¡°Los chulos y los salvapatrias se est¨¢n equivocando en la vida¡±
La diputada y portavoz municipal de Geroa Bai se somete a una entrevista sin prejucios sobre su "amiga la puta quimio", sus pa?uelos y la pol¨ªtica en general
Uxue Barkos tiene c¨¢ncer. De mama. Eso, por desgracia, no la hace distinta de miles de mujeres. Otras cosas, puede que s¨ª. Quiz¨¢ sea esa irremediable frescura en el ser y en el estar, o esa pachorra instalada a la hora del cafelito y la charla. Si fuera en una terracita de la Plaza del Castillo, en su vieja Iru?a, mejor. L¨¢stima que hoy tengamos que ser carne de cafeter¨ªa de hotel madrile?o. Da igual, todo fluye, sobre todo la vida. Uxue Barkos ha peleado en compa?¨ªa de ¡°mi amiga la puta quimio¡±, pelea y pelear¨¢ para triunfar y alejarse del balc¨®n. Ese balc¨®n desde el que, a veces, se mira sin prisa y sin ning¨²n g¨¦nero de pausa a la muerte, esa se?ora, antes tan abstracta. Uxue Barkos parece c¨®moda en el balc¨®n. ?Y por qu¨¦? Porque tiene un par. Tambi¨¦n, cara de ganar los partidos. Saldr¨¢. Con nota.
Pregunta. El ¨²ltimo d¨ªa 6, como cada a?o, me sent¨¦ delante de la tele y pens¨¦: ?Qu¨¦ plan mejor que ver el chupinazo de Pamplona tendr¨¢ el personal?
Respuesta. Bueno, yo soy consciente de que a la humanidad, esto del chupinazo y de los sanfermines le debe de parecer una aberraci¨®n melona. Pero la verdad es que ver a centenares de t¨ªos y t¨ªas saltando como locos esperando que comiencen nueve d¨ªas de caos, pues¡ tiene su encanto. La vida te regala locuras as¨ª.
DNI Urgente
- Pamplona, 5-6-1964.
- Periodista. Trabaj¨® en TVE, RNE, Navarra Hoy y ETB.
- Diputada y portavoz municipal en Pamplona por Geroa Bai.
P. Esas locuras... ?son obscenidades en un contexto de gente pas¨¢ndolas canutas o una irrenunciable medicina?
R. Ser¨ªamos tontos si pens¨¢ramos que esas cosas solo han sido obscenas en los ¨²ltimos cinco a?os. En el mundo ha habido gente muriendo de hambre en los ¨²ltimos siglos. Yo ¨²ltimamente he pensado mucho en que en el primer mundo nos morimos de algunas cosas¡ y en el tercer mundo se siguen muriendo de hambre.
P. El ¨²ltimo 6 de julio, en el chupinazo, ?sabe lo que vi?
R. Mmmm¡
P. Un mill¨®n de pa?uelos¡ y luego EL pa?uelo. Impactaba.
R. Pues s¨ª, aunque mira, hoy me pillas¡ (se toca la cabeza desnuda y r¨ªe). Quiero agradecer el gesto hermos¨ªsimo del alcalde de Pamplona, que me dej¨® estar en el balc¨®n del Ayuntamiento junto a mis compa?eros de grupo. Me emocion¨¦. La verdad es que fueron unos sanfermines de reencuentro con la parte m¨¢s hermosa de la vida.
P. Primera frivolidad. ?Cu¨¢ntos pa?uelos tiene?
R. Pues frivolidad por frivolidad: una obscena cantidad de pa?uelos. Primero porque me encantan. Segundo, si los necesitas, qu¨¦ mejor excusa. Y tercero, porque en el momento m¨¢s amargo sabe rico darse un gustazo, y mi gustazo en estos tiempos ha sido un pa?uelo nuevo.
P. Bueno, pues resulta que el pa?uelo se ha ca¨ªdo¡
R. Me pillas a 24 horas de hab¨¦rmelo quitado. No pod¨ªa m¨¢s con estos calores. Y la verdad es que tengo una calva paseable, ?verdad? Le promet¨ª a mi hijo, que tiene nueve a?os, que no ir¨ªa calva. ?l me ve¨ªa calva en casa y vio c¨®mo me rap¨¦, pero me solt¨® un d¨ªa: ¡°Amatxo, por la calle¡ no¡±.
P. ?Y ahora?
R. El otro d¨ªa le dije: ¡°?Qu¨¦ te parece si amatxo ya sale as¨ª?¡±, y me dijo que bien, que vale.
P. ?Ha logrado ponerse en el lugar de su hijo?
R. (Duda) No. Para nada.
P. Bueno, los ni?os bastante tienen con su mundo y¡
R. Y son m¨¢s fuertes y m¨¢s generosos de lo que pensamos. ?l lo ha sabido todo, pero no me ha visto en los d¨ªas feos. Porque el c¨¢ncer tiene d¨ªas muy feos en lo que tiene que ver con el tratamiento, muy innobles con la condici¨®n humana. Pero hace poco, hablando un d¨ªa con ¨¦l, y joder, me lleg¨® al alma, le pregunt¨¦: ¡°Xabier, ?has pasado miedo?¡±, y me contest¨®: ¡°no, miedo no, pero a veces llorabas y pensaba que te ibas a morir¡±. Claro, para los ni?os el miedo es¡ supongo que es susto.
P. El miedo son los monstruos.
R. Eso. F¨ªjate: nunca supimos eso, ni su aita ni su ama. Se lo aguant¨® y solo nos lo dijo porque se lo pregunt¨¦. Qu¨¦ generoso...
P. Volvamos a la frivolidad. Entonces, entiendo que hay¡ una coqueter¨ªa del pa?uelo obligado.
R. Por supuest¨ªsimo. Bueno, encargu¨¦ peluca, ?eh?, pero chico, no me sentaba nada bien. Era como una especie de Mafalda sin soluci¨®n de continuidad.
P. Eso s¨ª que le habr¨ªa dado miedo a su hijo¡
R. ?Desde luego! Bueno, ahora la usa ¨¦l para las obras de teatro en la ikastola. Lo ¨²nico que siento es que me cost¨® un congo. Valen una pasta de mil pares de pu?etas. Muy buen producto, ?eh?, pero conmigo no funcion¨®.
P. ?Qu¨¦ corre por esa cabeza?
R. Pues si hablamos de c¨¢ncer, el v¨¦rtigo a mirar a la muerte cara a cara. Joder, los porcentajes son alt¨ªsimos, ves a especialistas que se dejan la piel, pero luego piensas ¡°joder, esto es un cara a cara, tengo un c¨¢ncer, qu¨¦ carajo¡±. Hay momentos de v¨¦rtigo. Y hay muchas ganas de batallar y de ganar.
P. Ganar¨¢. No tiene cara de salir al campo a perder los partidos.
R. Bah, y si se pierde ya lloraremos, pero por ahora no.
P. Uxue, ?mi amiga la quimio¡ o mi enemiga la quimio?
R. Mi amiga la puta quimio.
P. Desde esta perspectiva que le est¨¢ tocando vivir, ?c¨®mo se ve a los chulos, a los sacapechos, a los salvapatrias y a todos los que dedican mayormente sus vidas a hacer putadas a los dem¨¢s?
R. Rid¨ªculos. Cuando eres consciente de que esa vida en la que te sientes tan seguro puede terminar en un ?chin! porque te han dicho que tienes c¨¢ncer, pues¡ pero sobre todo, estas situaciones lo que te hacen es ver la vida con otros plazos, con otra¡
P. Con otra pachorra.
R. S¨ª, y entonces los chulos, los sacapechos y los salvapatrias lo que acaban adquiriendo es su dimensi¨®n m¨¢s justa: la de quien se est¨¢ equivocando en la vida.
P. Son gente que parece tomarse esto de vivir como un entrenamiento de cara al partido, ?no? Pero resulta que es el partido.
R. Como prepar¨¢ndose para lo que habr¨¢, pero es que esto es lo que hay.
P. ?Hay muchos de esos en el Congreso de los Diputados?
R. Ah¨ª y en todos los ¨®rdenes de la vida. Yo no creo que en la pol¨ªtica haya m¨¢s que en¡
P. En el periodismo hay muchos, ya se lo aviso.
R. Yo soy poco convencida de castas. Creo en una imagen de la sociedad m¨¢s cercana a una colmena. Somos peque?as celdillas en las que se representa de alguna manera el dibujo global.
P. Los pasillos del Congreso, ?no se parecen un poco al camarote de los hermanos Marx?
R. ?S¨ªiiiiiiii, pero son peores, porque son mucho menos simp¨¢ticos! Adem¨¢s, les falta el encanto del blanco y negro.
P. El otro d¨ªa dijo que este Gobierno cada vez se parec¨ªa m¨¢s a la orquesta del Titanic. ?Ve a Rajoy tocando el viol¨ªn hasta que el agua le llegue a la nariz?
R. S¨ª, seguir¨¢ impasible el alem¨¢n. Ahora quiere convertir a los funcionarios en los malos de esta pel¨ªcula.
P. Ahora, en lugar de una pregunta fr¨ªvola, le largo una machista. Hablando de usted, hay se?ores que dicen: ¡°Esa tiene un par de cojones¡±. ?Le gusta?
R. ?Ja, ja, ja! Reconozco que me he descubierto como alguien con mucha fuerza. Capaz de batallar. Y s¨ª, puedo decir que en el caso del c¨¢ncer de mama, he visto a muchas mujeres que lo viven con dos cojones. Aunque esta enfermedad sea un co?azo¡
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