del c¨¢lculo al 10% de las entidades (las dos con los precios m¨¢s altos y las dos con los importes m¨¢s bajos).

Las radios, que se disponen ya a solicitar sus acreditaciones, agradecen al Gobierno el cambio de la ley para garantizar su derecho a emitir libremente los partidos. Y sin pagar.